El ictus que no pudo parar su sueño

 

Hay momentos en la vida en los que no siempre es fácil seguir adelante. Nos encontramos con pequeños baches que ponen nuestro mundo del revés y de pronto, estás inmerso en una vorágine de problemas e incertidumbre que te hace cuestionarte tu existencia. Algo así vivió el protagonista de esta historia, Fernando Arellanos.

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Se podría decir que Fernando es una persona que desde siempre tuvo clara su vocación y persiguió su sueño hasta conseguir que se hiciera realidad. Nada le paró, ni siquiera el ictus que sufrió en Barcelona durante el año 2012, cuando se despertó sin poder moverse ni hablar. “Gracias a que mi ex mujer pudo llamar urgentemente a la ambulancia, y ser operado de urgencias, estoy vivo”, explica Arellanos.

Este empresario alicantino vivió toda su vida entre zapatos. Su abuelo materno tenía una fábrica en la planta baja de su casa, donde de pequeño él jugaba todos los días con sus primos. Su padre era diseñador de zapatos, y todas las noches realizaba dibujos de los mismos en el salón de su casa. Por lo que el zapato, forma parte de su vida.

Empecé trabajando muy temprano, a los 14 años, como aprendiz en la fábrica de mi tío. Y a los 18 me mudé a Alemania durante 5 años para vender calzado de Elda por todo el territorio alemán. A partir de mi etapa allí, trabajé para una empresa de Elche durante 10 años, y tuve la suerte de desarrollar el calzado para muchas empresas internacionales de moda, como Aldo, Kurt Geiger o American Eagle, señala.

A los 30 años firmó un contrato con la empresa sueca H&M, y desarrolló el calzado de sus colecciones especiales, para Madona, Viktor & Rolf, y el proyecto CoS. Más tarde, se mudó a Barcelona donde estuvo supervisando el calzado para las empresas de renombre, Custo Barcelona y Desigual.

Cuando sufrió el ictus, tuvo que abandonar su trabajo y volver a su tierra natal, Elda, junto a su familia para seguir la rehabilitación. Tras muchos meses inhábil, sin poder hacer lo que le gustaba, dedicando toda su energía a su recuperación cuando al fin se encuentra mejor y recupera el habla decide lanzar su propia marca de zapatos. “Tenía la necesidad de recuperar el testigo de mi familia y crear algo nuevo basado en la comodidad”, añade Arellanos.

Mittelmeer significa Mediterráneo en Alemán. “Un mar que siempre he añorado y es mi pasión”, dice Fernando. Su colección está inspirada en el calzado femenino y elegante, típico de la ciudad de Elda. Los zapatos que fabrica aportan la máxima calidad artesanal y los elabora con materiales 100% españoles.

Todavía le queda un poco para recuperarse físicamente del todo, pero el ictus no le ha impedido cumplir su sueño empresarial. Desde hace años su producto está a la venta en boutiques de países como Alemania y Holanda. Y en España se puede adquirir a través de la compra online.

El hecho de que sus zapatos solo estén a la venta online en nuestro país y no se puedan conseguir en una tienda física se debe a que, tal y como denuncia este empresario, “en España no hay casi ayudas para los emprendedores. Las personas se juegan la vida y su patrimonio para poder cumplir sus sueños, y tener un trabajo digno”.

Hace cinco años le cambió la vida

Este diciembre hace 5 años que estoy con la rehabilitación, ya puedo hablar correctamente, he recuperado la vista y bastante movilidad pero me falta mover la mano y el pie izquierdo”, relata Fernando. No obstante, todavía le quedan muchas metas que conseguir y ni sus dificultades móviles le impiden alcanzarlas. “En 5 años nos gustaría poder conquistar el mercado americano y Latinoamérica“, confiesa a 360 Grados Press.


Inma Gabarda

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