Los maestros de la clase

360gradospress se introduce en una concentración de la selección española de ciclismo adaptado para conocer de cerca a los campeones que han conseguido elevar el peso internacional de la disciplina en pista a cuotas inimaginables, desde el pundonor, la constancia y el instinto de superación diario.

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En la recepción del hotel se ultiman los detalles para salira una rutina de carretera. Ha habido cambio de planes y la sesión matutina serealizará en el exterior en vez de en el velódromo Luis Puig de Valencia, comopreveía el programa de entrenamientos. Unos juegos escolares lo impiden. ¿AAlberto Contador o a Joan Llaneras, por poner un ejemplo de pista, les hubieranhecho lo mismo? A nuestros maestros de la clase les da igual. A ellos lo queles importa son las ganas de pedalear y de alimentar el buen ambiente que reinaen la última concentración de la selección nacional de ciclismo adaptado antesdel Campeonato de España que acogerá la semana que viene Palma de Mallorca comoprueba preparatoria para el Campeonato del Mundo que se celebrará en Italia elpróximo mes de marzo.

Al hablar de paraciclismo lo hacemos de pequeñas historiasreunidas en torno al afán de superación diario, anónimo y solitario trasaccidentes que truncan vidas a priori diseñadas para vivir en el molde de lasociedad de consumo o bajo la discapacidad heredada de nacimiento. De una formau otra, el equipo que 360gradospress encuentra en la recepción del hotel es unapiña dispuesta a salir a la carretera. Uno de sus componentes es Juanjo Méndez,que tiene amputados la pierna y el brazo del lado izquierdo, que prepara subicicleta con la ayuda de José Luis, mecánico de la Federación Española deCiclismo (RFEC), que desde que la Unión Ciclista Internacional (UCI) así lorequirió ha asumido la gestión de la disciplina.

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El otro mecánico es César, quien asume por unos momentos lastareas de fotógrafo improvisado porque “a Félix -García Casas, elseleccionador- le gusta tener material de los entrenamientos y de lasconcentraciones”, matiza antes de invitar a 360gradospress a ocupar la partetrasera del vehículo de apoyo que acompañará a los ciclistas en suentrenamiento matutino por varios caminos rurales de la huerta de Valencia.César tiene una experiencia de 20 años como mecánico de paraciclistas. Él y sucompañero acumulan citas paraolímpicas en Barcelona, Atlanta, Sidney y Pekín y siempreacompañan a la selección en sus concentraciones. Destacan el voluntarismo quesu tarea requiere: “La Federación ha asumido la gestión del paraciclismo pero,al igual que otras modalides ya tienen sus mecánicos y su gente, en losadaptados hay que ejercer un poco de ‘McGyver’”.

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Las bicicletas que llevan estos ciclistas son diferentesentre sí, adaptadas a las circunstancias personales de cada deportista. Los quetienen alguna extremidad mutilada utilizan piezas personalizadas y prótesisadaptadas a su situación; los ciegos pedalean en un tándem guiado por un ciclistasin discapacidad… Cada deportista es un mundo y los fabricantes de bicicletas “noproducen piezas homologadas para cada circunstancia, por lo que si en elciclismo profesional somos ‘cambiapiezas’, en el ciclismo adaptado es dondeverdaderamente nos sentimos mecánicos”, indican ambos profesionales mientras nodesvían la mirada del pelotón que llevan delante de sí por si requierecualquier apoyo técnico. Con todo, aclaran que para ellos la disciplina tambiénes la más voluntarista y generosa: “Siempre venimos como favor porque somosexciclistas, porque conocemos a casi todos y porque no te cuesta aunque tampocoganas”.

El seleccionador, Felix García Casas, encabeza el pelotón dedoce ciclistas, guiado por un aficionado local que ha querido ejercer demaestro de ceremonias a la hora de conducir a sus compañeros por una ruta deentrenamiento apropiada. Dos horas de carretera que no son ajenas a imprevistoshabituales, como paradas para orinar, pinchazos y quejas de conductores que nisiquiera advierten de que los deportistas que circulan por la carretera sonadaptados. “Es algo normal, muy distinto a cuando circulas por Bélgica uHolanda, donde respetan al ciclista”, comenta José Luis, el mecánico.

‘Capaces de superargrados de discapacidad con el máximo rendimiento’

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Lo que más valora el seleccionador de su equipo es que “soncapaces de superar cada uno su grado de discapacidad, unos con adaptaciones ala bicicleta, otros sin ella, alcanzando marcas importantes. Cada uno es un mundoy cada nivel de discapacidad es particular, pero dentro de sus posibilidadesobtienen el máximo rendimiento”. Porque detrás de cada ciclista hay una historiade superación y más de una medalla. El mencionado Juanjo Méndez, que obtuvo bronceen Pekín (su segunda presea paralímpica sumada a seis mundiales y 15campeonatos de Europa), con 28 años sufrió un accidente de moto y comenzó ahacer bicicleta para adelgazar. De ahí nació un campeón y una intrahistoria de superacióndiaria que César valora por encima de cualquier otra: “Es increíble cómo teniendolos problemas que tiene demuestre esas ganas de subirse a la bici; el simplehecho de sobreponerse a un accidente es la leche y si a eso le sumas el afán depracticar un deporte, más todavía”.

Los que rodean a Méndez hablan de él con la misma pasión quela utilizada para referirse a cada uno de los casos de superaciónejemplificados por el resto de corredores de la concentración: Raquel Acinas,Pablo Jaramillo, Maurice Echkart, Christian Venge, David Llauradó, Miguel ÁngelClemente, Diego Javier Muñoz, José Enrique Porto, José Antonio Villanueva yRoberto Alcaide. Todos, como reconoce el seleccionador español, “acudirán a lacita mundialista con opciones de medalla en cada una de sus modalidadesdeportivas” (persecución, velocidad en tándem y por equipos, la prueba delkilómetro –masculino- y la de los 500 metros –femenino-).

El tándem

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La dedicación de algunos de estos ciclistas encuentra en elapoyo de otros deportistas sin discapacidad un papel necesario. Es en el casodel tándem. El piloto, o ciclista cabecero, es quien guía al copiloto, ociclista trasero, debido a la discapacidad visual del segundo. Así, de losnombres de esta concentración, tanto José Antonio Villanueva como DavidLlauradó son profesionales que han optado por dedicar su carrera de ciclista ala modalidad adaptada. Precisamente, Llauradó (oro en contrarreloj en Pekín conChristian Venge y plata en la categoría de persecución en tándem), subraya que “todoempezó como algo casual y ya acumulo 10 de competición con Christian. Hago unapreparación en la categoría individual élite sub-23 con el objetivo de estar alcien por cien en el tándem paraolímpico”.

El ciclismo adaptado se estructura por categorías en funciónde la discapacidad del deportista. Aún así, “no es difícil caer en lainjusticia de ver a un deportista como Juanjo Méndez, con brazo y piernamutilados, competir en la misma clase que un ‘PC’ (ciclista con parálisiscerebral) sin problemas físicos”. En este sentido, el seleccionador está a laexpectativa de cómo afectarán los cambios de clases anunciados por la UCI parael próximo mundial de la disciplina en Italia: “No sabemos todavía cómo nosafectará o cómo nos beneficiarán los cambios hasta que no nos los encontremosen competición”.

Cantera

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Uno de los aspectos llamativos de las concentraciones delciclismo adaptado es que están abiertas a la participación de cualquierciclista que “quiera acercarse a entrenar con nosotros, incluso a la toma detiempos. Lo que sí es un coto cerrado es la selección nacional, donde están losmejores y lo que se debe hacer es demostrar que estás dentro de los mejores conla toma de tiempos en un velódromo porque en la pista es muy medible elrendimiento, tanto en persecución como en la prueba del kilómetro”. Se trata defomentar la cantera de talentos. De fondo, los juegos paralímpicos de Londres2012.

 

Estefanía G. Asensi

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