España es potencia europea de una modalidad de gimnasia poco extendida. El Valencia Mar es una de sus referencias
Ó.D., Valencia. La gimnasia, en sus modalidades rítmica o artística, es un deporte que pocas veces el espectador de a pie sigue más allá de las citas olímpicas. España ha dado nombres significativos en ambas disciplinas, desde Laura Muñoz hasta Jesús Carballo pasando por Gervasio Deffer, uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos si tenemos en cuenta los metales conseguidos en los tres últimos JJOO. Pero si las modalidades en las que han destacado estos deportistas son minoritarias, los que pertenecen a otra vertiente de la gimnasia menos populista, la aeróbica, caen en el olvido. Ha llegado el momento de saber que la selección española de la disciplina, a pesar de ser el equipo de un país con muy pocas licencias en comparación con las todopoderosas repúblicas de los países del este de Europa, es una referencia obligada en el concierto internacional. El Valencia Mar de Burjassot y el Aeróbic de Moncada son los clubes que alimentan a la selección, los que más metales guardan en sus vitrinas y las que han abierto el camino para que España pueda impulsar en un futuro próximo la inclusión de este deporte como olímpico.
360gradospress ha estado una jornada con el Valencia Mar. Benjamines, infantiles, alevines, junio y senior. Cinco categorías para 30 gimnastas, 29 chicas y un chico. “En Francia da envidia ver la cantidad de chicos y de licencias que tiene la gimnasia aeróbica”, matiza el delegado del club y padre de una de las gimnastas, Guillermo Milotich. A pesar de no tener el arraigo que presenta la gimnasia aeróbica en el país vecino, las gimnastas del Valencia Mar son de las más laureadas de Europa en los dos últimos años. Entrenan de lunes a sábado cuando no hay competición y añaden a la preparación el domingo si el calendario marca citas en torneos. Cuentan con escasos apoyos para los gastos ordinarios de desplazamientos, por lo que “solemos ser los padres los que tiramos del carro con lo que llamamos papá y mamá punto com”.
Defienden los colores de su club en las competiciones nacionales y los de la selección española cuando salen a competir en los torneos internacionales, en los europeos y en los mundiales. Están acostumbradas a entrenar hasta conseguir los movimientos aeróbicos perfectos, los que atraen la valoración del jurado hacia cotas de éxito. Forman parte de uno de los clubes de gimnasia aeróbica más laureados de Europa. La entrenadora se llama Cristina Pérez, quien “tiene mucha mano para encontrar gimnastas de éxito”, aclara Guillermo, convertido también en relaciones públicas del equipo. Quieren en España se empiece a hablar de la gimnasia aeróbica, de lo que hacen, algo que difícilmente ocurrirá si no forma parte de los deportes olímpicos.
“Son muchas horas de entrenamiento y el reconocimiento que tienen es mínimo, porque es un deporte poco conocido. Aún así, no paran de traer constantemente éxitos a España y a la Comunidad Valenciana”, lamenta Milotich. Próxima parada internacional, el europeo que acoge al ciudad checa de Liberec, el próximo mes de noviembre.
S.C.