El fantasma de la 33

La Copa del América se celebrará en febrero de 2010. Visitamos las bases de los equipos que participaron en la 32

F.C., Valencia. La 33 edición de la Copa del América se disputará en febrero de 2010. Esa es la decisión anunciada esta semana por la juez de la Corte Suprema del Tribunal de Nueva York, Shirley Werner Kornreich, aunque el defensor del título, el Alinghi, puede pactar con el desafiante, el BMW-Oracle, el lugar donde finalmente se celebre. Con todo, y si no llegaran a un acuerdo a través de los mediadores que designen cada uno de los dos equipos para elegir el escenario, seis meses antes del inicio de la competición el defensor tendrá que anunciar la sede finalmente escogida.

Valencia se erige como una opción más, no habría sido así si la Copa se hubiera disputado esta primavera, pero el litigio emprendido por el sindicato norteamericano desde que el Club Naútico Español de Vela (CNEV) presentara su Desafío para la nueva edición, justo al finalizar la 32 en Valencia, frenó las aspiraciones de la capital del Turia. Al ser invierno y estar en el hemisferio norte, la ciudad valenciana puede verse apartada de la organización de la 33 si el Alinghi así lo considerara. 360gradospress ha visitado las instalaciones de la 32, donde permanecen las bases de los equipos bajo mínimos, reflejo de la incertidumbre acumulada por regresar a la competición que ha convertido la dársena del puerto en un lugar fantasmagórico.

Hace menos de dos años, el Alinghi entraba triunfal en la dársena, convertido en el defensor de un título que ganó al New Zealand Team. Pocas horas después, el Club Náutico Español de Vela (CNEV) presentaba su Desafío para una nueva edición como desafiante de referencia (Challenge of Record) y Alinghi lo aceptó. Pero los norteamericanos del BMW-Oracle se mostraron en desacuerdo apelando a la escasa tradición del CNEV y comenzaron un litigio que sacó al Desafío español del cuadro y aplazó la celebración de la 33, prevista para la primavera de este año en Valencia, que ahora el tribunal ha fechado en febrero de 2010.

Incertidumbre y abandono
Las instalaciones de la Copa del América en Valencia reflejan abandono. Lo efímero de su condición se acrecienta por la escasa presencia de los componentes de los equipos. Sólo en las bases del Alinghi, del BMW Oracle y del Desafío Iberdrola hay un poco de vida. Sin embargo, es una presencia testimonial, donde es difícil saber si hay alguien más allá de cuatro luces encendidas dentro de cada instalación. Un teléfono móvil colocado en las puertas de acceso es la única forma de comunicarse con los equipos. El número corresponde al del seguridad que vigila las instalaciones y que despacha a repartidores, albañiles y curiosos con tono notarial.

En los días en los que la 33 se tendría que estar disputando, en plena primavera de 2009, las calles de la dársena están olvidadas. Turistas en bicicleta, operarios que comienzan a rediseñar el circuito de Fórmula 1 y algún que otro bañista se difuminan en una instalación vasta que aún conserva paneles informativos de la edición 32 celebrada en 2007. Bajo las atarazanas del puerto permanecen levantados, empolvados y descoloridos, los paneles de la exposición histórica de la Copa del América. Allí mismo, otro panel advierte con tono profético que ‘No hay segundo’, como si hace dos años ya se supiera que no habría una segunda vez en Valencia.

S.C.

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