Pop, rock, folk Una vez tocan una canción, queda demostrado que no existen etiquetas que valgan. Ellos son Moonflower, un grupo que en poco más de un año se ha constituido, ha tomado forma, ha pasado por un estudio y ha sacado un álbum, el primero para ellos, First Time. 360 Grados Press ha tenido la oportunidad de conocerlos en su versión más pura e íntima: en su particular rincón de ensayo.
Una pequeña buhardilla aislada de manera artesanales espacio suficiente para dar rienda suelta a las buenas vibraciones, tantomusicales como personales. Así lo demuestra Moonflower, un grupo que pareceestaba predestinado a existir. Sus cuatro integrantes (María, Josep, Thomas yNacho) fueron conociéndose poco a poco, podría decirse que por mero caprichodel destino. “Yo estaba sola e intentaba hacer algo con mi música. Había tenidoalgún proyecto anterior en el que había intentado poner alguna de miscanciones, pero no había cuajado. Tocaba en acústico, pero sentía terror a hacerlosola. Buscaba gente para tocar, pero es muy difícil coincidir en gustos. Asíque hubo un momento en que desistí y entré a tocar el bajo en el grupo deJosep. Pero el grupo se disolvió y pensamos ¿Por qué no intentarlo nosotros?.Ahí fue cuando vinieron los momentos desuerte uno detrás de otro. Conocimos a Thomas, que buscaba grupo por Internet,y a Nacho, con el que teníamos amigos comunes. Así, casi sin comerlo ni beberlo,formamos un grupo”, narra María, la cantante.
Desde este nacimiento hasta el primer discoprofesional del grupo apenas ha transcurrido un año. Pero el mérito de los Moonflowerno solo reside en la rapidez con que han realizado su trabajo, sino también enlas condiciones: como les ocurre a muchos otros grupos, ninguno de ellos vivede la música, por lo que compaginan la que es una de sus mayores pasiones consus respectivas vidas laborales. Así, los ensayos no se conciben más que por lanoche. Pero más allá de los horarios intempestivos, existe otro mal común: lapresente coyuntura musical. “En España no hay dinero para la música. Lo tienesque hacer tú todo, porque nadie va a apoyarte en nada”, apunta Nacho, elbajista.
Es por ello que FirstTime se haya concebido como un disco autoproducido y autoeditado, unatendencia cada vez más general en aquellos grupos que comienzan; tendencia que tambiéntiene sus ventajas. En palabras de Josep, guitarra de esta formación: “Lo buenode autoproducirse es que nadie te impone lo que tienes que hacer en undeterminado momento. Las discográficas siempre te marcan un camino y hubierasido muy difícil sacar un disco como el que hemos sacado”.
Efectivamente, quizá sea gracias a esa libertad quese haya logrado este particular resultado. Porque First Time es como un conglomerado de diferentes matices que hanlogrado una unidad plena. Así, canciones que fueron concebidas por María comosolo voz y guitarra se han visto complementadas a la perfección por el aporteque cada uno de los integrantes ha hecho a ellas a posteriori. De esta forma, seconsigue una armonía a pesar de la diversidad de estilos que se da a lo largodel disco, incluso en una misma canción.
Y algo similar ocurre con el lenguaje: este primerdisco de Moonflower comprende canciones en castellano y en inglés, una fórmulaque puede contrariar a más de uno, pero que este trabajo ha demostrado quepuede funcionar sin problema. “Las canciones van surgiendo cada una en suidioma. Si supiera más idiomas, seguramente cantaría en más idiomas. Los veocomo un vehículo más de expresión. No entiendo tener que elegir entre cantar encastellano o en inglés, sería como coartar mi forma de expresarme”, argumentaMaría.
Con todo, los Moonflower afirman unánimemente habercerrado un 2011 pletórico. El lanzamiento de un primer disco lo acredita. Perocabe decir que éste no hubiese resultado posible sin la participación demuchos. Es el caso, por ejemplo, de Virginia Iranzo, Carlos Soler y ChemaMendizabal. Todos ellos son también músicos que han colaborado desinteresadamentedel proyecto para hacer de él algo totalmente profesional. En definitiva, hantrabajado en conjunto para poner en valor la música y el esfuerzo personal quehay detrás de cada acorde.
El resultado final es la mejor prueba de ello. Así,aunque esta formación ya ha puesto en circulación su primer disco vía Internet,quiere dar buena cuenta de ello con una presentación en directo. Y la ilusiónes patente. “Habrá tensión, que no presión. Hacer un concierto con tensiónayuda al músico a estar concentrado y a darlo todo en el escenario. Por ello,estamos seguros de que será un estreno positivo y esperamos que haya muchagente”, comenta Thomas, el batería.
Este concierto de presentación tendrá lugar elpróximo sábado 28 de enero a las 22:30 horas en la Sala Matisse (Valencia). No serála primera vez de los Moonflower sobre un escenario pero, sin duda, apunta aser el comienzo de una prometedora trayectoria musical.
Másinformación acerca de Moonflower y su música en su página web o en sus perfiles en Twitter y Facebook.