Esta semana 360 Grados Press conoce el talento y la simpatía de una de las caras más conocidas y queridas de la televisión, Melani Olivares, conocida por su papel de Paz en la serie “Aída”, personaje que no le está limitando, pasada la resaca de despedida, a la hora de emprender otros proyectos tanto para cine y teatro como para televisión.
A todo tren. Así vive actualmente su día a día la actriz Melani Olivares (@MelaniOlivaresM), a la que recordamos por su memorable papel, durante nueve años, de Paz, en la exitosa serie Aída. De casa al colegio de sus hijas, de ahí a torrarse bajo los focos del set de rodaje para luego seguir con el plató de televisión y, con un gran salto, llegar a plantarse sobre las tablas del teatro para representar Al final de la carretera, que actualmente gira por los teatros españoles bajo el amparo de un éxito arrollador. Una vida muy ajetreada que no le impide seguir amando su profesión y compartir su tiempo con el cariño de sus hijas. Madre y actriz, ante todo.
¿Qué tal está siendo la resaca de Aída, tras su despedida en junio?
Ha habido un cambio totalmente radical, ya que teníamos mucho que nos unía a la serie, pero todo acaba. Hay que saber pasar página y emprender nuevos caminos.
¿Te siguen llamando Paz por la calle?
Por supuesto que me siguen llamando Paz por la calle, pero no me importa seguir abanderando ese personaje, porque a la gente le hizo feliz y siempre te hablan con cariño. Eso me encanta.
¿El gusanillo de la interpretación te viene ya de familia?
Que va, no tengo ningún familiar que se haya dedicado a la interpretación. Yo venía de la danza clásica, que me encantaba, pero era una disciplina muy rígida. No tengo la actuación como algo vocacional. De hecho, realmente no me interesó hasta que comencé a hacer anuncios de televisión. Ahora no me podría dedicar a otra cosa.
A pesar de tanto trabajo, consigues compaginarlo con tu vida familiar, ¿no?
La verdad es que voy a tope como cualquier madre, no paro un minuto. Pero las mujeres somos muy duras y tenemos capacidad suficiente para llevarlo todo adelante.
Actualmente preparas serie en Antena 3, Bajo sospecha, donde interpretas a la tía de una niña desaparecida el día de su comunión.
Sí, tenía muchas ganas de hacer un personaje como el de Inés Vega, de fuerte carácter y pasado tormentoso, muy diferente al de Paz. Espero que guste la serie, cuyo estreno está previsto para enero.
También has finalizado este verano tu participación en la película de Joaquín Oristrell, Hablar, que, por lo visto, ha sido muy enriquecedora.
Sí. Estoy muy contenta con este trabajo, ha sido un trabajo muy gratificante. Es la primera vez que se hace una película toda entera en plano secuencia y haber participado en un experimento así ha sido todo un lujo. La experiencia es increíble, maravillosa, ya que no te puedes equivocar y te tienes que compenetrar con todo. También estoy enfrascada en la película “El siglo de la castaña”, junto a Juan Diego Botto.
También te encuentras sobre las tablas estas semanas. ¿Qué tal está funcionando Al final de la carretera, de Willy Russell?
Salgo muy feliz cada día del teatro, con un “pellizquito”, y la gira por España está yendo genial. Tengo un personaje muy diferente a mí, pero cada papel te aporta experiencias y profesionalidad en tu trabajo.
Has hecho de todo en el mundo de la interpretación, pero, ¿hay algo a lo que no te atreverías a la hora de trabajar un papel?
Alguna vez he tenido que decir que no a un papel. La última vez este año, ya que me propusieron el papel de una mujer gitana, de marcado acento y expresión muy corporal para la película “Dos a la carta”. No me veía en ese personaje. Finalmente, Rober Bellsolà, el director, prefirió adaptarlo a mí. Me ha gustado ese trabajo.
¿Qué sueño tienes para el futuro?
Sin duda, deseo tener más tiempo para mis hijas. No pido más.
¿Te queda algún papel deseado por alcanzar?
Me encanta mi profesión y no tengo la sensación de que deba llegar a ningún lado, ni de alcanzar ninguna cumbre. Por el camino ya me entretengo.
David Barreiro