La búsqueda del tesoro con GPS

Hay quienes utilizan los navegadores cuando se han perdido. Y los hay también que se sirven de ellos en su tiempo libre por el mero placer de descubrir lo que otros han camuflado por el camino. Esta semana en 360 Grados Press nos aproximamos a esta particular afición.

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El gobierno estadounidense desencriptó las señales del sistema de posicionamiento global por satélite – más comúnmente conocido por las siglas GPS – en el año 2000, de manera que los correspondientes dispositivos pasaron a ser hasta diez veces más precisos. “Un hombre del estado de Oregon quiso probar su eficacia, así que escondió un recipiente, buscó sus coordenadas y las publicó en Internet, desafiando a la gente a que lo encontrase. Alguien lo hizo tres días más tarde“, prosigue con la historia Eric Schudiske, el gestor de comunicación de Groundspeak, Inc. Así fueron los comienzos de Geocaching.com, una comunidad que pertenece a dicha empresa especializada en tecnología de localización y que promueve un juego al aire libre basado en eso mismo. Porque lo que pudo quedar en una anécdota se convirtió no sólo en la primera piedra de una sociedad anónima, sino también de una red global. Siguiendo con las palabras del entrevistado: “Tan sólo cuatro meses después de aquello, esta plataforma se puso en marcha con 75 emplazamientos de geocachés. Hoy, hay más de dos millones y medio de estos contenedores ocultos por todo el mundo esperando a ser hallados“.

 

Una vez sobre el terreno…

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Si se coge alguno de los objetos de dentro del recipiente, dejar otro de igual valor o, en todo caso, superior; firmar el libro de registro que todo geocahé ha de incluir; volver a dejarlo todo exactamente en el sitio donde fue encontrado y registrar la experiencia en el portal oficial. “Que los geocachés estén marcados como tales claramente y que sean herméticos es lo más importante”, matiza Eric. En resumidas cuentas, estas son las reglas básicas del juego. A partir de ahí, no hay nada escrito sobre contenedor ni contenido. “En su interior, habitualmente, hay baratijas, como pueden ser coches de juguete o pelotas de goma“, explica este gestor comunicativo. Aunque aparentemente modestas, las pertenencias confiadas suelen tener simbolismo o cierto atractivo con vistas a sorprender a los otros participantes, especialmente cuando de niños se trata. Asimismo, las ubicaciones pueden variar según niveles de dificultad del 1 al 5; yendo desde enclaves urbanos diversos, como un parque, hasta lugares más extremos. Sea como sea, todas las opciones constan en el mapa de la web para que cada cual elija qué ‘tesoro’ cazar o, incluso, diseñe una ruta.

 

¿Pero por qué enrolarse en esto?

En total, más de seis millones de personas forman parte de la comunidad Geocaching. El simple entretenimiento invita a iniciarse en dicha actividad. No obstante, este motivo parece evolucionar a medida que el juego avanza. “Esto da a la gente una poderosa razón para sondear el mundo que les rodea. Hay algo en nuestro ADN que quiere ver qué nos espera al girar la esquina o en la otra punta del país y el Geocaching es la herramienta que alimenta esa inquietud. Cada geocaché ofrece una historia viva de un punto geográfico concreto y quienes la encuentran pasan a interpretar un pequeño papel en ella, subiendo una fotografía o reemplazando los objetos para que otros los descubran. Y, conforme la web y las aplicaciones son más fáciles de usar, cada vez más personas hacen de esto una manera asequible de conectar con amigos, de hacer ejercicio y de explorar“, argumenta este miembro de Groundspeak Inc. De hecho, un reciente estudio de la Universidad de Texas al respecto apunta que aquellos que practican Geocaching tienen un 5% menos de probabilidades de padecer obesidad, mejoran su salud y, en consecuencia, son más felices.

 

En todas partes y sin parar

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Desde la propia organización indican que lo más aconsejable es buscar unos cuantos geocachés antes de esconder alguno, de forma que se puede adquirir una idea previa del “paisaje” de la iniciativa, así como averiguar en primera persona qué es aquello que puede mejorar la experiencia de los demás. Con todo, el Geocaching ha logrado extenderse especialmente donde nació, es decir, en Estados Unidos; pero la difusión sigue fronteras hacia fuera. “Por ejemplo, en España, con más 40.000 contenedores escondidos por todo el país, se encuentran algunas de las mejores localizaciones. Muchas de las favoritas están en las islas, pero ya hay por casi todas las ciudades“, ilustra Eric. Y la aventura continúa: la intención de Groundspeak Inc. es hacer aún más accesible la plataforma de juego para móviles e introducir nuevas opciones para los usuarios. “De esta forma, creo que el Geocaching permite que cada persona escriba un capítulo propio y conecte con una comunidad global que no entiende de límites lingüísticos ni políticos“, concluye.


@LaBellver

Lorena Padilla

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