Para los amantes de lo retro y lo vintage, para los nostálgicos de las antiguas Polaroid y los apasionados de la imagen del aquí y ahora. La fotografía analógica se resiste a desaparecer de la mano de artistas como Viveka Goyanes de Miguel, amante de la lectura, Venecia y otras ciudades decadentes, las antigüedades y todo lo que despierte curiosidad. En una entrevista a la artista y diseñadora de moda, 360 Grados Press se sumerge esta semana en el mundo de la fotografía instantánea.
En el año 2008, Polaroid anunció que dejaría de producir película fotográfica para sus cámaras instantáneas. En ese momento, muchos pensaron que el mundo de la fotografía instantánea no tardaría en desaparecer, que en breve se convertiría en un arte tan nostálgico como lejano. Todas esas personas se equivocaban. La fotografía instantánea sí es nostalgia, pero también es una forma de arte única y viva que está regresando con fuerza, arraigado en comunidades artísticas de lo más diversas. En una fusión entre arte, diseño y moda, Viveka plasma su objetivo en el pasado y, como en uno de sus últimos proyectos, apuesta por la fotografía analógica.
¿Qué significado adquiere para tí la palabra “vintage”? ¿Porqué te apasiona esta tendencia? Entiendo como vintage el nombre que le damos a todos los objetos que por su diseño o apariencia remiten directamente a la época pasada de la que proceden. Me encanta porque me interesa mucho la historia del arte y la concepción del diseño que se tenía en el pasado, tan diferente a la de nuestra época en la que impera la producción rápida. Los objetos vintage están impregnados de un gran efecto de cápsula temporal que nos transporta.
¿En cuanto al arte fotográfico, crees que existe una nueva tendencia analógica? Creo que la fotografía analógica siempre ha estado ahí y hay muchos fotógrafos o artistas que han trabajado con ella a pesar de que vivamos en la era digital, pero es cierto que se ha popularizado mucho en los últimos años; quizás tenga que ver con una recuperación general de una estética vintage o retro que incluso podría llegar a ser considerada una tendencia: lo viejo es moderno.
¿Qué te ofrece una cámara analógica, que no te ofrezca una digital? Lo que me gusta de la fotografía instantánea es que hay un componente de azar del que no se puede escapar y el resultado de la imagen es, además, un objeto único. También me interesa el aire que tienen las fotografías de recuerdo, como si la foto instantánea remitiese directamente a un momento muy concreto e irrepetible del pasado, me parece que se hace más patente en este tipo de fotos que en ninguna otra.
Muchos fotógrafos admiten que lo analógico no es incompatible con lo digital: “Posiblemente lo digital es lo que está pasado de moda. Ahora se llevan las corrientes más home made, la customización. Lo analógico no solo ofrece mayor calidad, sino que además tiene un punto artesanal importante. A lo mejor tienes la sensación de que gastarte 20 euros en un cartucho de 8 fotos es caro. Pero eso te lleva a poner el acento en algo que se ha perdido con la cámara digital: la importancia del disparo. Al final, lo que tienes es una copia física única e irrepetible. Ese punto sentimental, de cuidar más lo que haces, nos encanta. Ni siquiera un carrete de película te daba esa oportunidad”.
Podemos ver que tienes un estilo bastante personal, ¿cómo lo definirías?. ¿Qué intentas transmitir a través de tus fotografías? En foto no sabría decir si todavía tengo un estilo determinado, pero, en general, la obra fotográfica en la que he participado o que he realizado ha estado conectada con la expresión y búsqueda de la identidad; en el pasado manifestada como una representación estética, inventando personajes para los que diseñaba el vestuario, pero en los que siempre había un poso de verdad y actualmente identidad en relación con la memoria, las localizaciones físicas y la empatía es lo que más estoy investigando, por ejemplo presentando las imágenes en dípticos puedo generar escenas, relacionar un personaje con un entorno y crear atmósfera.
¿Qué función dirías que cumples como artista y como persona? Intento, a través de mi obra, reflexionar sobre cuestiones universales que nos afectan a todos como pueden ser la citada cuestión de la identidad, la decadencia y el paso del tiempo o la muerte misma desde el distanciamiento y una perspectiva personal y crítica.
La fotografía instantánea que tantas sonrisas y colores había inmortalizado desde 1948 ha vuelto para quedarse. Son muchos los artistas que han encontrado diferenciación, exclusividad y expresión a través de la “fotografía del pasado” y Viveka Goyanes de Miguel es un claro ejemplo de ello. ¿Quién diría que los jóvenes de hoy sostendrían entre sus manos papel fotográfico en busca de una foto única e irrepetible? Tal como se suele decir, los grandes clásicos nunca mueren.
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