Construye tu propio robot o diseña tu ciudad este verano

Mochila, cantimplora y tienda de campaña. Esta es la imagen que se tiene de los campamentos de verano en los que los niños comparten unos días en plena naturaleza con actividades como el vivac o la yincana. Hoy en día lo más demandado son los campamentos tecnológicos, en los que se aprende robótica o programación, o actividades relacionadas con la creación y la innovación. En 360 Grados Press hemos hablado con algunos de ellos para que nos expliquen cómo se divierten los más pequeños mientras aprenden el futuro.

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Aquí la que escribe recuerda ir desde muy pequeña a campamentos de verano en plena naturaleza, rodeada de tiendas de campaña, tirolinas, excursiones, yincanas y piscinas. Más adelante, los campamentos estaban más relacionados con el baloncesto y con el inglés; pero de esto hace muchos años, aunque muchos continúan en marcha. No obstante, desde hace unos años han surgido otro tipo de actividades muy demandadas orientadas a las nuevas tecnologías y al desarrollo de la creatividad.

 

Es el caso de Marina Genius Lab en València, un campamento en el que niñas y niños tienen un reto: diseñar la ciudad. “Nuestra propuesta para la actividad de verano es un laboratorio de innovación que aborda el gran reto de la ciudad desde distintas perspectivas: la alimentación, los barrios, las viviendas, las fábricas, la tecnología y el turismo”, explica la organizadora del campamento, Ana Carrau, CEO de Chiquiemprendedores.

 

Así pues, a través de una metodología basada en Design Thinking, los 40 pequeños que van a participar desarrollan todo su potencial creativo en este desafío concreto. Para ello, cuentan con un variado programa que va desde lo más conceptual hasta la realización física de una maqueta gigante de la ciudad que plasmará sus ideas y que podrá ser visto el último día. Todo ello en un entorno privilegiado, en las instalaciones de Insomnia, dentro del hub de innovación y emprendimiento que se está desarrollando en La Marina de València.

 

Los padres suelen ser los que motivan a sus hijos a asistir a este tipo de campamentos. E incluso llegan a crear uno, como el caso de Jesús Ángel Bravo, que en 2011, viendo que no había nada similar en España, puso en marcha Camp Tecnológico. “Unos amigos de Estados Unidos nos hablaron de ellos y me despertó la idea, ya que por aquel entonces mi hijo tenía 11 años –comenta- Lo expliqué a la Agencia Tecnológica del País Vasco y me ayudaron a montar un primer campamento de robótica y programación al que vinieron 250 niños”.

 

Así pues, Jesús vio que existía una demanda latente en este tipo de campamentos en los que se combina ocio con formación. Empezó de forma similar a como lo hace una startup y hoy se ha extendido a otras tres comunidades. Desde entonces han pasado más de 10.000 niños, impulsados, sobre todo, por talleres de programación de videojuegos 3D con Unity, el videojuego Minecraft o robótica. De hecho, uno de los proyectos que más les llamó la atención consistía en controlar un robot desde el móvil, ya que normalmente se hace desde el ordenador.

 

También fueron unos padres que querían que sus hijos aprendieran sobre nuevas tecnologías e informática los que conformaron en 2013 Con Más Futuro, hoy presente en cuatro comunidades. “Tras un tiempo dando clases de informática durante los fines de semana, encontramos a padres que nos demandaban campamentos de este tipo, en los que aprendieran a programar, a diseñar videojuegos y, sobre todo, a divertirse con la tecnología“, recuerda Ana Monte.

 

No solo aprenden a programar, sino también a diseñar su propio mando con el que jugarán con el videojuego que han creado. Este campamento para alumnado a partir de 13 años incluye aprendizaje, diversión, trabajo en grupo, y permite ponerse a prueba para darse cuenta de que pueden realizar grandes proyectos. Los más pequeños, a partir de 5 años, pueden aprender iniciación a la robótica con el taller “Mi amigo es un robot”, donde programan Bee Bots, Dash & Dot, Lego Wedo y desarrollan juegos o yincanas.

 

Según señala Ana, el proyecto estrella es aquel que se desarrolla con la placa Arduino, con cuya tecnología el alumnado ha desarrollado un robot BB8 de Start Wards, un vehículo anfibio, un Laser Tag con conteo de disparos y “casi cualquier cosa que se les pase por la cabeza”. Un verano diferente en el que, además de disfrutar de la tecnología, lo pueden hacer en un entorno natural como las Hoces del Duratón (Segovia).

 

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Emprendedores de nacimiento

 

Ana Carrau explica que los niños y niñas son emprendedores natos, por lo que hace falta este tipo de actividades: “Son creativos, cooperativos, empáticos y comunicativos. El sistema educativo acaba alineando y diluyendo estas habilidades, que cuando somos adultos tenemos que recuperar a la desesperada. Desde nuestro programa tratamos de mantener viva esa forma de pensar y actuar, ayudándoles a ser críticos con lo que les rodea y demostrándoles que tienen el poder para cambiar y mejorar lo que no les gusta”.

 

Además, los niños y niñas que participen en Marina Genius Lab podrán conocer a agentes del ecosistema de innovación de València, tanto aceleradoras como empresas y asociaciones, para ayudarles con sus retos. Una forma de poder aprender de los mejores y absorber todo aquello que puedan ir conociendo durante el campamento, que ya suma cuatro ediciones.

 

Por otro lado, para atraer a un público más femenino, Jesús Ángel Bravo indica que han creado el perfil ‘Girls & Tech’. Así, han puesto en marcha un taller específico con programación y diseño e impresión de 3D. Por ejemplo, se puede desarrollar la maqueta de una casa, en el que también se construya la puerta del garaje y cómo accionarla, de manera que también trabajan domótica. De esta manera, han visto incrementado el número de niñas.


@_Guiomar_

Inma Gabarda

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