La Unión Romaní lleva a cabo múltiples acciones para acabar con la discriminación y la exclusión social que padecen los gitanos. Juan de Dios Ramírez Heredia, su presidente, es uno de los padres de la Constitución Española.
La comunidad gitana es una de las mayores minorías de la Unión Europea. Estigmatizados y rechazados desde su llegada a Europa y a España, esta etnia lucha día a día contra los prejuicios y las ideas preconcebidas que la sociedad tiene de ellos, con los que cargan como una losa. Estos tópicos e impresiones negativas que se suele tener de ellos les impide estar en igualdad de condiciones para encontrar trabajo e integrarse. Pero aun así no se rinden. Para ayudarles nace la Unión Romaní, una ONG gitana que trabaja por la promoción social del Pueblo Gitano. Son una federación con más de 100 asociaciones adheridas que llevan a cabo su labor por toda España realizando diferentes programas de educación, cultura, inserción laboral, salud, etc. y que tienen como objetivo acabar con la discriminación y la exclusión social histórica que padecen muchos gitanos en la actualidad.
Los orígenes del pueblo gitano.
Como explica la Unión Romaní en su página web, la teoría con más peso y consenso es que el origen de este pueblo se encuentra en la India, y su migración por el largo y ancho de nuestro mundo empieza en el siglo IX, cuando el Islam invade la India. Lo que se conoce como segunda migración tuvo lugar en el siglo XIII cuando los gitanos abandonaron sus hogares ante la invasión mongola de su territorio. Es este el momento en el que su éxodo ya es continuo. Según el doctor Donald Kernick, autor de varios libros sobre gitanos, y tal y como recoge esta ONG, su recorrido les llevó primero a Persia, dónde los migrantes indios de diferentes tribus se mezclaron y formaron un pueblo propio, denominado Dom o Rom. Pero muchos de ellos no se detuvieron allí, y siguieron su camino hasta Europa.
Dependiendo de las costumbres y de la zona geográfica en la que se van asentando y de la variante dialectal de la lengua que hablaban, se van configurando los distintos grandes grupos de gitanos que todavía hoy existen como son: kalé, lovari, sinti, kalderash y manouche. En un primer momento, resultan atractivos para sus nuevos convecinos, pero una vez se pierde el interés por lo desconocido, empiezan a ser vistos por los autóctonos como invasores, delincuentes y ateos. Para la Unión Romaní es en este momento en el que los romà empiezan a sufrir las persecuciones, castigos y racismo que perdura hoy en día. De entre ellas destacan por ejemplo, la esclavitud padecida en Rumania hasta el siglo XIX, donde incluso llegaron a ser castrados y el Holocausto nazi, en el que según Ian Hancock, investigador, escritor, y activista inglés romaní, se calcula que entre un 70% y un 80% de población gitana fue asesinada.
La Unión Romaní tiene mucha tarea por delante.
Su presidente es Juan de Dios Ramírez Heredia, que lamenta que los gitanos sean los grandes desconocidos, piensa que no hay un interés real en mostrar su cultura “aunque llevamos 600 años viviendo en España, y nos sentimos totalmente de aquí, pero por supuesto también gitanos“. Remarca que la gente los conoce solamente a través de lo que ve en los medios, o mediante lo que se pueda ver en la calle, pero la sociedad desconoce su historia y su idiosincrasia, lo cual alimenta los tópicos negativos a los que se enfrentan día a día. Estar considerados como gente vaga, que vive de la delincuencia, machista, sin interés en la integración, problemáticos, son estereotipos muy dañinos “y que se nos cuelga a todos, aunque no cumplas ni uno solo de los prejuicios, pero por ser gitano, para el resto de la sociedad, eres un maleante” concluye el señor Ramírez Heredia. Asegura además que la mayoría de los gitanos “somos gente de bien, trabajadora y con ganas de progresar y de darles a nuestros hijos una vida digna, pero a causa de estos estereotipos lo tenemos más difícil que los payos“. ¿Cómo combatirlos? “con un esfuerzo ingente“: con programas de ocupación, educación y desarrollo.
El presidente de la ONG explica que en su caso “la discriminación lleva a un proceso que es como el pez que se muerde la cola” ya que ser gitano condiciona a la hora de conseguir un trabajo, lo que les impide tener unos ingresos que les permitan vivir fuera de barriadas marginales “donde tus hijos van a tener una educación peor que el resto, y les perpetuará en los márgenes del sistema, dedicándose a la chatarra, o a la venta ambulante. Y así continuamente“. Reconoce que hay gitanos que hacen una vida totalmente normalizada, que viven en cualquier parte de la ciudad, pero que a no ser que sus rasgos le identifiquen totalmente, “quizá nadie sabe que es gitano, es lo que nosotros llamamos gitanos invisibles“.
La crisis económica ha afectado sobremanera a esta minoría social, ya que según el último informe FOESSA, el 72% de los gitanos viven en situación de exclusión, frente al 23,6% del conjunto de la sociedad. A pesar de ello poco a poco se va mejorando en materia de integración y desde la Unión Romaní aseguran que la Unión Europea se está marcando un objetivo claro, y es que la mayor minoría de la UE, que es la gitana, no puede vivir eternamente segregada y condenada a los márgenes de la sociedad. Por eso se están llevando a cabo planes integrales, estrategias nacionales, y muchas acciones que están destinadas a solventar esta situación de desventaja social. “pero todavía es pronto para saber si va a funcionar, sobre todo si no se tiene en cuenta a los propios gitanos para redactar y desarrollar estos planes, tal como la Unión Romaní ha denunciado en más de una ocasión” matiza Ramírez Heredia. Los primeros que predican con el ejemplo de la integración son ellos mismos pues el equipo de la Unión Romaní lo integran tanto payos como gitanos, porque entienden que solo con la colaboración de unos y otros “conseguiremos revertir las escandalosas cifras que sitúan siempre a la población gitana en el último peldaño del progreso social“.
Reducir la tasa de abandono escolar, uno de sus grandes retos.
Su asignatura pendiente sigue siendo la tasa de abandono escolar, que consideran escandalosa, y de la que no eluden su parte de culpa. Aun así consideran que la causa principal es que se quiere que los gitanos estudien en un sistema educativo que no tiene un cuenta su cultura, que no recoge en sus libros de historia quienes son, por lo muchas veces los alumnos gitanos se sienten excluidos del sistema y dejan de interesarse. “Asimismo,- añade el presidente- muchos alumnos gitanos acaban estudiando en escuelas gueto, en las que apenas se invierte, y donde el profesorado cada vez está menos concienciado de que hay otras vías“. Y los compara con otros centros “que creen en la inclusión de los alumnos gitanos” donde se están obteniendo unos resultados de éxito notables. Se caracterizan por abrir el centro a las familias, por hacerles participar, por tener en cuenta sus necesidades y sobre todo, por fomentar su cultura, su idioma, sus señas de identidad entre los alumnos. Estas escuelas son aún una minoría y con todo “es necesaria una inversión económica fuerte desde el Ministerio de Educación“.
Pese a que las mujeres padecen esa doble exclusión, por ser gitanas y por ser mujeres, son las jóvenes romà las que más llegan a la universidad y las que están accediendo a puestos de trabajo más relevantes. “Debemos fomentar su voz y su autonomía y dar a conocer su ejemplo para que el resto de jóvenes las vea como referentes.” señala el presidente de la Unión Romaní. Califica a las gitanas como “muy luchadoras” porque sacan adelante a su familia con mucho esfuerzo y por eso gozan de una admiración notable dentro de la comunidad “los gitanos siempre decimos que las mujeres son el motor de nuestra comunidad“, sentencia.
La lucha constante entre los gitanos y los medios de comunicación.
Desde la Unión Romaní se quejan de que hay ciertos programas televisivos que solo se centran en fomentar los estereotipos contra los que ellos se esfuerzan en luchar “solo salimos en programas tipo Callejeros, y ahora aún peor, en los shows de telebasura tipo Palabra de gitano, o Los Gipsy Kings“.Denuncian que aunque la prensa hace una labor “más contenida, aún tiene unos tics demasiado prejuiciosos“. Por ello anualmente elaboran un estudio sobre el tratamiento que reciben los gitanos en los medios, en el que “aún hay datos alarmantes“. El informe titulado ¿Periodistas contra el racismo? La prensa española ante el pueblo gitano 2014 revela que los periodistas siguen tratando la información sobre gitanos “de manera parcial y estereotipada, sobre todo en los contextos más peyorativos“. Para realizarlo se han analizado un total de 2.273 informaciones sobre la comunidad gitana recogidas en 268 medios de prensa escrita y digital en 2014.De entre sus resultados, destaca por ejemplo que el 20,41% de las informaciones sobre gitanos recibieron un tratamiento negativo, siete puntos más respecto al anterior estudio. Esta cifra asciende a más del 70% en noticias sobre delincuencia, drogas o agresiones. Para elaborar dichas noticias, el estudio revela que en el 69,42% de las piezas en las que se hablaba de gitanos no se consultaron fuentes gitanas para contrastar la información. Este hecho sigue generando indignación en la comunidad gitana “puesto que es indispensable contar con todas las partes implicadas en los hechos noticiosos si queremos otorgarle imparcialidad y rigor” apuntan los autores de dicho trabajo. El informe recoge que el tratamiento en las informaciones sobre gitanos también varía por comunidad autónoma, siendo más neutras en La Rioja y más negativas en Baleares y Galicia.
Algunos gitanos ilustres
A veces puede parecer que los únicos gitanos ilustres y famosos están ligados a la música y el cante flamenco, como Camarón, pero la Unión Romaní nos ha facilitado una lista de otras personas muy famosas, de las que la sociedad desconoce su origen romà, como por ejemplo algunos muy ligados al cine como Charles Chaplin, Yul Brynner; Helen Mirren; Michael Caine, o el cineasta Tony Gatlif. Del mundo de la música, podemos destacar a Ron Wood, de los Rolling Stones. Dentro de la política, también hay varios, como Soraya Post, eurodiputada, Juscelino Kubitschek que fue presidente de Brasil, o el propio Juan de Dios Ramírez Heredia, uno de los padres de la actual Constitución Española.
También hay muchos más que merecen su reconocimiento por estar luchando por su comunidad y su reconocimiento como el periodista Joan Oleaque; la abogada Carmen Santiago; la profesora de universidad Ana Giménez; la diseñadora de moda Juana Martín; el politólogo Pedro Aguilera; el experto en rromanò Nicolás Jiménez, y muchos más.
David Casas