Piratas del libro

Según datos de la Federación de Gremios de Editores de España, a través del Informe de Resultados del Comercio Interior del Libro que elabora el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en 2013 las editoriales asociadas facturaron más de 300 millones de euros en la materia de libro universitario, que incluye los epígrafes de libro científico, técnico y universitario, ciencias sociales y humanidades. Dicha facturación experimentó un descenso del 37,8% en relación a la del año anterior. Las causas de esta significativa caída son varias, pero entre las principales se encuentran el descenso de la capacidad adquisitiva de las familias españolas, la bajada de las compras para bibliotecas por parte de las Administraciones Públicas, la desaparición de las becas y subvenciones , y el incremento de las formas ilegales de acceso a los contenidos. Se calcula que el 60% de la fotocopias que se hacen en nuestro país corresponden a fotocopias de libros universitarios. Si lo pasamos a cifras, el sector del libro dejó de facturar el año pasado más de 180 millones de euros por fotocopias. Una cifra muy significativa que pone en peligro la supervivencia de autores, editores, ilustradores y librerias.

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Desde hace años el sector del libro viene denunciando la fotocopia ilegal de manuales universitarios , lo que ha provocado que algunas editoriales y librerías hayan formulado denuncias por vulnerarse la Ley de la Propiedad Intelectual. En nuestro país, el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) es la única entidad autorizada por el Ministerio de Educación,. Cultura y Deporte  para representar a los los autores y editores. Las licencias de reprodución que concede CEDRO permiten realizar sus actividades con respecto a la normativa vigente, remunerando a los autores y editores por el uso de sus obras. El límite legal de fotocopias por libro  es el 10% del total de las páginas del volumen. Las copisterías con licencia de CEDRO ostentan la marca Copia con Licencia, lo que indica que esas empresas son reponsables con la cultura y los derechos de la propiedad intel·lectual.

 

Otro caso flagrante es  el de las aulas virtuales de muchas universidades españolas que ponen a disposición de los alumnos todo tipo de contenidos sin licencia de reproducción. La Universitat de Barcelona y la Autònoma de Barcelona fueron denunciadas por CEDRO y fueron condenadas a pagar multas millonarias por esta razón. Otra cuestión lamentable es el uso que se hace de estos contenidos  en la red, estén o no en las aulas virtuales, con el consabido «recorta y pega»,  utilizado no sólo por los alumnos sino también por algunos mal llamados profesores universitarios convertidos en  «autores» de ensayos y articulos  especializados, en realidad indigestos refritos, aveces sin solución de continuidad, que aparte de no ser nada originales y fusilar sin miramiento a sus auténticos autores requieren para su lectura de altas dosis de bicarbonato y omeprazol. Servidor ha escuchado a más de un profesor hacer apología de la descarga ilegal ante los alumnos. Seguro que luego va a los actos académcios y aplaude cuando el coro canta Veni creator veni.

 

Aparte de las repercusiones directas en librerias y editoriales, la reproducción ilegal y la piratería en Internet hace que cada vez sean menos los autores que quieran publicar manuales, ya que el coste que tiene para ellos en horas de trabajo es infinitamente superior a la rentabilidad que puedan sacar por sus derechos sobre venta. Se rompe así la transmisión de conocimientos a la sociedad. Algo verdaderamente muy dramático.

 

Es possible que algún lector que haya llegado hasta aquí  cuestione mis argumentos y trate de justificar la pirateria aduciendo al precio del libro. La percepción es libre y está en su derecho, pero jamás se puede justificar una ilegalidad. Es más, justificar la piratería por el precio del libro es una falacia, como bien ha demostrado el escritor Javier Pellicer en su blog javierpellicerescritor.com al comentar el caso de la escritora Virginia Pérez de la Puente. Esta autora  de éxito especializada en literatura fantástica, que regularmente publica en editoriales tan importantes como Ediciones B y Minotauro, ha decido autoeditarse en formato digital la novel·la  Mi alma por mi rey y poner su descarga al precio de 1’11€. No sé si fue antes ponerla en la red o piratearla y colocarla en portales de descargas ilegales. Los que se la han descargado ilegalmente han sido tan miserables que ni siquiera han sido capaz de pagar ese precio simbólico, menos que lo que cuesta un café en un bar, y respetar el trabajo de una autora que ha estado meses dedicada a la escritura de esa novela, que ha tenido un gesto de generosidad al colocarla en la red por ese precio, para  que ellos la disfruten. Es una violación en toda regla, y la violación es un delito muy penado en nuestro país.

 

La pirateria y la copia ilegal está haciendo que autores, editores, libreros, ilustradores, maquetadores o impresores no puedan vivir de su trabajo. Con estas acciones se les está negando a estos profesionales la subsistencia, convirtiendo  la creación literaria  en algo marginal. Se les está despreciando, vampirizando. Se les está robando. Se les está matando. Y eso es un delito. Esto no es ninguna broma.  Piraterar no es cambiar el sistema, sino asesinar a un inocente. Al piratear no hacemos el mal a multinacionales, sino a  los pequeños, a los creadores. Piratear no convierte a nadie en un héroe de la lucha antisistema, sino en un auténtico verdugos al servicio del sistema. En la Edad Media el verdugo se ponía una caperuza para preservar su identidad en el momento de decapitar a la víctima. El verdugo trabajaba para el sistema. Lo mismo sucede ahora cuando se piratea o se hace una descarga ilegal. Tachadme de demagogo si queréis, pero es así.

 

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Os animo a seguir conmigo la campaña que ha lanzado contra la fotocopia y la descarga ilegal la Fundació pel Llibre i la Lectura (FULL), creada por la Associació d’Editors del País Valencià y el Gremi de Llibrers de València: No focopies, hay alternativas. Podemos fotocopiar y descargar con licencia, podemos utilizar el libro electrónico que permite la lectura en varios dispositivos y la impresión con limitaciones; pero, por favor, seamos responsables y no pirateemos. Luchemos  todos juntos por la defensa de la cultura y los derechos intelectuales. Luchemos por un mundo en el que la cultura nos haga libres.

 

No seamos verdugos de la  incultura. No ampliemos con nuestras acciones  la nómina de seres deleznables, miserables y sanguinarios que desgraciadamente campan en nuestra sociedad. No seamos como ellos. Piratear no nos convierte en héroes. Esto no es jugar a ser Robin Hood o John John Silver. Esto es otra cosa bien diferente.  De ser héroe a villano sólo hay un paso, os lo aseguro.  Como ejemplo os invito a leer el cuento de Jorge Luis Borges Tema del traidor y del héroe, que se incluye en su libro Ficciones. Lo podéis comprar por unos 5€ en una librería o lo podéis sacar de una biblioteca. Si no, seguro que algún amigo lo tiene y os lo puede prestar. Pero no lo pirateéis.  Nunca un pirata le hubiera hecho esto a Robert Louis Stevenson. Nos hubiéramos quedado sin La isla del tesoro,  y eso habría sido terrible para la Humanidad.


@manologild

David Casas

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