Periodismo cuántico

La lógica es algo absolutamente ajeno a la redacción en la que conviven Peláez y su jefe. En más de una ocasión hemos de pellizcarnos o frotarnos los ojos ante lo que en este lugar sucede. Esta semana, de hecho, hemos asistido a algo que jamás habríamos podido imaginar, el jefe de Peláez, tan alejado siempre de las nuevas tecnologías, ha creado su perfil en Facebook.

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Quizás es síntoma de algo nuevo porque estasemana también ha decidido comenzar a hacer “periodismo cuántico” aunquesiempre desde su peculiar punto de vista y que siempre tiene al whisky comocentro del universo.

 

Jueves, 20 de febrero

 

– ¡Peláez!
– ¿Qué quiere, jefe?
– Hágase mi amigo.
– Ya lo soy, jefe. Tenemos nuestras diferencias, perosomos amigos.
– Digo en Facebook.
– ¿Tiene usted Facebook?
– Sí, mire.
– Menuda foto.
– Soy yo, en Benidorm. Ese es mi ombligo.
– Lo veo, lo veo… Precisamente estaba escribiendosobre la compra de WhatsApp por 19.000 millones.
– ¡Cojón! ¿Y de qué juega ese tipo?
– De nada.
– No le he dado las gracias.
– Ya…
– Bueno, ¿se hace amigo mío o no?
– No sé, jefe, ¿qué tipo de cosas va a poner?
– Nada íntimo.
– ¿Seguro?
– Seguro. Fíjese, esta es mi primera frase: “Cuidotanto de mi intimidad como de esta almorrana”. Y una foto.
– ¡Jefe!
– Una declaración de principios.
– Y tanto.
– ¿Se hace amigo o no?
– Pues no.
– Despedido.
– Está bien…
– Y ahora ponga me gusta.
– ¿En su almorrana?
– Ajá.
– Ni loco.
– Despedido.
– Vaaaaaale…
– Esto es el comienzo de una hermosa amistad…

 

Viernes, 21 de febrero

 

– ¡Jefe!
– ¿Qué pasa, Peláez?
– ¿Cómo que qué pasa? Lleva puesta una armaduramedieval.
– Lo sé.
– Y porta una lanza.
– Por supuesto.
– Y una espada a la cintura.
– De frío metal.
– Aún no es carnaval, jefe…
– No, pero tengo que protegerme.
– ¿De quién?
– No lo sé, alguien se está cargando a losdirectores de periódicos…
– Es el poder de la información, jefe.
– ¡Me la suda lo que sea! El que venga se las verácon mi espada.
– ¡Enváinela, jefe, que va a hacerse daño!
– ¿Qué coño es eso, un gigante?
– No, jefe, es un edificio, tranquilo. Siempre haestado ahí.
– ¡Me lo cargo!
– Baje la lanza, hágame caso.
– La bajo, Sancho, la bajo.
– Soy Peláez.
– Me da igual. Tráigame las lentejas de cadaviernes.
– Está bien…
– Y mañana duelos y quebrantos, recuérdelo.
– Lo recuerdo, mi señor, lo recuerdo.

 

Lunes, 24 de febrero

 

– Buenos días, jefe.
– Buenos días, Peláez.
– Tengo una mala noticia.
– Adelante, húndame ya de lunes.
– Se me ha estropeado el ordenador.
– ¿Qué le pasa?
– No arranca.
– Pruebe con pilas alcachofas.
– Alcalinas.
– Lo que sea.
– No va a pilas. Además, se ha estropeado la placabase.
– ¿También la vitrocerámica?
– No, hombre, del ordenador. Hay que tirarlo.
– Pufff… está bien… no me gusta pero haga unaderrama entre los redactores.
– No puedo hacer eso.
– ¿Por qué?
– Por dos motivos. Uno: el empresario debe asumirlos riesgos.
– Chorradas marxistas, no me joda.
– Y dos: no hay redactores, los echó a todos menosa mí.
– Vaya.
– Sí.
– Lo siento por usted.
– ¿Por qué? Soy el único que tiene trabajo.
– Ya, y el único que tendrá que pagar.
– No puede obligarme.
– Tome.
– ¿Una máquina de escribir?
– Tiene dos opciones. Uno: usarla. Dos: comprar elordenador.
– Chantajista.
– Llamémoslo negociador.
– Usurero.
– Llamémoslo administrador.
– Capullo.
– Llamémoslo flor de primavera.
– Adiós.
– Adiós.

 

Martes, 25 de febrero

– Peláez, necesito su ayuda.

– ¿Para qué, jefe?

– Proceso de selecciónde empleo.

– ¿Nuevos redactores?

– No por ahora.

– ¿Entonces?

– Necesito alguien que mecoloque el cojín cuando me quedo dormido.

– Pero jefe…

– Se me cae y me levantoluego con dolor de cuello…

– No me lo puedo creer…

– Venga, he recibidotodos estos currículos.

– No los veo.

– Asómese a la ventana.

– Solo hay un camión.

– Están dentro.

– Pero jefe…

– Necesito a alguien conconocimientos del sueño, licenciado en psicología, si puede ser, especialidaden psicoanálisis.

– Está bien.

– Diplomado en fisioterapia.

– De acuerdo.

– Que hable cuatroidiomas.

– ¿Para qué?

– Sueño en otrosidiomas.

– Vale…

– Necesito que sealigerito, que pese poco.

– ¿Por?

– Para que no medespierte.

– ¿Y qué más?

– Físico y matemático.

– ¿Y eso?

– Necesito que calculeel momento de caída del cojín.

– Jefe, pide demasiado.

– ¿Usted cree?

– Si.

– Está bien, hágalousted, le pagaré un suplemento.

– ¿Qué suplemento?

– Medio bocadillo dejamón ibérico.

– ¿Medio?

– Sí, en concreto, elpan.

– Agggh…

 

 

Miércoles, 26 de febrero de 2014

 

– Peláez, creo que tenemosque darle una vuelta al periodismo.

– Ya está todoinventado, jefe.

– Se equivoca.

– ¿Qué quiere hacer,falsos documentales?

– No, por supuesto queno.

– ¿Dar la voz a la gente dela calle?

– Ni de coña, a saberqué dicen.

– ¿Entonces?

– Ir a los detalles.

– Intento fijarme en losdetalles en cada noticia, jefe.

– Más.

– Está bien lo intentaré.

– Tome.

– ¿Un microscopio?

– Sí.

– Pero, jefe…

– Periodismo cuántico,Peláez.

– No creo que eso sepueda hacer.

– Claro que sí,estaremos aquí y allí al mismo tiempo. Como quarks.

– Eso es complicado, somosseres humanos…

– Se equivoca, repitaconmigo: Soy un Quark.

– Soy un Quark.

– Soy un Quark.

– Soy un Quark.

– ¿Lo ve? Somospuñeteros quarks.

– No sé, jefe…

– Incluso podemos viajaren el tiempo, Peláez.

– Eso ya no me lo creo,jefe.

– ¿Ve eso? Es un agujerode gusano hacia el pasado.

– Es el ascensor que lleva albar, jefe.

– ¿Qué diferencia hay?

– No veo más quediferencias

– Abra su mente. Mire,¿ve esto?

– Sí

– ¿Qué es?

– Whisky.

– No, es el éter en elque flotamos.

– ¿Qué?

– Pruebe.

– Glup.

– ¿Lo siente?

– La verdad es que sí…glup, glup, glup…

– Somos quarks, Peláez.

– Somos quarks, jefe…


Los cables de lasconversaciones que mantiene Peláez con su jefe (#Pelaezleaks) en laredacción de un periódico de provincias los puedes encontrar a diario enla página oficial en Facebookde 360gradospress.

La foto es de @acordellat

Soma Comunicación

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