Sierra Leona y su futuro en bruto

Sacudido por una guerra civil de diez años, este país africano intenta desde el Acuerdo de Paz en 2002 abrirse un próspero camino. Sin embargo, zafarse de la herencia bélica no es tarea fácil. Una deuda externa equivalente al 122% de la producción anual del estado, una economía basada en la agricultura de subsistencia y las heridas aún abiertas del conflicto lastran a la sociedad en su desarrollo. Esta semana en 360 Grados Press hemos conocido una iniciativa que está logrando pulir el futuro de Sierra Leona como si de un diamante se tratase.

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AnthonyZachariah llegó a las IslasCanarias escondido en un barco hace cerca de 30 años. Sin más equipaje que lamúsica que había aprendido de su abuelo y de su madre en su país de origen,Sierra Leona, este polizón deambuló por las calles hasta que consiguió ganarsela vida a base de talento. Tanto es así que, tiempo después, acabó en ReinoUnido tocando con Stevie Wonder.Justamente, una gira de este artista le trajo de nuevo a España, donde decidióquedarse. Aquí, empezó a colaborar en directo y en estudio con cantantesnacionales como Alejandro Sanz, Kiko Veneno, Rosario Flores, SantiagoAuserón o Kepa Junkera.Paralelamente, y fiel a su ascendencia, Anthony también desarrolló una carreraindividual bajo el nombre de Seydu, como se le conoce en el gremio. “Él es el único referente de la Palm Wine, una músicatradicional de Sierra Leona. Además, se trata del percusionista africano porderecho en nuestro país actualmente“, afirma Miguel Jiménez, su amigo y representante.


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Sin duda, la trayectoria profesional de Seydu es másque meritoria. No obstante, aunque parezca increíble, ésta no es el mayormérito del artista. Porque él siempre sintió que tenía una responsabilidadrespecto de su país, de manera que el 20 de enero de 2005 fundó DiamondChild, unaescuela-taller que tiene en las artes (música, pintura, escultura, etc.) su ejevertebral. “La intención es proveer a losmás necesitados y damnificados por la guerra de una educación digna para quepuedan integrarse en la sociedad. Cada año, unos 450 niños pasan por la escuelacon ese objetivo“, explica el propio Seydu. “Siempre tuvo la idea de evitar que otros jóvenes tuvieran que hacer lomismo que él, marcharse en esas condiciones de Sierra Leona, por eso se embarcóen este proyecto“, completa Miguel.


Desde entonces, este músico destina prácticamentetodos los beneficios de sus conciertos y royalties al mantenimiento de laescuela, la cual también se apoya en ayudas institucionales y donacionesprivadas. Sin embargo, los esfuerzos y las aportaciones nunca parecensuficientes, pues las necesidades se suceden sin parar. Así, en los años quelleva en marcha, Diamond Childno solo ha instruido en las artes a las nuevas generaciones sierraleonesas,sino que también ha ampliado su programa con educación básica y formaciónprofesional. Asimismo, ha mejorado sus instalaciones con la construcción de unapista deportiva y el emplazamiento de tres pozos de agua potable con vistas aerradicar el cólera. Y el último empujón ha consistido en la creación de unacocina-comedor para los alumnos.


La continuación de un triunfo

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Pero los planes para Diamond Child no acaban ahí.Ahora, una residencia se proyecta sobre la bahía de Goderich, a las afueras dela capital Freetown, donde está ubicada la escuela. De esta forma, se pretendeque quienes no dispongan de un hogar o vivan lejos de allí no renuncien a sueducación. Por ello, recientemente se ha lanzado una iniciativa de crowdfunding. La idea es poder financiar un CD y una girade conciertos de los niños de Diamond Child junto con Seydu, de manera que selogre mayor visibilidad y la gente se anime a colaborar para que el proyectoavance.


En cualquier caso, Diamond Child puede calificarse deéxito tras estos ocho años en funcionamiento, pues muchos niñoshan logrado frenar la cadena de explotación establecida por la guerra gracias ala escuela. Así, servir como mano de obra barata o esclavos sexuales ya no seplantean opciones inevitables para ellos, puesto que ahora existe unaalternativa: la educación. De hecho, una cicatrización limpia del conflictopasa por ella.


Así, todo apunta a que compromisos como el adquiridopor Seydu son los que lograrán borrar a Sierra Leona de las listas de paísesmás pobres del mundo o de peores lugares para nacer. “Él siempre está pensando qué hacer con la música por su país y por suescuela“, reconoce Miguel. Cabe esperar que este músico siente precedente yse empiece a apreciar los auténticos diamantes que alberga el estadosierraleonés: las personas.

@LaBellver

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