Los ‘depecheros’ estamos de enhorabuena porque los británicos estrenan disco este año. Como adelanto, asistimos el pasado viernes 1 de febrero, palomitas en mano y a través de Vevo, el lanzamiento de “Heaven”, el single lanzadera del álbum de trece temas que, bajo el nombre de Delta Machine, estará disponible el 26 de marzo.
Desde Songs of Faith and Devotion (Mute, 1993), la producción musical de Depeche Mode ha ofrecido constantes señalespóstumas, como si el buen aliento que significa el lanzamiento de un nuevodisco siempre llevara aparejado el sinsabor que despierta pensar que es elúltimo, el de la despedida. Con todo, y afortunadamente para sus devotos, labanda británica también presenta signos de madurez y de estabilidad, si bien unpoco mermados por el precedente más cercano de Sounds of the Universe (2009), uno de sus trabajos más planos. Aúnasí, la proyección de Depeche Mode es incontestable en tiempos de crisis,solistas reconvertidos, grupos destrozados o música patinando bajo el paraguasde si es comercial y de usar y tirar, mejor que mejor.
En esta ocasión, los indicios queapuntan a un hipotético punto y final pasan por la gira solapada a la promociónde Delta Machine. Tal y como recogesu web oficial, La banda emprenderá el 7de mayo en Tel Aviv una serieeuropea de 34 conciertos por 25 países que incluirá una apuesta arriesgada porgrandes plazas en tiempos de crisis: los míticos San Siro de Milán (18 de julio) o el Stade deFrance de París (15 de julio)albergarán dos actuaciones que se presuponen históricas y que servirán paramasticar en la distancia el buen sabor ochentero de giras como 101, que les condujo por contenedoresmasivos en el momento más dulce de sus carreras, llenando recintos como el RoseBowl de Pasadena. Precisamente, trassu última actuación en el viejo continente, prevista para el 29 de julio en Minsk, dirigirán su mirada haciaNorteamérica, donde esperan darse otro baño de masas a partir del mes deagosto.
Como hicieron los Héroes del Silencio en su gira de 2007con la diferencia de que los maños emprendieron una gira de despedida sinnuevo disco debajo del brazo-, los componentes de Depeche Mode podrían entonarun se acabó con la tranquilidad del buen sabor de boca que tales citas podríandejar entre la legión de seguidores que tienen repartidos por todo el mundo.
Quizá sus devotos españoles sean losque peor sensaciones encuentren, dado que sólo podrán ver en directo a susídolos en Bilbao (11 de julio),dentro del BBK Festival. Un aspectoque muchos no comprenderán, especialmente los que creíamos que España siemprehabía sido una plaza mágica para los británicos, quienes disfrutaron de momentosmemorables en giras como Violator (1990)o Exciter (2001).
Ya habrá tiempo para valorar porencima de las sensaciones iniciales aquí recogidas la calidad musical del nuevoálbum, que podremos disfrutar en versión plana cedé o en otra edición deluxeque sumará cuatro caras b y un libro con instantáneas de la grabación de Delta Machine tomadas por su fotógrafode cabecera, Anton Corbijn. Nosquedamos de momento con el titular de que Dave,Martin y Andrew abren su obra de estudio número 13 con ganas de regresar a susmimbres más identificativos, conciertos de masas incluidos. Los títulos de lascanciones (“Welcome To My World”, “Angel”, “Heaven”, “Secret To The End”, “MyLittle Universe”, “Slow”, “Broken”, “The Child Inside”, “Soft Touch/Raw Nerve”,”Should Be Higher”, “Alone”, “Soothe My Soul” y “Goodbye”) también apuntanhacia un reencuentro nostálgico con el pasado que les puede dejar un futurobajo una suerte de paz musical. Señoras, señores, con ustedes: Depeche Mode.
@os_delgado – Soma Comunicación
Javier Montes