Lobos solitarios

No cabe duda, a estas alturas de la madrugada ya podemos afirmar que Peláez es, para su jefe, cualquier cosa menos un periodista. Prepararle patatas a la riojana, limpiar las manillas de las puertas, aparcarle el coche o darle el desayuno son solo algunas de las funciones que ha de desempeñar nuestro querido héroe.

Porque, para el director delperiódico –él lo confunde en ocasiones con una radio– lo más importante es elmomento, vivir la vida al máximo desde su despacho, ya sea comiendo, bebiendo oaprovechándose de sus trabajadores. Peláez, sin embargo, no protesta y siguetrabajando, quizás porque no le queda más remedio, quizás porque no haencontrado nada mejor o quizás, quién sabe, porque en el fondo, al igual que sujefe, no quiere acabar siendo un lobo solitario.

Jueves, 22de noviembre

– ¿Sí?
– ¿Dónde anda, Peláez? Le he llamado a su mesa y no responde.
– Estoy en la cocina jefe.
– ¿Y qué hace ahí?
– Su comida, como todos los días.
– Ah, vale. ¿Qué tenemos hoy?
– Patatas a la riojana.
– Leche puta, qué hambre… ¿me trae un platín?

– Son las nueve,acabo de llevarle el desayuno.
– Está bien, está bien… roeré un poco la mesa.
– ¿Para qué me quería, jefe?
– Estaba viendo las estadísticas y me he dado cuenta de que el día que menosvendemos es el jueves y el que más, el domingo.
– ¿Y bien?
– ¿Y bien? Pues que hay que hacer algo con los jueves, Peláez.
– Intento escribir todos los días con fidelidad a los acontecimientos, jefe,cuidando el estilo, recabando la información de todas las fuentes, tratando de…
– ¡Calle, coño!
– Perdón.
– ¿Sabe lo que hay que hacer?
– El qué…
– Sacaremos un suplemento dominical todos los jueves.
– Eso es una contradicción “in terminis”, jefe.
– En su pueblo será lo que usted diga, pero aquí no, aquí se hace así y puntopelota.
– Po vale.
– Hala, voy a chupetear las esquinas de mi mesa hasta la hora de la comida, nome pase llamadas.

Viernes, 23de noviembre

– ¡Peláez!
– Qué…
– ¿Cómo va con las manillas de las puertas?
– Ya casi relucen, jefe.
– Pare un poco y dígale al redactor de cultura que venga.
– ¿Lo va a echar, jefe?
– ¡Cómo lo voy a echar, hombre! Voy a renegociar su contrato.
– ¿Le va a subir el sueldo? La verdad es que se lo merece… trabaja como untitán.

– ¡Cómo le voy asubir el sueldo, hombre! Voy a bajárselo hasta el ridículo.
– ¿Y va a dejar que trabaje por una miseria?
– ¡Cómo voy a dejar que trabaje por una miseria, hombre! Voy a obligarle ahacerlo.
– ¿No le da vergüenza, jefe?
– ¡Cómo me va a dar vergüenza, hombre! Me da placer.
– Va a causar un motín, jefe.
– ¡Cómo voy a causar un motín, hombre! Si no sé ni le que es.
– Una rebelión.
– No me joda.
– Le jodo.
– Está bien, dígale qué venga urgentemente
– ¿Y qué va a hacer?
– Voy a echarlo. No estoy preparado para una rebelión. Gracias por el consejo,Peláez. Usted no tiene precio.
– Lo que no tengo es sueldo, jefe.
– Pues pida cambio en el bar.
– Sueldo, no suelto.
– Ah… ¿es una indirecta, chiquilicuatre?
– Es, jefe, es.

Lunes, 26de noviembre

– ¡Menuda sonrisa,jefe!
– Estoy contento, Peláez, para qué voy a decir lo contrario.
– ¿Y a qué se debe? Suele estar triste los lunes.
– ¿Ha dicho lunes?
– Sí, jefe, hoy es lunes.
– Pufff…. Bueno, ni siquiera eso puede emborronar mi dicha.
– ¿Y de qué se alegra?
– Acabo de contratar mis vacaciones de Navidad, Peláez, me voy de crucero.

– Qué suerte, jefe…quién pudiera…
– Ya ve. Y además, baratísimo.
– ¿Cuánto tiempo se va?
– Veinte días y tres noches.
– No puede ser, jefe.
– ¿Cómo que no?
– No cuadra…
– Cállese, por Dios, no sea aguafiestas.
– ¿Veinte días y tres noches? Si es que parece una canción de Sabina.
– ¿La de las tetas?
– Esa es Sabrina.
– ¿Y Sabina quién es?
– El cantautor.
– No me suena…
– Pongamos que hablo de Madrid…
– Pongamos que hablo de una jirafa, no te jode. ¿A qué estamos, Peláez? ¡No mecambie de conversación!
– ¿Y nos dieron las diez?
– ¡No joda! ¡Me voy al trabajo!
– ¡Pero si está en el trabajo!
– ¿Ah sí! Pues… ¡me voy a casa! ¡Adiós!

Martes, 27de noviembre

– Peláez, cambie deemisora.
– La radio no está puesta, jefe.
– ¿Y ese murmullo?
– Es usted, canturrea.
– ¿El qué?
– La bien pagá.
– ¡Jodón! No me había dado cuenta…
– A mí me extrañaba, pero no quise interrumpirle.

– En fin, la mentehumana es un lugar misterioso, Peláez.
– Sobre todo la suya, jefe.
– Gracias. Y ahora, póngase a hacer el horóscopo.
– Pensé que lo teníamos subcontratado, jefe.
– Usted lo ha dicho: teníamos.
– ¿Tendré que hacerlo yo a partir de ahora?
– Solo cuando lo publiquemos.
– Lo publicamos todos los días.
– Mala suerte, hijo.
– No sé nada de astrología.
– Le compraré un telescopio.
– Eso es astronomía.
– Entonces con un boli azul le vale, ¿no?
– Sí…
– Arreglado entonces.
– Qué rápido soluciona usted las cosas…
– Así soy yo, Peláez: tengo un cuerpo para el pecado y una mente para los negocios.

Miércoles,28 de noviembre

– ¡Peláez!
– Uf… dígame… uf… jefe…uf…
– ¿Qué le pasa?
– Acabo de subir las escaleras.
– ¿No funciona el ascensor?
– Desde el setenta y ocho.
– ¿Ah sí? No lo recuerdo…
– Usted sube a caballito a lomos del redactor de economía, jefe.

– Ah, es por eso… ¿Yde dónde venía?
– De aparcarle el coche, jefe, como de costumbre.
– No sé qué sería de mí sin usted, Peláez.
– Sería usted un lobo solitario, jefe.
– Auuuuuuuuuu… ¿qué tal mi aullido?
– Estupendo… ¿para qué me quería?
– Ah sí… estoy preocupado, Peláez…
– ¿Por qué?
– Por las pérdidas.
– Habrá que reducir gastos y tratar de vender más, jefe.
– ¿De qué me habla, hijo?
– De la gestión del periódico, jefe.
– ¿Y eso va a solucionar mis pérdidas de orina?
– Upsss…
– Lo sé, Peláez, me hago mayor… ¿qué puedo hacer?
– Dodotis.
– ¿Ya está con sus latinajos?
– Pañales, jefe, no hay otra.
– No pienso pasar por eso, soy director de una radio.
– Un periódico.
– ¿Pero qué dice, gañán? ¿Cómo voy a ponerme un periódico ahí, con lo que rasca?
– Haga lo que quiera, jefe.
– Por supuesto, para eso soy mayorcito. ¿Me da el desayuno?
– Póngase el babero.
– Ya está.
– Muy bien. Esta por papá…

Los cables de las conversaciones que mantiene Peláez con su jefe (#Pelaezleaks) en la redacción de un periódico de provincias los puedes encontrar a diario en la página oficial en Facebook de 360gradospress.

La foto es de Marga Ferrer

Inma Aznar