Conocemos los secretos del tenis en silla de la mano del campeón de España de veteranos, Juanjo Rodríguez
F.C., Valencia. No son tan famosos como Roger Federer y Rafa Nadal. Ganan menos dinero, pero las dificultades que encuentran para competir van más allá de las monetarias. No les hacen mucho caso en los medios de comunicación a pesar de jugar en las mismas pistas que los jugadores ATP. En 360gradospress hemos querido conocer esta semana el tenis en silla de ruedas con la excusa de la celebración en Almussafes del Open de la Comunidad Valenciana. Juanjo Rodríguez, ganador del torneo en su modalidad individual y vigente campeón de España de veteranos, ha hecho de maestro de ceremonias para explicarnos las similitudes y las diferencias de una disciplina que rompe más barreras que las que se encuentran los deportistas ante la red.
Se permite un segundo bote, “aunque a un nivel alto de juego no se utiliza más allá de las dejadas”, explica Rodríguez. Juanjo Rodríguez tiene 43 años, pertenece a la Federación Riojana de Tenis en Silla y es jugador profesional desde que tuvo un accidente que le dejó en silla de ruedas. “Como quería hacer deporte, primero pensé en la natación pero conocí al seleccionador español de tenis en silla, David Sanz, y desde el año 2000 no he parado de dedicarme a ello”.
La disciplina tiene un circuito internacional similar al del tenis normal. El mejor español en el ranking es el catalán Kiko Tur, que ocupa el número 28. Con todo, Rodríguez asegura que “es un muy buen puesto y es porque el nivel del tenis de silla español cada vez es mejor”. El motivo reside en la proliferación de torneos domésticos (17 cada año), como el que acogió el pasado fin de semana la localidad valenciana, y de la organización de competiciones internacionales en España: Miranda de Ebro, A Coruña y Olot congregan cada año la atención del tenis sobre silla internacional.
Aunque habitualmente juega en el cuadro absoluto, Juanjo Rodríguez, de 43 años, encontró la posibilidad hace un mes de competir en el Campeonato de España de Veteranos, celebrado en Chiclana, donde se proclamó campeón. Ése, junto al segundo puesto que logró en el Campeonato de España de 2002 son los principales logros de este tenista. Precisamente, Rodríguez señala que “los mejores del mundo son un japonés y un francés, con mucha diferencia sobre el resto”.
Deporte caro
Si el tenis siempre ha sido considerado un deporte caro, para los que lo practican en silla de ruedas lo es mucho más. Según indica Rodríguez, “una silla de competición la tienes a partir de 3.500 ó 4.000 euros. Luego hay que comprar las raquetas, que son iguales que las del tenis normal, aunque se destrozan mucho más por el roce de los puños con la rueda. Eso sí, no rompemos tantas cuerdas porque pegamos a la pelota con menos fuerza, aunque debemos cambiar los neumáticos con frecuencia, dado que se desgastan mucho”. El precio aumenta cuando el deportista tiene que entrenar. “Muchas veces es difícil encontrar una pista adaptada cerca de tu domicilio, por lo que te ves obligado a hacer muchos kilómetros en coche.
Las dos ruedas de la silla están inclinadas entre 16 y 18 grados para facilitar los movimientos del jugador, los materiales son más ligeros que los de calle y algunos añaden una rueda o dos más pequeñas “para que los giros sean más rápidos”.
Marga Ferrer