Por Marga Ferrer, fotoperiodista
Es una propuesta bajo el lema de aportar, aportar experiencia a quienes están en la etapa de la ilusión estudiantil. No tengo muy claro qué contar, a priori pienso que dos horas dan para mucho, quizá para demasiado. Me vienen a la mente millones de anécdotas, miles de circunstancias provocadas por un trabajo lleno de oportunidades, plagado de pequeños y grandes momentos, de episodios brillantes y momentos de estrepitoso fracaso, ¿dignos de contar?
Dos horas. Dos horas pueden llegar a ser un infierno infinito si no consigo enganchar a un público, a priori ansioso por aprender y absorber, espero. Recuerdo la época de estudiante como si no hubiera pasado el tiempo, recuerdo aquellas ponencias, esas voces experimentadas. Les miraba y escuchaba con verdadera admiración, con el deseo de algún día estar en la posición del que tiene algo que decir e infinidad de trabajo por enseñar, ¿tendrían ellos las mismas sensaciones que tengo yo hoy?
Sigo teniendo sensaciones similares a las de hace diez años, cuando mis fotografías eran un galimatías de información y mis aportaciones, más bien escasas en comparación a las de otros compañeros. Hoy gozo de un recorrido, 10 años dan para mucho, aunque no sé si para llenar gratamente dos horas de no sé qué numero de oyentes ávidos de experiencia y aprendizaje. Gracias
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