“El acoso escolar es un problema de todos”

De la ajetreada comunidad de vecinos en Montepinar a la denuncia social del acoso escolar. La actriz María Adánez conoce muy bien los cambios de registro y así lo ha demostrado tras su paso por ‘La que se avecina’ para focalizar su atención en la obra ‘El Pequeño Poni’, que seguirá su periplo por España en distintas puntos geográficos como León, Vigo, Pontevedra, A Coruña y Badajoz. Una obra dura y necesaria, en la que nos encontramos a una María angustiada, preocupada, que sufre por el acoso al que se ve sometido su hijo y que teme que le pase algo por su identidad sexual.

Del humor en la televisión al teatro con un drama, ¿qué es más difícil, la comedia o la tensión dramática?

Son dos géneros muy dispares porque cada uno tiene su dificultad y disfrute. Aunque pueda parecer que la comedia es mucho más sencilla de interpretar, no lo es en absoluto.  Ambos registros son complicados y no podría escoger uno, porque no tienen nada que ver y la emoción que se experimenta es diferente en cada uno de los casos.

¿Qué sientes cuando pisas las tablas de un teatro?

Mucha emoción y la sensación única de que algo nuevo va a empezar y terminar al momento. El teatro, al no ser grabado, es un instante vivo e inconcreto,  que cuando acaba la función desaparece. Lo que siempre me ha parecido muy interesante y excitante.

La obra en la que estás trabajando ahora, El pequeño poni, habla sobre acoso escolar, ¿cómo crees que se vive en la sociedad?

Es un problema muy duro del que todos somos responsables que, desgraciadamente, todavía está sin resolver. Pero parece que ya empieza a salir a la luz y se está tomando conciencia de que ya no es una cosa de niños. Nos estamos sensibilizando y viendo que no se trata de un tema aislado, sino de un problema real de violencia muy grave que ejercen los niños. Aunque todavía queda mucho por hacer, pienso que llegará el momento en que ocurrirá lo mismo que con la violencia de género, que antiguamente pegar a una mujer era algo “normal” y, afortunadamente, ya no lo es.

¿Cómo asumes tu papel en la obra cuando te dicen que tienes que interpretar a una madre que sufre porque su hijo es víctima de esta lacra?

Pese al sufrimiento que experimenta el personaje, creo que es muy bonito. Es una pieza dramática brillantemente escrita por Pazo Bezerra. Estamos ante una función de teatro trepidante, emocionante, dura pero igualmente necesaria. Interpretar este personaje dentro de la dureza y del drama que encierra, en un espacio, donde los personajes van a padecer todos los imprevistos de lo que va sucediendo con el acoso escolar de su hijo, es un gran disfrute.

Haciendo un repaso a tu trayectoria, hace unos años tuviste tu primera incursión el mundo de la realización, ¿volverás a repetir?

Sí. Acabo de realizar y escribir una campaña para Cruz Roja de concienciación social acerca de la diabetes tipo 2 y ha sido mi segunda incursión en la dirección y en el guión. Creo que puede ser una puerta profesional interesante. Así que poco a poco continuaré en esta línea.

También tuviste una pequeña incursión en el cine internacional en la segunda parte de Mi gran boda griega, ¿tienes pensado lanzarte al cine extranjero?

Me gustaría mucho trabajar en series norteamericanas o británicas, que se están haciendo unos trabajos increíbles. Aunque ahora mismo no está en mi mano, no descarto esa posibilidad. De hecho, ya se están haciendo series de Netflix en este país que van esa línea, así que cada vez estamos más cerca.

Tu despedida en La que se avecina ha dejado a muchos seguidores apenados, ¿es una decisión definitiva o algún día volverás?

Es una decisión definitiva, pero en esta vida no hay nada definitivo. Así que nunca se sabe los giros inesperados que puede dar tu vida. Por el momento, es una etapa profesional que he cerrado, con la que he disfrutado enormemente.

@ingabarda

Inma Gabarda