La placa

A pesar de que lo ratifica con cada uno de sus actos y que quiere que todos se lo digan una y otra vez, el jefe de Peláez ha decidido poner una placa en su despacho que le recuerde el gran hombre que es. Lástima que no intente recordar que lleva más de veinte años sin pagar la cuenta en el bar, que las notas musicales nada tienen que ver con las letras de las canciones o que la crema solar y el queso Philadelphia no son exactamente lo mismo.

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Jueves, 17 de julio

 

– ¿Está seguro,jefe?
– Seguro.
– A la de tres.
– ¡Espere! Voy a hacer ruido de tambores… tan tan tatántan tan tatán… ¡Ahora!
– ¿Qué es esto?
– ¿Cómo que qué es esto? Ha descubierto la cortina y¿qué ve?
– Una placa con su nombre.
– Exacto, lo vi hacer al rey antiguo una vez, es unagran idea. Cortinita y detrás placa.
– Pero, jefe, ponen la cortina para ese momento…¡no ponen la placa en la ventana!
– No me joda.
– Claro.
– Bueno, eso son detalles. Lea, lea…
– Pone su nombre y apellidos y debajo, en letrasgrandes: jefe, director, mandamás, superdotado en todos los sentidos.
– ¿Qué le parece?
– Excesivo.
– He tratado de ser lo más objetivo posible.
– Pues no lo ha logrado.
– ¿Usted qué habría puesto?
– Si lo digo me despide.
– Pues quédese calladito.
– …
– ¿No dice nada?
– Me ha dicho que esté calladito.
– Como vuelva a hablar le echo.
– …
– ¿No me contesta?
– ¡No me deja!
– A la puta calle, por listo.

 

Viernes, 18 de julio

 

– ¿Ve a esehombre, Peláez?
– Sí, jefe, lo veo.
– Acuda a él, le ayudará en sus problemas.
– Punto uno: no tengo problemas. Punto dos: no veo porqué iba a ayudarme.
– Es el mejor psicólogo de la ciudad.
– Es el camarero del bar de la esquina.
– ¿No me tumbé en un diván, entonces?
– No, jefe, se tumbó en la barra a dormir la siesta.
– Y si es un camarero, ¿qué hace aquí en la redacción?
– Viene a cobrar la cuenta, no ha pagado lo quedebe, jefe.
– ¿Y qué se debe, por el amor de Dios?
– Doce mil euros.
– ¡Dios mío! ¿Pero qué pacharán tomé?
– No ha pagado nada en dos décadas.
– Pensé que me invitaban como ilustre director.
– Pues no.
– ¿Y ahora qué hago?
– Pague o corra.
– Zuuuuuuuuuuuuuummmmmmm….
– Bien hecho, jefe, bien hecho.

 

Lunes, 21 de julio

 

– A ver qué leparece, Peláez.
– Dispare, jefe.
– Do, doooo, re, soooool, laaaaaaasosteniiiiiiiiiiiidooooo, mi bemollllll…
– ¿Perdón?
– ¿Le gusta?
– ¿Es una confusa melodía, pero podría funcionar…
– ¿Y la letra?
– ¿Cuál es la letra?
– Se la repito: Do, doooo, re, soooool, laaaaaaasosteniiiiiiiiiiiidooooo, mi bemollllll…
– Eso son notas, jefe.
– ¿Qué notas?
– Un calambre aquí en el muslo.
– No sea graciosete.
– Está bien… quiero decir que eso no es una letra,son notas musicales.
– ¿Y no es eso lo que hay que cantar?
– No, hay que contar una historia.
– ¿Ah sí?
– Sí.
– Pues lo dejo.
– ¿Ya no va a ser cantante?
– No.
– Parece que deja de llover.
– Pura casualidad.
– Seguro.

 

Martes, 22 de julio

 

– Dios, no teníatanto sueño desde que me picó la pasota aquella.
– ¿Qué pasota, jefe?
– La mosca tsé-tsé , Peláez.
– ¿Y dónde fue eso?
– En un safari.
– ¿En Kenia?
– No, en Pozuelo de Alarcón, provincia de Madrid.
– ¿Qué animales hay en Pozuelo?
– Nuevos ricos de todos los colores.
– ¿Y muerden?
– Sólo si no los miras.
– Muy interesante, jefe, pero me voy a entrevistaral cantante del concierto de esta noche.
– ¿Qué concierto?
– El de las fiestas patronales.
– ¿Ya han llegado?
– Claro.
– ¡Y yo con estos pelos! ¡Tráigame ese vestido, lapeluca y los pendientes!
– Pero, jefe…
– ¡La tradición es la tradición, Peláez!
– Nadie se disfraza de mujer durante las fiestas.
– ¿Ah no?
– No.
– Ya nada es como antes, Peláez.
– Puede ser, jefe.
– Me pondré al menos los tacones para ir y venirpor la redacción.
– Si usted quiere.
– Toc mucho toc toc mejor, toc toc toc.

 

Miércoles, 23 de julio

 

– ¿Quéhace, jefe?

– Protegermedel sol, Peláez, y usted debería hacer lo mismo.

– Pero…

– Peronada, yo mismo se la echo.

– No,jefe…

– ¡Sinrechistar! Un poco por aquí, un poco por allá…

– Verá…

– Noveré, a ver, la espaldita… así… muy bien…

– Jefe…

– Yatermino, Peláez, ya termino…

– Pero…

– ¡Yaestá, pesado! ¿Y ahora qué quiere?

– Esono era crema solar.

– ¿Qué?

– No,era queso Philadelphia.

– Nome joda.

– Lejodo.

– Slupslup slup.

– ¿Quéhace, jefe?

– Lamerleentero, Peláez, ¿qué se pensaba? Slup.

– No,jefe….

– Slupenseguida termino, hombre, slup slup…

 


Los cables de lasconversaciones que mantiene Peláez con su jefe (#Pelaezleaks) en laredacción de un periódico de provincias los puedes encontrar a diario enla página oficial en Facebookde 360gradospress.

La foto es de @Marga_Ferrer

Javier Montes

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