Vidas al límite

Al límite vive siempre Peláez porque al límite lo lleva su indómito jefe, un hombre que el pasado jueves tomó la decisión de dimitir y dejarlo todo porque se le habían acabado las palmeras de chocolate y el viernes desayunó chuletón regado con buen vino para hacer un homenaje al arte contemporáneo.

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Ha de sercasi imposible compartir sueños y desvelos con este director de periódicoprovinciano que se ha quedado con un premio Goya, quiere fichar al Papa comosecretaria y, por último, compra palomitas y baja las persianas para ver lapelícula del año: “El Debate sobre el estado de la nación”.

 

 

Jueves, 14de febrero

 

– ¡Dimito!
– Aguante, jefe.
– Ya no me queda ilusión, Peláez.
– Los buenos tiempos volverán, jefe, se lo aseguro.
– Puede ser, pero tampoco tengo fuerzas paraenfrentarme a los cuervos.
– Yo lo haré, jefe, a sangre y fuego.
– Ole sus redaños, Peláez, pero…no sé cómo aumentar elnúmero de lectores.
– Pondré mi prosa a su servicio.
– Se lo agradezco, Peláez, pero… eso no es todo…
– ¿Qué más jefe? ¿Qué más necesita para seguir?
– Verá… se han terminado las palmeras de chocolate.
– Bajaré a buscar más.
– ¿De verdad?
– Ahora mismo.
– Gracias, Peláez. Cómo sabe usted que sin mí elbarco se hundiría…
– Más bien que me debe veintisiete nóminas.
– Está bien, señor indirectas… compre una palmerapara usted.
– No quiero palmeras, quiero mi futuro.
– ¿Son esos pasteles rellenos de crema?
– No, es el porvenir.
– Ah… ¿rollo francés, tipo croissant?
– Brrrr algo así…
– Venga, tráigame uno, de algo hay que morir.

 

Viernes, 15de febrero

 

– ¡Peláez!
– Aquí estoy, jefe.
– ¿Qué hacía?
– Información de baja intensidad.
– ¿Echarse un sueñecito?
– Exacto.
– Es que trabaja mucho, Peláez…
– Ciento treinta y cuatro semanas seguidas.
– Ojú. Bueno, este verano le dejaré cogerse unpuentecito…
– Se lo agradezco, jefe.
– Y ahora, al tema, mire lo que tengo aquí.
– ¡Jefe! ¿Otra vez?
– ¿Qué pasa?
– ¿Va a volver a a desayunar chuletón?
– No, hombre, no es eso…
– ¿Y qué es?
– Es una performance.
– ¿Cómo dice?
– Sí, Peláez, arte contemporáneo. Mire, cojo estetenedor, este cuchillo, hago así y me lo como. Ñam.
– No me engaña, jefe…
– Lo hago ñam por amor al arte ñam
– ¿Y el vino?
– Arte líquido, orgánico, dinámico, efímero,pasajero, glup glup glup.
– Me parece que se aprovecha, jefe.
– No, Peláez, así es el arte contemporáneo. Además,el hueso lo donaré al Reina Sofía.
– Puaj.
– Tranquilo, lo dejaré más limpio que los deAtapuerca. ¿Me trae algo de pan, por favor?
– ¿El pan también es arte?
– No, coño, es para mojar en la salsita…

 

Lunes, 18de febrero

 

– Buenos días,jefe.
– Buenos días, Peláez hip.
– ¿Qué hace con eso?
– ¿Con hip qué?
– Con ese Goya…
– ¿Goya? Leñe, no lo hip había reconocido…
– ¿De dónde lo ha sacado?
– Alguien se lo dejó hip en el bar de la esquina. Penséque quedaría bien hip en mi despacho.
– Jefe, pertenece a a alguien…
– ¿Y cómo sé yo a quién?
– Casi seguro que a Blancanieves.
– ¿A Blancanieves? Peláez, deje de fumar cosasraras…
– No se lo puedo quedar, jefe…
– ¿Que no? Hip Mire qué bien queda aquí, junto alviolín.
– No es un violín, jefe, es un jamón.
– Ya decía yo que hip no sonaba bien. Venga, corteun platito…
– ¿Ahora, jefe?
– ¡Claro! Hip, ¡habrá que celebrarlo!
– ¿El qué?
– Hemos ganado un Goya hip ¿no? Pues eso.

 

Martes, 19de febrero

 

– ¡Peláez!
– Dígame, jefe.
– Márqueme el número de Vaticano Ciudad Del, haga elfavor.
– ¿El Vaticano?
– Sí, quiero hablar con el Papa.
– Ha dimitido, jefe.
– Por eso, quiero ficharlo.
– ¿Fichar al Papa?
– Sí.
– ¿Quiere que escriba una columna semanal?
– Ni loco.
– ¿Pretende que le aconseje en la toma dedecisiones?
– Que aconseje a su padre.
– Su padre es Dios.
– ¿Don Alfredo Di Stefano?
– No, Yahveh.
– Ya veo ya, ande márqueme…
– ¿Pero para qué quiere al Papa?
– Necesito una secretaria.
– Pero el Papa no puede hacer de secretaria.
– Habla tropecientos idiomas y parece discreto.
– Ya, pero…
– Le haré una oferta que no podrá rechazar.
– Eso suena siciliano, jefe.
– Va bene entonces, Peláez, va bene…

 

Miércoles,20 de febrero

 

– ¿Jefe?
– Pase, Peláez.
– No veo nada…
– He bajado las persianas para ver la peli.
– ¿Peli?
– “Debate sobre el estado de la Nación”, una comediacostumbrista de principios del siglo XXI.
– Pero…
– Empieza ahora, a las doce.
– No es una peli…
– Cierto, es una obra maestra. Con el dúo cómicoRubalcaba y Rajoy como protagonistas, y con secundarios de lujo…
– Verá…
– Venga, siéntese aquí, pero sin hacer manitas, eh…
– Está bien…
– Coja una palomita…
– Gracias…
– Luego habrá que comprar algo más de comer. Sondiez horas de un plano secuencia genial.
– ¿Bajo a por nachos?
– No, Peláez, usted y yo solos.
– Los nachos son comida mexicana.
– No mames, güey.
– Mamo, jefe.
– Pues ándale!!!!
– Ahora vengo.
– Rápido, que se va a perder los thrillers.
– Los trailers.
– ¿Unos camiones?
– Olvídelo.
– ¡¡¡Okey, pendejo!!! Ñam


Los cables de las conversaciones que mantiene Peláez con su jefe (#Pelaezleaks) en la redacción de un periódico de provincias los puedes encontrar a diario en la página oficial en Facebook de 360gradospress.


La foto es de Marga Ferrer

David Barreiro

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