Los Reyes Magos y Papá Noel residen en Antigua and Barbuda
Ya ha pasado la Navidad y la Epifanía. Los Reyes Magos han emprendido su camino de retorno hacia sus respectivos territorios, mientras Santa Claus hace ya días que regresó a Laponia. No sé si a la finlandesa o a la sueca, porque con esto del lugar de residencia del señor gordito con barba blanca siempre ha habido polémica. Yo creo que con tanto dispendio como hace este venerable anciano, al igual que Melchor, Gaspar y Baltasar, debe de tener fijada su residencia en algún paraíso fiscal y dedicarse a cosas que poco tienen que ver con el concepto judeocristiano del trabajo como castigo de Yahvé. Para nada me imagino a los cuatro generosos currando en un país gélido. Ni siquiera en Andorra, que me resulta un territorio demasiado prosaico por la proximidad. Aunque sí que me los podría imaginar en la Calle de las Tiendas, en Andorra la Vella, pagando mordida a los Pujol con la excusa de proteger al Tió. Caga tió, atmelles i torró. Y es que no hay nada como la moraleja polisémica de los cuentos populares.