Releyendo a Italo Calvino
Siempre ando con relecturas y constantemente vuelvo a aquellos libros que me hicieron feliz. Estoy en contra de los que opinan que lo malo del verano y la edad es que no puedes volver a leer (sentir) por primera vez Ana Karenina o David Copperfield, solo por poner dos ejemplos. Quienes opinan así alardean de falacias, porque con solo abrir los libros, pasar la hoja de portada y empezar el capítulo uno es fácil volver a conmoverse con las dichas y desdichas de Ana, Vronsky, Lyovin, Pegotty, Clara, y tantos otros.