Un pellizco de muerte natural
Muxía manda en la Costa da Morte gallega. El tiempo ha mantenido a este pueblo pesquero en el foco de la actualidad desde aquel desgraciado noviembre de 2002 con el Prestige. Desde entonces, Santa María de la Barca mantiene la incógnita sobre el discurrir de las vidas marinera, turística y rutinaria. Visitamos un enclave del que fluyen aromas a molusco y a salitre; del que aflora la tradición como manda la misma tradición.