En entornos altamente competitivos como el de las organizaciones empresariales, el liderazgo es un impulso determinante en la consecución de los objetivos fijados.
Enfocar de manera positiva el quehacer de cada día no solo reporta beneficios en el resultado final, sino también en la salud del sujeto. Nos hemos aproximado a una disciplina que persigue aprovechar al máximo el potencial propio.