Los detalles

¿Qué diferencia hay entre Siria y Soria? Para el jefe de Peláez, apenas una vocal, es decir: casi nada. Y es que no es alguien que se fije en los detalles, y por ello no dudó en tomarse una botella de suavizante Norit creyendo que era un caldo de oveja. Sin embargo, él no se arredra y no temió esta semana en hacer sus pinitos con la magia –con estupendos resultados para su estómago– e incluso se planteó apuntarse a la universidad, aunque lamentablemente cogió el folleto equivocado. Pero, después de todo, a finales de semana volvió a lo que más le gusta: jugar al mus con Peláez (o eso cree él) y terminar de madrugada cantando rancheras en un piano bar.

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Jueves, 18 de septiembre

 

– Buenos días, Peláez.
– Buenos días, jefe.
– No quiero que hable más del conflicto en Soria. Mi abuela era de ahí. Glup.
– No es Soria, jefe, es Siria.
– Pues no conozco a nadie en Siria, siga escribiendo. Glup.
– ¿Qué toma?
– Un caldito. Riquísimo, gracias por comprarlo.
– No he comprado ningún caldo, jefe.
– ¿Cómo que no? Glup ¿Y esto qué es? Glup. Pruebe.
– Parece detergente, jefe.
– Es posible, no he ido al baño aún.
– Detergente, no astringente. ¡Jabón!
– ¿Jabón? Pero qué dice, es caldito de oveja, mire el envase.
– ¡Jefe! ¡No es caldo, es Norit!
– ¿Qué?
– ¡Suavizante!
– Sí, está suavísimo, compre más, haga el favor.
– Brrrrrr…

 

 

Viernes, 19 de septiembre

 

– Buenos días, jefe.
– ¡Abracadabra pata de cabra!
– ¿Qué dice, jefe?
– He hecho un curso de magia, Peláez.
– No me diga.
– Sí, mire. Nadie por aquí, nadie por allá.
– Eso no es magia, jefe, es un ERE.
– Bueno, pero hay más cosas. Elija esta carta.
– Así no es, jefe. Tiene que ofrecerme la baraja para que escoja, no una sola carta.
– Cójala, coño.
– Vaaaaale…
– ¿Será el siete de picas, por casualidad?
– Sí, pero eso no es magia, jefe.
– Déjese llevar por su imaginación, Peláez…
– Ya…
– Mire… ¡tachán!
– ¿Qué es eso?
– Un conejo que acabo de sacar de la chistera.
– Está guisado y con patatas, jefe.
– Soy un mago con suerte ñam ñam.

 

Lunes, 22 de septiembre

 

– Buenos días, jefe.
– Buenos días, Peláez.
– ¿Qué hace?
– Ojeo estos folletos de la Universidad, quizás me matricule en algo este curso.
– Son folletos del chino, jefe.
– ¿Está seguro? Me gustaría mucho ir a clase de rollito de primavera.
– El de la universidad es este.
– Ah, vale…
– De todas maneras, ¿no había ido ya la universidad?
– Jamás.
– ¿No estudió periodismo?
– No en la universidad.
– Me dijo que había aprendido de los mejores.
– Sí, pero en el prostíbulo.
– ¿Allí conoció a los maestros del periodismo?
– Efectivamente.
– Cómo está el patio..
– Ya ve… bueno, creo que lo voy a dejar para el año que viene.
– ¿Y qué va a hacer éste?
– Prácticas de coaching.
– Eso está muy de moda, jefe.
– Se me da genial, mire..
– ¿Se tumba en el sofá?
– En eso consiste…
– Eso es couching, jefe, no coaching.
– No veo la diferencia.
– Pues la hay.
– Pues me la pela.
– Pues vale.
– Pues adiós.

 

 

Martes, 23 de septiembre

 

– Buenos días, jefe.
– Lo lamento, Peláez.
– ¿El qué, jefe?
– Lo siento mucho, de verdad.
– ¿A qué se refiere?
– Aquí tiene un hombro donde llorar.
– Lo tiene lleno de caspa, jefe.
– Cierto. Llore en mi vientre, si quiere.
– No, gracias… pero… ¿por qué iba a llorar?
– De verdad que le acompaño en tan triste sentimiento.
– ¡Pero de qué me habla!
– De su despido, Peláez.
– ¿Me echa?
– No, aún no.
– ¿Cuándo?
– Algún día.
– ¿Por qué?
– Va en mi naturaleza de magnate cabroncete. No puedo luchar contra eso.
– Sí que puede, jefe
– Bueno, no quiero.
– Eso es otra cosa.
– Lloremos juntos, hijo.
– No, yo voy a trabajar.
– Lo entiendo, pronto lo echará de menos…
– Adiós, jefe.
– Le espero aquí llorando por su triste futuro.
– Puto loco.
– Snif.

 

 

Miércoles, 24 de septiembre

 

– ¿Qué hace, Peláez?
– Pensar, jefe.
– No puede.
– ¿Por qué?
– Han eliminado la Ley del Absorto.
– Aborto.
– Envido.
– No estamos jugando al mus.
– Por supuesto, yo al mus no juego, yo gano.
– No me diga.
– Ése es mi principio.
– ¿Y su final?
– Cantar rancheras en un piano bar.
– Menuda vida lleva, jefe.
– La de un titán de la baraja.
– Lo que usted diga.
– Y haga.
– Adiós.
– Adiós.


Los cables de las conversaciones que mantiene Peláez con su jefe (#Pelaezleaks) en la redacción de un periódico de provincias los puedes encontrar a diario en la página oficial en Facebook de 360gradospress.

La foto es de @Marga_Ferrer

Soma Comunicación

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