La cultura del tragar

Se acerca –como una amenaza consumista– la Navidad, y el jefe de Peláez considera necesario decorar la redacción del periódico que dirige. Lamentablemente, carece de presupuesto y ha pedido a su redactor esta semana que tale el magnolio de la rotonda y lo adorne con unas bolas de billar.

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Qué tipo, tan ignorante que dice haiga”o”escribido y piensa que los fiordos son un dulce navideño y, sin embargo, llamainculto a sus subordinado por no diferenciar entre la fabada y el poteasturiano. Quizás, después de todo, la cultura del tragar sea la única queimporta porque él sigue llenando el buche mientras el pobre Peláez malvive sincobrar, sin libertad de expresión y, sobre todo, sin dignidad.

 

 

Jueves, 5 de diciembre

 

– ¡Peláez!
– Dígame, jefe.
– Decore esto, se acerca la Navidad.
– No tenemos presupuesto.
– Tome.
– ¿Un hacha?
– Tale ese abeto de la rotonda.
– No es un abeto, jefe, es una magnolio.
– No sea tiquismiquis.
– ¿Y las bolas?
– Aquí tiene.
– Son de billar.
– Lo único que pude robar en el bar, lo siento.
– Está bien, haré lo que pueda.
– Así me gusta, un periodista de raza.
– Aquí hago de todo menos periodismo.
– Siempre lloriqueando… Bueno, me voy de puente.
– ¿Adónde?
– A Noruega. A disfrutar de su incomparablenaturaleza.
– ¿Fiordos?
– No, gracias, estoy empachado. Si acaso unmazapán.
– Los fiordos están en Noruega, jefe.
– ¿Y por qué me los ofrece si no me los puede dar?Ahora ya me apetecen.
– Glotón.
– ¿Qué es eso que oigo, una vaca?
–Glotón, jefe, no tolón tolón.
– Ah… Ahora me apetece un vaso de leche.
– Todo se le antoja, jefe, no estará embarazada.
– De seis meses.
– ¿Y qué va a ser?
– Jefe Junior.
– Lo que me quedaba por ver.
– Es la magia de la vida, Peláez, la magia de lavida.

 

Lunes, 9 de diciembre

 

– Buenos días, Peláez.
– Buenos días, jefe. ¿Qué lleva en la cabeza?
– Una oveja churra, Peláez, para el frío.
– ¿Y abriga?
– Abriga y da leche, es la nueva era, Peláez, lasubsistencia. Debería probarlo.
– Ya subsisto, jefe… Llevo nueve meses subsistiendosin que me pague.
– Sabía que arrimaría la pascua a su sardina.
– El ascua.
– ¿Qué? No sé euskera, hijo, lo siento.
– Da igual, voy a seguir escribiendo.
– ¿De qué escribe?
– Del sorteo del mundial.
– ¿Ya ha sido?
– Sí, el viernes.
– Merde! ¿Y en qué cayó? ¡Dígame que en siete!
– No, jefe, no son números, son selecciones defútbol.
– Menudo sorteo de mierda. ¿Qué selecciones?
– De todo el mundo.
– Bueno, al menos es un premio muy repartido.
– Dígamos que sí….
– En fin, usted siga dándole al teclado, yo voy aordeñar mi oveja. Luego le traeré un vasito de leche.
– Gracias, jefe. Es usted muy amable.
– Serán tres euros.
– Será rácano.
– Tres cincuenta por insultar.
– De acuerdo.
– Cuatro por sumiso.
– ¡Jefe, protesto!
– Cuatro cincuenta por rebelde.
– No sé que decir…
– Deme las gracias, Peláez, con eso me basta.
– Brrr…

 

Martes, 10 de diciembre

 

– ¡Peláez! ¿Quiere apuntarse al equipo de fútbol delperiódico?
– ¿Cómo dice?
– Ya me ha oído, patán.
– No, jefe, gracias.
– Despedido.
– Está bien, me apunto pero…
– Pero nada. Será mi portero. Con usted cierro elequipo.
– ¿Quién más juega?
– Yo, de delantero centro.
– Con dos no podemos hacer un equipo de fútbol.
– No hay nadie más.
– Lo sé, despidió al resto…
– Pues hay que ficharlos de nuevo.
– ¿Va a contratarlos?
– Pagaré sus cláusulas.
– No creo que tengan.
– ¿Quedan libres? Fantástico.
– Les encantará volver a trabajar para elperiódico.
– No hijo, solo los quiero para el equipo defútbol.
– Se lo diré, pero de eso no se come.
– No hace falta comer, que mantengan la línea.
– Pero son periodistas…
– No me lo recuerde. Bueno, en dos horasentrenamos.
– ¿Y quién hace el periódico?
– Nadie, lo primero es lo primero.
– Jefe, la liga entre medios no es tan importante.
– Ja, ja, muy gracioso.
– Hay que sacar el periódico a la calle.
– Pero qué es… ¿un puto perro?
– Verá…
– Diez abdominales, por protestón.
– Jefe…
– Uh ah uh ah uh ah… y quince flexiones.
– Verá…
– A trabajar, Peláez, ¡detenga ésta! ¡Pum!
– ¡Jefe! ¡Me ha dado en la cara!
– ¡Qué parada! Extraordinario.
– Esto no puede ser.
– Cierto, tengo que afinar el tiro. Seguimos uh ahuh ah…

 

Miércoles, 11 de diciembre

 

– ¿Fabada para desayunar, jefe?
– ¿Es usted tonto o qué le pasa, Peláez?
– ¿Cómo dice?
– ¿Fabada, ha dicho?
– Sí…
– ¿No ve la verdura, ganapán?
– Ah…
– ¡Pote, Peláez! ¡Pote asturiano! Fabada… tienepelotas…
– Lo siento, jefe…
– ¿Y esto qué es, eh? ¿Tarta de queso?
– Parece…
– ¡Quesada, Peláez! ¡Quesada cántabra!
– Está bien…
– No, no está bien, odio la incultura.
– No volverá a ocurrir.
– Vale, vale… Bueno, ¿qué ha escribido para hoy?
– Escrito, jefe.
– ¡No me corrija, atolondrado!
– He hecho un reportaje sobre la figura de NelsonMandela.
– ¿Nelson qué?
– Mandela.
– No me suena de nada. Escriba de cosas queinteresen, Peláez, de mujeres, comida o fútbol, haga el favor.
– Esta noticia es de relevancia mundial. Todos lopublican.
– ¿Y si los demás se tirán al río usted también?
– Eso es demagogia.
– Mire, Peláez, hay que vender periódicos, noquedar bien con la plebe.
– Así no llegaremos a ninguna parte…
– Bueno, esperemos que haiga suerte.
– Haya.
– No, es roble. Y ese mueble de abedul.
– Me voy.
– Adiós, inculto. Fabada… hay que joderse…


Los cables de lasconversaciones que mantiene Peláez con su jefe (#Pelaezleaks) en laredacción de un periódico de provincias los puedes encontrar a diario enla página oficial en Facebookde 360gradospress.

La foto es de @Marga_Ferrer

José Manuel García-Otero

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