Peláez ha vuelto. Después de una despedida que nos dejó a todos con las dudas de si regresaría o no, ha decidido volver. Sin embargo, la bienvenida por parte de su jefe no ha sido tal y como el plumilla esperaba. De hecho, en su silla, estaba sentado ya su sucesor: nada más y nada menos que un chihuahua. Así que las relaciones entre el director y el redactor están más que tirantes y no sabemos cómo terminarán, sobre todo teniendo en cuenta que el jefe no está en sus cabales, prueba de ello es que confundió la radiografía de su cadera con un mapa de carreteras.
Lunes, 1 de septiembre
Buenos días, jefe.
¡¡¡Peláez!!!
El mismo. Pensé que se habría olvidado de mí.
¿Cómo voy a olvidarme de usted, alma de cántaro? ¡Meofende!
Me alegra que no haya sido así.
Y
¿cómo es que ha regresado?
Me di un tiempo para reflexionar y finalmenteconsideré que aquí no se está tan mal.
¡Por supuesto que no!
Así que, si no le importa, voy a ponerme atrabajar
Perfecto.
Ejem.
Estupendo, hijo.
Ejem.
Fantástico.
¡Jefe! ¡Está delante de la puerta! Déjeme pasar
Verá
yo
¿Qué pasa?
Es que no estaba seguro de que iba usted avolver
¿Ha contratado a alguien en mi lugar?
Compréndalo, necesitaba tener las espaldascubiertas…
Seguro que le paga mejor que a mí.
Lo mismo.
¿Nada?
Bueno, sí, unas galletas de Royal Canin
Eso es comida para perros
Ya…
¿Ha contratado a un perro?
Ahí lo tiene
¿Un chihuahua?
Se llama Rufus.
¿Y se supone que hace mi trabajo?
Mire, dieciocho noticias al día.
Aquí no se entiende nada.
Es posible, pero está mejorando. Mire, en estefolio no se hizo pis.
Esto es indignante, jefe.
Lo sé, Peláez, ahora mismo mando a Rufus aldepartamento de comunicación y usted recupera su puesto de trabajo.
Pero exijo mi sueldo.
Tendrá su sueldo y sus Royal Canin.
Yo no soy un perro, jefe.
¿Está seguro? A ver, ladre.
Guau.
Fatal.
Se lo dije.
Las galletas pa mí.
Martes, 2 de septiembre
Buenos días, jefe.
Ya.
¿Qué le pasa?
Estoy frío, Peláez, tras nuestro triste reencuentrode ayer.
Yo también, jefe.
¿Sí?
Sí, fue violento.
Lo sé, me gusta que lo reconozca.
¿Yo?
Por supuesto, presentarse aquí un mes después sintraer unas pastitas
Usted contrató a un chihuahua en mi lugar.
Se equivoca.
¿Cómo puede decir eso? Yo mismo lo vi.
No tenía contrato, era todo en negro.
Peor aún.
Puede ser, pero sigo sin ver sus pastitas.
Está bien, bajaré a por ellas al supermercado.
Me ofende.
OK, a la pastelería.
De acuerrrrrrrrrrdo
Y una vez que me las traiga, póngase a escribirsobre la llegada del otoño, que ya está aquí.
Aún quedan veinte días, jefe.
No, mire.
Eso es un anuncio de El Corte Inglés.
Es la biblia, Peláez, la biblia.
¿Ponen publicidad?
A espuertas.
Feliz otoño, jefe
Feliz otoño, Peláez.
Miércoles, 3 de septiembre
Buenos días,jefe.
Ñuf.
¿Qué le pasa?
Mire esto.
Lo miro… ¿qué pasa?
¿No lo ve? Tengo la cadera hecha trizas, no me librade la operación nadie.
Pero jefe…
Tendré que estar muchos meses de baja, más que con elembarazo.
Usted no ha estado embarazado, jefe.
Es cierto, eran gases, siempre me confundo.
De todas maneras…
Sí, Peláez, sí, le dejo a usted al mando de laredacción.
No hay nadie más.
Así nadie se le sublevará como a mí.
Lo que le quería decir…
Sé que me desea lo mejor, lo sé…
No es eso.
¿Y qué es?
Que esto no es una radiografía de su cadera, esun mapa de carreteras.
¡No me joda!
Lo siento.
Por eso me perdí estas vacaciones…
¿Llevaba su radiografía como mapa?
Eso parece, un mes por carreteras secundarias sinconseguir salir de El Bierzo.
Al menos tenía buen vino, jefe.
Aún me dura la resaca.
Los cables de las conversaciones quemantiene Peláez con su jefe (#Pelaezleaks)en la redacción de un periódico de provincias los puedes encontrar a diario enla páginaoficial en Facebook de 360gradospress.
La foto es de @Marga_Ferrer
Javier Montes