Por Fernando Martínez, enólogo
La historia del vino valenciano es muy larga ya, como para que me permita la licencia de resumir en unas breves líneas una impresión más o menos acertada. Pero es precisamente por esa vejez que crea madurez y sólidos cimientos, que presupongo que el vino valenciano no se retraerá con esta crisis, sino más bien saldrá fortalecido.
Hay cada día más bodegas y más vinos que están pegando fuerte, nuevas áreas geográficas que estrenan enología de manera fulgurante, tanto que parece que se les tenga miedo, pero no aquí, no en Valencia, tierra en la que se anda lento pero seguro, afianzando los cimientos hasta dejarlos tan sólidos que explota una energía que se tenia acumulada que desborda y sorprende a quién pensaba que esta tierra estaba callada. Estrenamos nuevos pisos de ese edificio que es la vitivinicultura; se inauguran bodegas innovadoras, se renueva el campo con serias inversiones en tecnología.
Poseemos la 2ª escuela más antigua de España dedicada al vino, lo mismo que el primer centro de investigación de este sector, pero nos modernizamos y creamos carrera universitaria y en el IVIA se apuesta por la viña, las D.Os están haciendo un esfuerzo por dar a conocer nuestros vinos en el mercado internacional y nacional punto del que realmente carecemos del todo, ¡que no todo va a ser bueno!
Pero esa es mi opinión concreta y breve, que tenemos los mejores cimientos de viticultura que se le pueda desear a una región, tenemos gente muy preparada, tenemos viñedos centenarios junto a los institutos tecnológicos más modernos y avanzados, pero no tenemos nombre y es ahí según mi pobre opinión donde se debería -y creo se está haciendo- hacer el máximo esfuerzo.
Y no me despido, que mi intención es seguir dando guerra para colaborar en la medida de lo posible con la difusión del buen nombre de los vinos valencianos, al igual que la web vinovalenciano.es que se estrena estos días, una web que recomiendo seguir por su completo tratamiento de los caldos valencianos y buen hacer de los que la gestionan. Porque no hay que olvidar que no se hace esto para vender más -que también- sino para descubrir el fruto del buen hacer y el resultado de un trabajo, a una sociedad que desgraciadamente lleva muchos años de espaldas a esta comunidad.
F.C.