Por Javier Montes, periodista
Lleva media España debatiendo sobre qué jugador debe llevar ese dorsal en la camiseta de la selección de fútbol desde hace casi 30 meses. La estéril polémica surgió tras la derrota frente a Irlanda del Norte el 6 de septiembre de 2006. Fue en Belfast, el último partido como internacional que jugó Raúl. Desde aquella convocatoria, el ‘7’ del Real Madrid no ha vuelto a vestir la ‘roja’, su número lo luce el ‘guaje’ Villa. La decisión la tomó, lógicamente, el entonces seleccionador nacional Luis Aragonés, que para eso le pagan y decide. Cada uno pensará lo que quiera, yo también, y de ahí que el debate esté en boca de todos los aficionados al fútbol en este país, unos cuantos millones. A quién no le suena el soniquete ‘Raúl sí, Raúl no’…
No voy a entrar en si mejor Villa o mejor Raúl. Para eso están las tertulias de los bares. ‘El Guaje’ se crió en la escuela de fútbol de Mareo. Así se llaman las instalaciones donde se educa, forma y enseña a jugar al fútbol a la cantera del Sporting. Allí conviven los jugadores del primer equipo con los benjamines, alevines, cadetes y juveniles. Por esos campos de fútbol pasa a diario Quini y ahora de visita Villa y cinco veces a la semana Riki, un chavalín de 11 años que sueña con ser estrella del fútbol y que a su edad ya lo es del juego limpio.
El sábado, su equipo, el Sporting, se jugaba el liderato de la categoría Primera Alevín de Asturias ante el Romanón a domicilio. Para conservar la primera plaza tenían que ganar tras la victoria matinal del Astur. Con el partido empatado a cero, Riki recibió el balón y tras tropezar con el portero rival, Diego, vio cómo el árbitro decretaba un penalti claramente injusto. Su entrenador David Caelles le ordenó que lo lanzara fuera. Así lo ejecutó. “Si lo dice el entrenador yo lo hago”, dijo el chaval al terminar el partido con 1-3 en el marcador. “A mi me gusta meter goles y cuantos más mejor pero sé que Caelles nos educa como personas y como futbolistas”.
Con un lenguaje impropio de un niño de 11 años Riki fue avasallado el lunes por decenas de periodistas en las instalaciones de Mareo ante el asombro de los jugadores del primer equipo. ¿Pero qué pasa con Riki? preguntó Diego Camacho. Ya sorprende que sepa el nombre de un chaval de 11 años alguien que lleva menos de seis meses en Gijón. Cuando su gesto recorrió el vestuario de Preciado el técnico cántabro fue a ver al chaval y delante de todos los micrófonos le espetó: ¿Y qué te ha dicho Quini? “Que voy camino de ser el ‘7’ de España”, le contestó Riki con una sonrisa de oreja a oreja.
Paquita Torres