Lobos y corderos

El Eurogrupo, con la insaciable Alemania al frente de la manada, exige su libra de carne a Grecia cuya mayoría de ciudadanos pasa desde hace meses necesidades básicas y muchos comienzan a llevar marcadas en el rostro las cicatrices que les infiere ese látigo milenario llamado hambre. No hay paciencia ni tiempo con los griegos. Los lobos del norte no se dejan intimidar. El que no cumple compromisos, al fuego.

El Gobierno griego, en boca de su ministro de Finanzas, ha sido tan clarificador como contundente: “El pueblo griego está decidido a no ser tratado como una colonia de la deuda que debe sufrir por lo que debe. No cruzaremos nuestras líneas rojas”, ha dicho Yanis Varoufakis, el responsable griego de Finanzas.

Lo dice mirando a los ojos, uno a uno, de los ministros del Eurogrupo, incluyendo al español, que con el portugués, se escudan tras la muralla de acero de los lobos del norte, los dueños del dinero. Pero Varoufakis, sin que le tiemble la voz, habla con la certeza de saber que sus “líneas rojas” son las correctas, según los viejos postulados de Kant, “sobre todo cuando miramos a los ojos de los hambrientos en las calles o cuando observamos a la estresada clase media de mi país”.

Los griegos saben muy bien que los dueños del dinero nunca jugarán limpio, jamás lo hicieron, y están preparados para una larga marcha. No tienen otra solución.

Hiere el papel de España en lucha tan desigual. El papel de España, de paje o sirviente del gobierno alemán, es el de aventar el fuego y apretar todas las tuercas. El gobierno español, un cordero vestido con piel de lobo, es inflexible en el debate. Pulgar abajo, ha ordenado Merkel. El Gobierno de España, que estalló en mil pedazos el bienestar social, con una clase media empobrecida, millones de parados, un sistema laboral tan frágil que los sueldos medios andan tan por debajo de los europeos que ya miran de cerca al salario de cualquier país del Asia profunda, dice que “ha hecho muy bien sus deberes”. Y así está España: contando los días que faltan para que los mentirosos insolidarios se vayan para siempre.

@butacondelgarci

Foto de Marga Ferrer

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