Por Javier Montes, periodista
Agoto los últimos días del año enfrascado en mi vida rutinaria, eso sí, sin perder de vista lo que acontece en el mundo. Por defecto profesional (hace tiempo que decidí ser periodista y la enfermedad todavía no se me ha curado) rastreo a diario periódicos y revistas, todo por Internet, y sintonizo emisoras de radio para escuchar de qué informan y cómo lo hacen. De la televisión ya he recibido el alta y ni la toco.
Se acaba 2010 en medio de un clima enrarecido, caótico, lo más próximo al Apocalipsis que me he sentido nunca. Crisis económica de Este a Oeste, de Norte a Sur (allí llevan muchas décadas sumergidos en ella pero eso no le preocupa a nadie, ni antes, ni mucho menos ahora), catástrofes naturales cada vez más frecuentes, una sociedad cada vez más violenta y menos generosa, unos políticos cada vez más corruptos y mentirosos, una educación cada vez más precaria y una sanidad en caída libre. Leer crónicas de esta triste realidad desde que uno se levanta hasta que se acuesta deja mella. Cuando suena el teléfono de casa ya pienso que detrás del auricular habrá alguien para contarme otra desgracia. Estoy sumido en el pesimismo global, lo reconozco.
En medio de esta ponzoña de dimensiones internacionales siempre hay algún oasis. Yo lo encontré hace más de dos años en la página de inicio de la conexión a Internet de mi ordenador. Durante el verano de 2008 (cuánto ha llovido!) me anunciaron que iba a nacer 360gradospress.com. Me contaron que se trataría de un semanario digital independiente. Que iba a dar voz a aquellos que sigilosamente hacen que se mueva el mundo, a aquellos que escriben de lo que ven y lo que oyen sin intereses particulares de nadie que vista con corbata y cambie de chaqueta cuando cambia el viento, a aquellos que cuentan sus viajes sin que les paguen el billete de avión, a aquellos con vocación de columnista sin carné de partido, a aquellos con una historia que contar, a aquellos que siempre da gusto conocer. Vendita locura, pensé. Es mi página de inicio desde que salió el primer número y mi refresco semanal.
Le tengo que agradecer esa bocanada de periodismo en estado puro, como definiría Gonzalo Serrano, a Soma Comunicación, la empresa de servicios periódicos que han sembrado Marga Ferrer y Óscar Delgado. Sólo ellos saben la cantidad de horas que han invertido en cultivar un producto en el que leer se convierte en un amable paseo con los ojos, alejado de los estereotipos de la prensa digital. 360gradospress.com sí es un brote verde. Cumple ahora cien números, cientos de artículos, cientos de fotografías y miles de visitantes. Con motivo de la efeméride sólo me sale escribir: enhorabuena por el esfuerzo y gracias por abrir esta ventana para ventilar mis ojos todas las semanas.