He leído un libro que cuenta la vida de una mujer extraordinaria: Mayte Maldonado, una luchadora que lo superó todo: el hambre y un cáncer. Y salió adelante para contarlo. “Si te caes, no te quedes ahí, levántate y sigues caminando; y si vuelves a caer, te volverás a levantar”. Esas palabras las escuchó Mayté Maldonado en algún lugar hace muchos años y las recuerda con la nitidez de un cielo azul en algún día de verano. Las tiene grabadas a fuego La Condesa, porque resumen lo que, a su juicio, es la vida misma, la vida de una luchadora que salvó todas las situaciones extremas y logró superar las murallas más altas hasta encontrarse, según confiesa sin tapujos, con Dios.
Y a Él le ha dedicado sus memorias. Esta es su obra: “La Condesa se confiesa” (de la editorial sevillana Punto Rojo), que se ha presentado estos días en Madrid y cuyos beneficios irán a parar íntegramente a la Fundación Jesús de Nazaret, entidad que ha creado la autora y a cuyo ministerio se dedicará “hasta que las fuerzas le digan basta”.
La Condesa se confiesa es una historia realista y valiente, que refleja los rasgos del ser humano y fotografía lo mejor de una persona pero también lo peor de las personas. La narración de la obra llena al lector de una extraña energía, la que rezuma la propia protagonista, una niña que no tuvo niñez, un pequeño ser dotado de una inusitada fuerza interior y que le hizo ser capaz de superar montañas, remontar el vuelo con las alas invisibles de un corazón a prueba de todo, incluso a prueba de sí misma.
La Condesa se confiesa es la vida de una chica nacida en la provincia de Salamanca durante la durísima posguerra española salmantina, supuesta hija no reconocida de un conde, que pasó una terrible infancia (hija bastarda, padrastro alcohólico, vecinos del pueblo que la rechazaron ), pues ella tuvo que buscar debajo de las piedras y entre los desechos algo para comer. No menos dura adolescencia, hasta que logró colocarse en una cafetería en Salamanca, donde comenzó a dibujar un presente más suave que el pasado y dio los primeros trazos del futuro instalándose en Madrid. Un cazatalentos de la época la fichó para corista en uno de los cabarets de moda en la Gran Vía de Madrid.
Le surgió un contrato grande en América y comenzó su aventura en el mundo del espectáculo y ser estrella de Revista y de la sociedad. Fue amiga íntima del general Torrijos (Panamá) y su hermano, en España fue amiga muy íntima, entre otras personas, de Alfonso de Hohenlohe y Alfonso de Borbón. Se casó seis veces. La “Condesa” hizo una fortuna en América y vive desde hace tres décadas en Puerto Rico.
Pero hace veinte años, la vida licenciosa y frívola de la mujer sufrió un vuelco espectacular. Padeció cáncer en sus pechos. La operaron y, como San Pablo al ver la luz, su vida cambió radicalmente. Mayté Maldonado sufrió una transformación radical. Se despertó su corazón y su vida encontró un camino que ella desconocía hasta el momento. Su patrimonio económico (numerosas empresas y propiedades en España y en Puerto Rico) lo tiene al servicio de la Iglesia Católica y de la Fundación Católica que acaba de poner en funcionamiento. Mayté es una mujer feliz y realizada, una valiente que jamás se escondió. Y ahora les mira de frente.
Lorena Padilla