Corren tiempos difíciles para todos y, prueba de ello, a pesar de los esfuerzos llevados a cabo por el director, las cuentas no cierran en el periódico de provincias de Peláez. Por esa razón, el jefe se ha planteado hasta vender el hígado de su redactor.
Sin embargo, el viernes esviernes en todas partes y Peláez lo recibió tarareando un tema de Australian Blonde que para su jefe noera más que un chupeteo infame. Pasó el fin de semana en el más absolutosilencio y el lunes amaneció con un golpe de realidad que se extendería alresto de la semana: la presión de los acreedores, la dimisión de EsperanzaAguirre y el fallecimiento de Santiago Carrillo protagonizaron lasconversaciones (de besugos) entre Peláez y su jefe y que siga.
Jueves, 13 de septiembre
¿Qué está haciendo, jefe? ¿Por qué bufa?
Las cuentas no cierran Peláez, parecen la cremallera de mis pantalones.
¿Y qué podemos hacer?
¿Verdaderamente necesita una mesa?
Sí, jefe, escribir en el suelo me destrozaría la espalda.
Ya
es que la madera se paga bien
Eso es innegociable, jefe, sin mesa dimito.
Antes de que dimita le echo.
Antes de que me eche me voy.
Antes de que se vaya le empujo.
Antes de que me empuje me largo.
Bueno pare ya.
De acuerdo.
Usted no bebe, ¿verdad, Peláez?
No, jefe, solo en ocasiones especiales.
Quizás podríamos vender su hígado
¿Mí hígado? Ni loco, jefe.
Es que el mío está hecho una boñiga, Peláez, por la genética.
No es por la genética, jefe, es por la ginebra.
Esa es su teoría.
Pero si le echa gotas hasta a la paella
Se lo vi hacer a Ferrán Adriá en un documental de La2.
Ya, será por eso. En fin, mi hígado no se lo doy.
Está bien, Peláez, buscaremos otra solución. Siempre hay una salida. Ahorapóngase a trabajar, yo voy a echar un trago.
Así empeorará su hígado, jefe.
Puede ser, pero mejorará todo lo demás.
Viernes, 14 de septiembre
Chup chup churup chup chup chup chup chuuup
¿Qué tararea, Peláez?
Un tema del Xixon Sound, jefe.
¿Xin Xon Xan? ¿Una banda china? ¡No será usted comunista, Peláez!
No, jefe, Sonido Gijón, de los noventa.
Ummm
sonido Gijón, sonido Gijón
de los noventa
¿los hornos de lasiderurgia?
No.
¿El bullicio de la tribuna de El Molinón?
Tampoco.
¿El repiqueteo de la lluvia?
Frío, frío
A ver, a ver
¿el rumor del puto mar?
¡Que no!
¡Me rindo, coño!
Es una canción, jefe, ¡música!
¿Música? ¿Ese chupeteo?
Sí, ese chupeteo
Qué asquete, Peláez. No pienso comprar ese disco jamás.
Bájeselo, jefe.
¿Lo tiene en la buhardilla?
No puedo con usted
Obviamente. No tiene usted media hostia ¡hu ha!
Lunes, 17 de septiembre
¿Qué hace, jefe? ¿Por qué palpa la pared?
Busco una salida, Peláez.
¿Y por qué no enciende la luz?
La han cortado.
¿Por qué no sale por la puerta?
Porque me verían.
¿Quiénes?
Los acreedores, Peláez, quién va a ser…
¿Dónde están, jefe?
¿Ha visto los autobuses ahí afuera, en la plaza?
Sí.
Digamos que no son turistas.
Leñe, jefe, ¿qué podemos hacer?
Lo mejor es que vaya usted a apaciguarlos, Peláez.
Me despellejarán, jefe.
Gánese el sueldo, hombre.
No me paga.
Le prometo que si me saca de esta las cosas cambiarán.
¿A mejor?
¡Ya estamos! ¡Deje ya de pedir y sálveme el cuello!
Está bien, jefe, hablaré con ellos.
Dios se lo pague, Peláez, nunca mejor dicho porque yo no tengo un céntimo.
Haré lo que sea por este periódico, jefe.
Pues antes de salir póngame una copita de whisky.
¿Para olvidar, jefe?
No, para emborracharme. Yo no quiero olvidar nada, Perrónez.
Peláez.
¿Qué desea?
Pufffffff..
Martes, 18 de septiembre
¿Qué hostias pasa, Peláez?
Nada, jefe, ¿por qué?
¿Cómo que por qué? ¿En este periódico ya no se desayuna?
Estoy escribiendo, jefe, no tengo tiempo.
No se puede escribir con el estómago vacío, hombre, moje un sobao, carajo.
Lo siento, es imposible.
¿Y se puede saber de qué escribe, anacoreta de las pelotas?
De Esperanza, jefe.
¿Esperanza? ¡Ja! Ya no queda esperanza Peláez, déjelo, escomo escribir de dinosaurios.
No, hombre. La presidenta de la comunidad de Madrid.
¿Qué le pasa?
Que deja la política después de 30 años.
No me joda.
Sí, jefe.
¿Y qué va a hacer?
Cuidar a los nietos.
Uf
pobre.
¿Pobre?
Sí, va a ser muy duro ponerse a trabajar después de tres décadas tocándose labarriga.
Visto así
No hay otra forma de verlo, Peláez, ande, venga aquí, comparto micampurriana.
Está rica, jefe.
¿Sí, verdad? He pensado que podíamos darlas con el periódico.
No funcionará, jefe. Ya fracasó una vez.
¡No me diga!
Sí, La Razón dio croissants durante una temporada.
¿La Razón?
Ajá.
Pero esto es un periódico no
eso.
Ya, en eso tiene razón.
¡Ñam!
¡Ñam!
Miércoles, 19 de septiembre
¡¡¡Peláezzzzzzzzzzzzzzzzz!!!
¿Qué desea, jefe?
Acabo de leer que se ha muerto Santiago Carrillo.
En efecto.
¿Por qué nadie me avisó?
Fue ayer por la tarde, jefe.
¿Y qué?
Estaba en su
tertulia
¿Mi tertulia? ¿Participo en una tertulia literaria? ¿ComoUnamuno, como Ortega, como Gasset?
Ortega y Gasset era uno solo, jefe.
No me corrija, carajo. ¿Y en qué tertulia estoy?
Bueno, llamamos así a su partida de mus en el bareto de la esquina
¡Ah! Haberlo dicho antes
¡Envido!
Ya se terminó la partida, jefe, ahora está aquí en su despacho
¡No me líe, cenutrio!
Disculpe
En fin, jefe, voy a seguir escribiendo sobre la figura de Carrillo.
¿No puede escribir en el ordenador? ¿No funciona?
Me refiero a que escribiré acerca de él.
¿Y de qué va a hablar?
De su papel en la transición.
¿Su papel? ¿Era actor?
No, jefe.
¿A qué se dedicaba? Su nombre me suena
Era político, jefe, dirigió el partido comunista.
¡Leñe! ¿Cómo puede ser que lo haya olvidado?
Conoció usted a mucha gente, jefe.
Pero nunca olvido una cara, a ver enséñeme una foto.
Aquí está, mire.
Solo veo humo, Peláez.
Está detrás, jefe, fíjese bien.
Me quiere sonar
Seguro que coincidió con él en la transición.
¿Qué transición?
La de la dictadura a la democracia.
Ehhh
eso también me suena
¿me refresca la memoria?
Está bien se lo contaré.
No, hijo, que me refresque la memoria con un whisky cola, no me cuentebatallitas
Los cables de las conversaciones que mantiene Peláez con su jefe (#Pelaezleaks) en la redacción de un periódico de provincias los puedes encontrar a diario en la página oficial en Facebook de 360gradospress.
La foto es de Marga Ferrer
Laura Bellver