Llega una nueva temporada, la séptima para 360 Grados Press, en particular, y para el mundo del periodismo digital de la crisis, en general. Y lo hace con visos de consolidación, de buenas apuestas, de ejemplos de colegas que han sabido adaptarse a los cambios, por encima de la crisis de los medios tradicionales. Crisis del papel, de registros, de plataformas, de firmas, de directores, de protagonistas, de oficialismos y de personas anónimas reconvertidas a influyentes que abanderan eslóganes de marcas.
Afrontamos, pues, el séptimo cursode esta cabecera semanal que nació en octubre de 2008 como otra forma deentender el periodismo, con la vocación de no atender convocatorias oficilalesy de centrar el foco en los nuevos protagonistas de la actualidad; los mismosque hoy marcan pautas o que han convertido en medallas de reconocimiento suquehacer de hormiguitas, independientemente de la disciplina a la que hayanenriquecido (empresarial, deportiva, cultural, política
).
Nueva etapa con cambios.Unos cambios centrados en mantener el espíritu inocente del primer día, enconsolidar un producto periodístico con una periodicidad distinta a la querequiere Google, semanal, para que esto de escribir en un nuevo medio no dejede significar algo romántico y cercano, local, especializado, cocinado a fuegolento por pocas manos pero todas con las mismas huellas dactilares: las de lailusión de aportarun granito de arena al cambio de concepto (periodístico).
Pero también abordamos el nuevosigno del tiempo con un anuncio, el del nacimiento de un hermano editorial quepronto verá la luz y que significará un paso más hacia el periodismo slow en el que creemos. Porque en tiempos de listas,robots, máquinas qu escriben por uno y RT a la carta, pensamos que aún quedaespacio para los que han de roturar debates más amplios, divulgativos osarcásticos, en largoredaccionales, en ilusiones escritas abajo el fuegolento del criterio.
360 Grados Libros verá la luz afinales de mes y 360 Grados Press no tiene más que mostrarle todas lasreverencias que caben en estas letras, las mismas que le proyectan suerte,mierda y buenos deseos.
Los cambios, si buenos oarriesgados, siempre son bien recibidos. En la redacción de 360 y de Somasland no podemos más que estar nerviososante el nuevo hito de esta intrahistoria periodística que cada día es más devosotros, de muchos, de menos, de las minorías que danzan con la calidad quebuscamos. Nuevos nombres, nuevos gestos, nuevas caras, nuevos retos. Gracias deantemano por el guiño de confianza que muestras al llegar hasta este punto.
David Barreiro