Bin Laden y los ‘clásicos’

Por Adrián Cordellat, periodista digital

Ya lo decía Extremoduro en el poema inicial de uno de sus grandes éxitos, ‘Standby’. “…Me enervan los que no tienen dudas, y los que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera. Me cansa tanto ‘clásico’, y tanto sinsentido…”. Si, puede que la letra esté un poco alterada. Pero la esencia sigue intacta, al menos para los intereses de esta columna. Al fin y al cabo en la interminable serie de los Barça-Madrid hemos tenido a un tipo que enerva, Mourinho, y que nunca parece equivocarse ni tener dudas. Hemos tenido también a un equipo y una afición, la del Barça, que muchas veces parece aferrarse a sus ideales sobre los de cualquiera. Fútbol, eso sí, hemos tenido poco. El espectáculo ha sido tan escaso que hasta Bin Laden ha decidido sumarse en las redes sociales al pobre espectáculo futbolístico. Una muerte tan surrealista y poco convincente sólo puede explicarse desde los clásicos.

A veces la realidad nos sorprende con situaciones con tan poca lógica que es mejor buscar las explicaciones bajo el cobijo del humor. Sólo así se hacen más digeribles imágenes como las de ciertos norteamericanos celebrando una muerte que de momento deja bastantes interrogantes en el aire. O, más concretamente en este caso, bajo el mar. Sólo así es posible intentar convencer a los más pequeños de que tanto juego sucio y tanta declaración improcedente poco tiene que ver con el deporte. El humor siempre es una buena solución para todo.

La muerte de Osama Bin Laden, a poco que uno se cuestione las cosas, suscita tantas dudas sobre su veracidad que las redes sociales, muy especialmente Facebook y Twitter, se han llenado de teorías conspiratorias que, hasta que no se demuestre lo contrario, tienen la misma credibilidad que las informaciones ofrecidas por la Casa Blanca. Mientras sigo temiendo que el terrorista de Al Qaeda aparezca en cualquier momento en una noticia de Al Jazzeera, vivo y coleando, las explicaciones a su supuesta muerte se multiplican por minuto.

Según la versión oficial, fue un comando de Seals norteamericanos el que acabó con el cerebro del atentado a las Torres Gemelas. No obstante, hay quien apunta en Facebook a una conspiración arbitral y de la UEFA. Parece, según los partidarios de esta opción, que Platini y Villar dieron el tiro de gracia a Bin Laden. Otros apuntan a la figura del portugués del Real Madrid, Pepe. Sospechan algunos que forzó su expulsión en el partido de ida de las semifinales de la Champions League para poder ejecutar con sus propias manos al líder de Al Qaeda. El Real Madrid, sin embargo, no parece creer demasiado en la muerte de Osama Bin Laden. Según apuntan, el cuadro merengue estaría pensando denunciar al terrorista por simular y fingir su fallecimiento, atentando contra las reglas básicas del fair-play.

Son sólo algunas de las muchas teorías que se manejan en las redes sociales. Humor como antídoto a tanto surrealismo. Porque uno no se explica todo el dinero tirado en Afganistan, buscando a Bin Laden entre las montañas, cuando éste vivía apaciblemente en una mansión en Pakistán. Tampoco tiene  mucha explicación que se tire su cuerpo al mar, dejando a medio mundo con dudas sobre la veracidad de la noticia. Cuesta entender que ciudadanos civilizados celebren en la calle la muerte, como si el fallecimiento del terrorista justificase tantos americanos y afganos muertos, tanta violación de los derechos humanos. A veces el humor es el mejor método para hacer frente a una realidad que por momentos nos cansa con tanto sinsentido.