“El flamenco tiene una identidad fuerte y poderosa”

Marco Flores demuestra cada día en los escenarios que escogió la carrera correcta, la de emocionar, erizar la piel y dar voz a sus emociones a través de su baile, de sus zapatos y del flamenco.

Entre los cantes de siega y de trilla y entre el cabal, las malagueñas y el fandango se siente el bailaor y coreógrafo gaditano Marco Flores (@CiaMarcoFlores), Premio Nacional de Baile Flamenco, como pez en el agua con su compañía. Porque muy pronto entendió que el flamenco era fusión, pasión, coraje, sorpresa y carga emotiva a raudales. Gracias a ello consigue conducir a su público por un sendero de emociones que finaliza con el último taconeado antes de que las luces se apaguen y el teatro explote en aplausos de admiración y vítores. Con cinco espectáculos en su mochila y uno de ellos, Tránsito, actualmente paseándose por festivales de toda Europa, Flores promete seguir creciendo como profesional y seguir dejándose el alma sobre los tablaos.

Elegante, sutil, sereno, sobrio y con buen gusto, garbo y compás. ¿Te reconoces en estos adjetivos con los que a menudo se refieren a ti?

A través del trabajo diario y de los años de esfuerzo y constancia ese ha sido mi objetivo a cumplir. Me enorgullece saber que hablan así de bien de mí y veo que el camino que estoy siguiendo es el correcto.

¿Cómo definirías tu estilo en el baile?

Algo muy sincero y dancístico. Según el momento que viva derivo hacia un lado o hacia otro, sin estar sujeto a ningún tipo de norma. Incluso cada coreografía de un espectáculo muestra diferentes formas mías.

¿Qué tiene que llevar en su mochila un bailaor flamenco de autodidacta en el aprendizaje y de estudioso de su arte con formación académica?

Es un conjunto. La formación académica es necesaria y nunca terminas de formarte. Hace falta comunicarte con otros compañeros y renovarse constantemente. Pero también es importante vivirlo, impregnarte con la música y con el arte, si no se convertiría en algo muy frío y material.

¿Fue complicado lanzarte con tu propia compañía hace seis años?

Antes ya sabía lo que era llevar una compañía, ya que había codirigido espectáculos con otros compañeros. Esa experiencia me vino muy bien, aunque sigo aprendiendo. Aprendes mucho del negocio, coges más constancia de todo. No es fácil, porque ahora tenemos que producir y distribuir todo nosotros, no como antes.

¿Qué supone tu equipo para lograr los éxitos que consigues?

Con cada propuesta me rodeo de un equipo buenísimo y eso te nutre mucho. También llamo a gente externa a él para que el espectáculo quede más redondo todavía. Que haya muchas cabecitas a la hora de crear es importante paras llegar a todo lo que conlleva una producción de flamenco.

¿Cómo se vive el flamenco en los países en los que has actuado?

Con mucho interés. Por ejemplo, en Francia es increíble lo que se llenan los teatros con el flamenco, siempre al 100%. Hay muchos festivales y el público valora mucho a nivel cultural este arte.

¿Cómo actualizas el género flamenco?

No me planteo si mis piezas son renovadoras o no. Nace la idea y el camino y la manera de salir sale sola. El flamenco es un arte vivo, aunque tenga su escuela, y está creciendo desde el enfoque estético. Más que renovar es importante darle el punto personal a cada producción.

¿De qué forma crees que se mantiene la fidelidad y el éxito del flamenco entre el público generación tras generación?

El flamenco tiene una identidad fuerte y poderosa por el sitio en el que ha nacido y el mensaje que transmite. Su música es universal y engancha, te atrapa. Está vivo, en comunión con otras disciplinas.

¿Qué diferencia a Tránsito del resto de tus espectáculos?

La diferencia es que en Tránsito bailo solo, sin bailarines que me acompañen, ya que se trata de una visión introspectiva hacia mi arte como bailarín. Una forma de hacer un alto en el camino para ver lo que he hecho acompañado y enfocarme hacia lo que yo quería hacer solo como artista en el escenario.

¿Con qué sensación deseas que salga el público del teatro?

Quiero que se lleve algo de verdad, que hayan llegado a distintos puntos emocionales, nada plano ni de aplausos gratuitos. Que me acompañen por mis emociones.

@casas_castro

Óscar Delgado