La permanencia en Asturias de la legendaria fábrica de sidra está pendiente de un juicio. El Estado alega que se asienta en dominio público. Vecinos de Villaviciosa piden una revisión de la ley. 360gradospress ha ido a visitarles
La fábrica de sidra El Gaitero, fundada hace 121 años en una de las márgenes de la ría de Villaviciosa, en Asturias, atraviesa uno de los peores momentos de su historia. El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, a través de la Demarcación de Costas, reclama la titularidad de los terrenos al estimar que se ubican en zona de dominio público. Buque insignia de la industria de esta pequeña localidad costera del centro de Asturias, se ha visto afectada por el nuevo deslinde publicado el pasado mes de marzo en el Boletín Oficial del Estado (BOE). En concreto, este nuevo trazado afecta a 3.408 metros cuadrados situados en la margen derecha del estuario, desde la Enciena de Tornón hasta el porreo del Salín. “Es el último tramo de la ría que faltaba por deslindar”, explica Ramón Galán, jefe de la Demarcación de Costas en Asturias. La noticia cayó como un jarro de agua fría tanto en la factoría como en el pueblo. La permanencia de El Gaitero en el concejo y en Asturias está en el aire.
La sociedad Valle, Ballina y Fernández, propietaria de El Gaitero, ha iniciado ya un contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional. Defiende el derecho a la propiedad, comprada legalmente en 1850 al Reino de España con motivo de la Desamortización. Si el juicio no prospera a favor de la compañía, en el mejor de los casos, podrían concederle a la empresa una concesión por treinta años prorrogables por otros tantos antes de tener que abandonar la actual ubicación. La situación no es ni mucho menos fácil. Esta incertidumbre es lo que ha provocado que se empiece a valorar la reubicación de la fábrica, lo que supondría un durísimo varapalo para Villaviciosa.
La orilla de la ría era a finales del siglo XIX un lugar estratégico para dar fácil salida a las mercancías hasta El Puntal y el puerto de El Musel, en Gijón. Hoy esa ubicación es un emblema y la fábrica, motor de riqueza para Villaviciosa. Unos setenta de los casi doscientos empleados que tiene la sociedad Valle, Ballina y Fernández residen en la villa maliaya. Junto a estos trabajadores, que ven cómo su futuro profesional puede dar un giro de ciento ochenta grados, hay que sumar los beneficios indirectos derivados de la actividad empresarial de este pequeño gigante. En este contexto no es de extrañar que los vecinos de Villaviciosa hayan alzado su voz para reclamar lo que consideran suyo. El pasado 18 de junio abarrotaron la plaza del Ayuntamiento en una concentración convocada por cerca de setenta colectivos para respaldar la permanencia de la factoría en sus actuales terrenos. Cerca de dos millares de personas se congregaron en la popular plaza del Huevo bajo el lema Siempre contigo. El Gaitero, una empresa arraigada en el paisaje y el entorno histórico, cultural y económico de Villaviciosa, es parte de sus vidas. Las calles del pueblo dan fe del respaldo popular que tiene esta industria. Escaparates, coches y marquesinas lucen carteles donde se lee “Desde siempre con nosotros y nosotros contigo”. Quien más y quien menos ha arrimado el hombro apoyando la misma causa, que El Gaitero no se mueva de su sitio.
Rocío Vega, presidenta de la Federación de Vecinos de Villaviciosa, una de las principales promotoras de la concentración, está pendiente de mantener un encuentro con representantes de la Junta General del Principado y el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, para tratar de recabar apoyos. Ya lo ha hecho con el alcalde de Villaviciosa, José Felgueres, quien ha iniciado contactos para tratar de lograr que se revise la aplicación de la ley de Costas en el concejo. Muestra del respaldo del alcalde a la iniciativa popular es que él mismo suscribió el manifiesto escrito por Lluis Portal y leído por Ángel Valle, de la asociación cultural Cubera. “Desde el día 24 de mayo de 1890 en que se funda la Sociedad Regular Colectiva Valle, Ballina y Fernández, esta firma sidrera, mascarón de proa de la industria asturiana, ha sido adelantada del progreso de nuestro concejo, del fomento de los productos propios de la tierra, embajada y bandera de lo maliayés y asturiano en el mundo. Ejemplo de tenacidad, abnegación y buen hacer empresarial”.
Valle resaltó el valor industrial de las instalaciones ubicadas junto a la ría, que “representan un ejemplo de perfecto maridaje entre la actividad humana y el respeto por el medio ambiente dentro de nuestro ecosistema” antes de criticar la “intervención arbitraria, desmesurada y agresiva a la que se está sometiendo a los ribereños de la ría maliaya”. Y es que no sólo la fábrica de El Gaitero está en el punto de mira. Muchos pequeños propietarios esperan temerosos lo que ocurra con la factoría. “Si los echan a ellos, imagínese a los demás”. Las instalaciones de la Espuncia, declaradas patrimonio industrial, “no hacen daño a nadie”. Apoyos no le faltan. El filólogo maliayo Víctor García de la Concha, director honorario de la Real Academia Española, y distinguido a principios de junio con la Medalla de Oro de Villaviciosa, aprovechó el acto de entrega para oponerse a la marcha de El Gaitero del concejo. “Si desaparece Sidra El Gaitero, muchos ya no volveríamos por aquí”.
José Cardín Zaldívar, gerente de la fábrica, lamenta que se haya llegado a esta situación justo cuando El Gaitero estaba multiplicando su actividad exportadora con la apertura de nuevos mercados para la sidra y otros productos en Rusia, Europa del Este y Asia. Su popular y conocido eslogan comercial El Gaitero, famosa en el mundo entero tiene que sonar ahora más fuerte que nunca en todos los rincones de España para tratar de convencer al Estado de que se está equivocando, que la fábrica no molesta, que es santo y seña de un concejo que la siente como suya.
Javier Montes