“A la economía le hace falta un empuje político”

Aprovechando su paso por Valencia la semana pasada, en 360 Grados Press no hemos querido dejar pasar la oportunidad de entrevistar a Emilio Ontiveros, fundador y presidente de Analistas Financieros Internacionales, para conocer su visión sobre la situación económica en estos momentos.

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La conferencia tiene lugar el pasado jueves en el vestíbulo de la Facultad de Economía de la Universitat de València, donde si no todas, la inmensa mayoría de las sillas estaban ocupadas. Hablamos con Emilio Ontiveros, fundador y presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), poco después de su intervención como invitado en el XIV Foro de Empleo organizado por el centro universitario, donde compartió sus conocimientos económicos, contestó a las preguntas de los asistentes y afirmó sentirse “esperanzado con los horizontes de trabajo para los nuevos titulados en Economía”.

 

El final de su charla ha sido motivador para los estudiantes…
En la universidad, no tenemos sólo que estimular a los expedientes brillantes desde un punto de vista académico-convencional, sino que deberíamos también estimular, especialmente en facultades como la de Administración de Empresas, la asignación de buenos talentos a la capacidad para emprender. Deberíamos estimular que chavales con inquietudes puedan crear una empresita ¡y ayudarles! Aquellos que tengan el chispazo de la vocación emprendedora deberían encontrar en la universidad un canal claro de asesoramiento y orientación.

 

También ha afirmado que una economía no prospera sin una tasa de natalidad empresarial positiva. ¿En qué sentido ha podido afectar la crisis para desarrollar nuevas ideas de emprendimiento?
Ha afectado mucho porque, en primer lugar, hemos visto cómo han desaparecido empresas que en algunos casos estaban situadas en sectores muy innovadores. Han desaparecido por dos razones: por una falta de demanda y por falta de oxigenación financiera, falta de recursos con los que salir adelante con proyectos. Esta crisis, hay que recordar, en su origen fue una crisis crediticia. Por eso, el principal impacto que tuvo en nuestro país fue precisamente el cierre de los flujos de crédito de forma indiscriminada, tanto a empresas que estaban en el sector inmobiliario, como a empresas innovadoras que estaban en otros sectores más intensivos en tecnología. Pero, además, el impacto ha tenido lugar a través de retrasar o impedir la natalidad empresarial porque para que nazca una empresa hace falta, al menos, una financiación semilla que posibilite su inicio. Y en la medida en que el sistema financiero español ha estado absolutamente paralizado hasta hace poco tiempo, eso ha tenido un impacto en el censo empresarial. Eso ayuda a entender que el número de empresas hoy es inferior al que existía en 2007.

 

En todo caso, los datos indican que España está creciendo. ¿Qué puede condicionar esa situación e influir para que el país vuelva a estancarse? Dicho de otra manera: ¿qué debilidades presenta el crecimiento español?
Hay una primera y clara debilidad: se está creciendo al tiempo que se necesita restituir lo que se ha perdido. Hasta ahora lo que estamos viendo es un repunte, una especie de rebrote desde niveles ciertamente bajos. Pero no estamos viendo una gran intensidad inversora para restituir el capital perdido, tanto en términos de equipamiento de las empresas como en términos de capital humano. Haría falta que las empresas invirtieran más; que la tasa de crecimiento viniera acompañada por un mayor crecimiento de la Eurozona. Por eso, aún cuando es evidente que la economía española está recuperándose y creciendo incluso a una tasa estable, superior al 2%, también es verdad que es un crecimiento muy dependiente de lo que ocurra fuera. No solamente hay que crecer sobre el nivel del año pasado, que fue un nivel bajo, hay que restituir todas las formas de capital dañadas. Y eso va a requerir algo más de tiempo.

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¿Cree que la corrupción puede afectar de algún modo a los mercados?
No de forma muy explícita, pero claro que sí. La corrupción forma parte de ese activo intangible, que es la calidad de las instituciones, en la que se basa la confianza. La confianza tanto de los agentes económicos españoles como de los agentes económicos internacionales. Aunque por sí sola no sea un factor que inmediatamente cotice en los mercados, sí es verdad que contribuye a erosionar la confianza en el conjunto de la economía. Por lo tanto, hay un vínculo, aunque no sea tan fácil de cuantificar como otros episodios políticos.

 

La última encuesta realizada por el Barómetro de la Imagen pone de manifiesto que los extranjeros perciben la crisis como un elemento identificador de España. Le pido una breve valoración al respecto.
Me ha llamado la atención a mí también. Da la impresión de que al menos en algunos países del resto de Europa perciben a la economía española como todavía una economía convaleciente. Una economía que ha sufrido mucho, que ha tenido una larga y pronunciada crisis y, cuanto menos, la están percibiendo como convaleciente, como saliendo de la crisis. Pero sí me ha llamado la atención… sí…

 

En otro orden de cosas, ¿que el actual gobierno de Grecia no pueda dejar de pagar su deuda, puede ser un indicativo del margen real de maniobra para nuevas maneras de entender la economía?
Claro, claro. Y sobre todo, la situación ahora mismo que está planteando el problema griego obliga a nuevas formas de entender la convivencia en el seno de la unión monetaria. Que, a día de hoy (jueves, 19 de febrero), en este mismo momento Grecia haya hecho cesiones importantes… Pero ante una economía que ha perdido el 25% de su crecimiento sigamos en una actitud tan intransigente, como la que se pone de manifiesto, indica que es necesario redefinir ese principio de solidaridad que debe de alguna forma presidir el área monetaria. ¡Claro que Grecia tendrá que pagar sus deudas! Pero no es lo mismo pagarlas creciendo que pagarlas en una situación de estancamiento. Por eso de alguna forma Europa, Alemania en particular -que es quien está tomando la iniciativa- debería ser tan flexible, cuando menos, como lo ha sido el gobierno griego.

 

¿Qué supondría para la Eurozona la salida de algún país de la moneda única? ¿Es, de hecho, un escenario que podría darse? 
Es posible, pero la verdad es que hasta ahora está inédito. Se sabe cómo se entra en la Eurozona, pero no se sabe cómo se sale. No hay un manual de instrucciones que diga cómo abandona un país el área euro. Lo que sí es verdad es que significaría una convulsión desde luego financiera para el conjunto del área monetaria. Los mercados de deuda entrarían en una seria crisis, pero incluso los bancos del resto de la Eurozona podrían ser contaminados por esa huida. Desde luego la salida del euro significaría también que la nueva moneda de Grecia nacería con una gran devaluación. Y significaría también que ya sí que sería definitivamente imposible pagar la deuda que tiene Grecia dada en euros.

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¿Le hace falta a la economía un empuje político?
Absolutamente. Un liderazgo en el medio plazo basado en la necesidad de que la Eurozona recupere ritmos de crecimiento económico y del empleo que, en primer lugar, permita atender las deudas de forma más cómoda; y en segundo lugar, que  permita la reconciliación de todos los ciudadanos con la Eurozona: desde los españoles a los italianos pasando por los franceses, están hoy en el punto mayor de euroescepticismo. No están conformes con la forma en la que se está gobernando políticamente la eurozona; en la forma en la que se están decidiendo prioridades en última instancia.

 

Estamos en año electoral con varias citas con las urnas. ¿Cómo puede afectar esta situación?
Va a depender mucho de cómo se resuelva este problema griego. Si no se pasa a mayores y de alguna forma se llega a un acuerdo en el asunto de Grecia, no hay un problema de impago de la deuda, etc., la economía española podría seguir creciendo al ritmo que hemos comentado. Y más allá de los indicios que dicen las encuestas pues, probablemente, no asistiríamos a un resultado electoral absolutamente imprevisible. De todas formas yo creo que ya, por lo que sabemos de las encuestas, se está poniendo de manifiesto una insatisfacción genérica de los ciudadanos españoles acerca de las orientaciones que han tolerado y asumido los dos principales partidos políticos.

 

El mapa político español parece que va a cambiar…
Sí. Eso es lo que dicen los sondeos. Un dato parece casi evidente y es que el bipartidismo tan acusado que ha existido hasta ahora se va a debilitar y probablemente nos encontraremos con tres o cuatro fuerzas políticas con una distribución de apoyos electorales no muy divergentes. Pasar a un escenario de tres o incluso cuatro partidos políticos con capacidad de influencia. Eso es algo nuevo. No sé si es bueno o malo, pero es nuevo. Y es una prueba para que la clase política española se adecue a las nuevas circunstancias.

 

¿Cuál es el mayor reto de la economía española en estos momentos?
Crecer un poco más y crecer mejor. Crecer un poco más significa hacerlo más cerca del 3% que del 2% con el fin de que la creación y la calidad del empleo sean mucho más visibles. La calidad del crecimiento también significa que las empresas asienten su confianza y empiecen a invertir en ampliar capacidad; empiecen a contratar trabajadores de forma más estable, empiecen a invertir en I+D. Si hubiera que sintetizarlo en una sola palabra, es confianza. Confianza en que la Eurozona cambie el rumbo y, desde luego, confianza en que ese cambio de rumbo signifique más crecimiento en el corto y medio plazo.

 

 

Debido a la crisis, la actualidad económica ha estado muy presente en los medios de comunicación. ¿Considera que la labor divulgativa en esta materia se cumple o son necesarias explicaciones más profundas o accesibles para la mayoría de los ciudadanos?
Es verdad. Llevas razón. Yo creo que todavía necesitamos, lógicamente, hacer un mayor esfuerzo. Se ha hecho en cierta medida un mayor despliegue informativo: lo habéis hecho los medios de comunicación fundamentalmente, porque en la medida que pasaba a primer plano de la actualidad, los periodistas o los expertos con los que contabais se han visto también obligados a hacer un esfuerzo de difusión mayor. Pero todavía creo que hay un número de ciudadanos amplio que no acaba de controlar lo que es la realidad económica y financiera. En ese sentido, la alianza entre medios de comunicación y expertos tiene que seguir en la dirección de un mayor esfuerzo de difusión, que no quiere decir banalización; sino, simplemente, acercar pedagógicamente la realidad a la mayoría de los ciudadanos.

 

¿Y qué le parecen las nuevas sinergias que se establecen con el auge de la economía colaborativa?
Muy, muy interesante. Me parece que todo el fenómeno de la economía colaborativa en términos financieros, comerciales, de puesta en común, de compartir esfuerzos, en términos[Img #21596]
de saltarse a intermediaros y buscar el contacto directo entre la gente a través de las redes… Me parece un fenómeno interesante. No me atrevo a decir cuál es su alcance. Desde luego, hay que contemplar con mucho interés fenómenos como el crowdfunding; la posibilidad de que se empiecen a financiar pequeños proyectos empresariales con la suscripción de personas que están en las redes y simpatizan. Creo que es un fenómeno no desdeñable, creo que está aquí para quedarse, pero no tengo elementos de juicio para saber si va a ser una alternativa a determinados sectores económicos, si su volumen va a crecer de forma muy significativa a corto plazo o no. Pero es un fenómeno ciertamente interesante.


@Lorena_Padilla

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