“Estaré subida a las tablas hasta que pierda condiciones”

El de la actriz Mª Luisa Merlo es y ha sido un camino de las mil caras. Mil personajes que le han hecho vivir experiencias que relata como maravillosas, al igual que las personas que le han y le siguen acompañando en él, desde actores, actrices, productores y directores hasta su propia familia, una saga dedicada a la actuación desde más de un siglo de la que habla con todo el cariño del mundo.

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Mientras que la actriz Mª Luisa Merlo (@marialuisamer) espera a ser atendida por los medios justo antes de empezar una rueda de prensa en Valencia cuenta a sus compañeros de escena de la obra Cosas de papá y mamá, de Alfonso Paso, en una adaptación de José Manuel Pardo, lo bonita que es la ‘La Maredeueta’, o ‘La Geperudeta’, como le llaman valencianos como ella debido a estar algo encorvada.

 

Y lo explica con el cariño que le merece la vuelta temporal a su tierra de nacimiento por unas semanas después del recorrido que ha llevado desde que inició su carrera profesional en sus 75 años de vida. Sus inicios en los escenarios, pero como bailarina de ballet, su paso por los famosos Estudio 1 de TVE1 o su estupenda vuelta a la televisión años después gracias a sus papeles en memorables series como Aquí no hay quien viva, Los Serrano o Aída. Un camino con mil caras, las de sus personajes, que sigue celebrando desde los escenarios. Como no podía ser de otra manera.

 

¿Qué ‘cosas’ definen a ‘papá y a mamᒠen esta obra?

Son dos personas que están solas y enfermas todo el día y que, cuando se conocen y se enamoran en tres minutos, ya que tenían unas ganas tremendas, se les pasan todos los males. El amor lo cura todo. La primera escena, en el médico, es una delicia. Les define la lucha que tienen para engañar a los hijos, que no quieren que lleven adelante su amor y están anticuados. En lo personal, esta obra siempre me encantó desde la primera vez que la vi, en los años 60, cuando la interpretaba Isabel Garcés. Yo decía: “esta obra la quiero hacer de mayor”. Y así está siendo.

 

¿Aportas algo de tu personalidad al personaje?

Nunca lo hago. Los personajes son los personajes. De hecho, cuando a mí me duele algo y entro a escena, se me quita el dolor, y luego vuelve. Luego yo no soy Mª Luisa Merlo en el escenario, sino que soy el personaje.

 

Eres hija y nieta de actores. ¿Supuso una presión para ti querer estar a la altura de tus antecesores cuando empezaste?

Y tanto. De hecho, fue tal la presión, que empecé como bailarina de ballet debutando en Verona. Lo que pasa es que no me daba cuenta de lo buena que era como actriz y pensaba que lo de ser bailarina era más por rebeldía para no seguir los pasos de mi familia. De pronto fui a la academia en la que estudié, me pasaron enseguida al nivel de profesionales y de la mano de mi maestro, Alberto Portillo, recorrí toda Europa. A partir de debutar como primera bailarina en un espectáculo con Nati Mistral y Toni Leblanc, me empezaron a ver los directores de cine y dejé el baile definitivamente, porque en España tampoco tenía mucho campo que recorrer. En cuanto a mi familia, daba mucho miedo dedicarse a la actuación por lo que imponían. De hecho, mis hijos son también actores, pero mis nietos ya no.

 

A pesar de retirarte del baile, ¿ha sido algo que te ha acompañado a lo largo de tu vida?

No paro de bailar, ya que me sienta muy bien por el ejercicio físico que supone. Lo que no puedo hacer es ver mucho ballet, porque me sigue impresionando un poco no haberme dedicado a ello profesionalmente.

 

¿Y qué supuso que tus hijos quisieran ser actores?

Yo, encantada. Cuando empezaron sabía que en el momento en el que los fueran a ver tan buenos como eran, les iban a encantar. Por otro lado, mi hijo Pedro es el mejor productor del país, para qué nos vamos a engañar. Y está casado con una de las mejores actrices de España, Maribel Verdú.

 

¡Menuda familia de actores! Cuando os juntéis todos…

Fíjate que cuando nos reunimos todos nunca hablamos de teatro y sí de nuestros hijos, porque somos muy familiares.

 

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¿Qué te ha dado el teatro en tu carrera?

El teatro me ha aportado todo desde el primer biberón. Se lo debo todo. Le tengo mucho amor y gracias a él he conocido a una gente fantástica.

 

¿Dónde aprendiste, sobre todo, a actuar en la práctica?

Curiosamente aprendí a hacer teatro en televisión gracias a Estudio 1, que fue muy exitoso. Ese teatro es mucho más bajo y contenido que el de las tablas y muy pocos sabemos hacerlo. Por eso ya no se hace.

 

¿Entonces no crees que pueda volver a tener cabida Estudio 1 en la televisión?

Para nada. Antes tardábamos dos días en hacer una obra; ahora se necesitaría un mes, porque no hay costumbre de hacerlo. Y cuesta mucho dinero también. Aunque el público me pregunta que por qué ya no lo hacemos.

 

¿La vocación tiene que ir por delante de la formación?

A la par. Siempre he sido de esas actrices que no ha dejado nunca de estudiar, a pesar de tener talento. Estuve hasta en la Royal Academy of Dramatic Arts, en Londres, estudiando a Shakespeare. Y nunca he parado de hacer cursos y he aprendido muchísimo gracias a los profesores. Me dan rabia aquellos que se burlan de los que estudian.

 

¿Qué características debería tener la actriz perfecta de hoy?

Debe parecerse a sí misma y hacer bien su trabajo.

 

¿Alguna actriz actual favorita?

Me gusta mucho Adriana Ugarte. Es una actriz chapó.

 

¿Se jubila un actor o una actriz?

Lo estoy deseando por cómo está teatro. El ratito de salir a escena me encanta, pero luego cuando salgo y veo lo que ha cambiado desde que me crie en una silla, entre cajas de escenario, me quedo alucinada. Ahora los directores y productores lo hacen todo al revés de cómo lo hacíamos entonces. No es una impresión muy buena.

 

¿Y si fuera como entonces?

Hasta el último día de mi vida no estaría actuando; estaré subida a las tablas hasta que pierda condiciones. El día que empiece a hacer el ridículo haré como Amparo Rivelles, que no avisó de su retirada. Simplemente finalizó una función, se adelantó al público y dijo: “señores, han visto ustedes la última función de Amparo Rivelles”. Después de eso, se metió en su casa y se acabó.

 

¿Algún proyecto más que lleves adelante?

Estoy con 40 cosas, porque Internet no para un minuto de publicar cortometrajes y trato de estar en todo ello también.


Una entrevista de @Casas_Castro

David Casas

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