Aunque se considera una persona tímida, afirma que gracias al canto y a la actuación ha conseguido configurar su personalidad y expresar todo lo que ha querido en la vida. Actualmente combina ambas disciplinas artísticas en la vuelta a los escenarios del musical Mamma mia!, donde da rienda suelta a su indiscutible talento.
Desde que el primer disco de jazz cayera en sus manos, la actriz y cantante barcelonesa Nina (@nina_artist) no ha desistido en su objetivo de ofrecer lo mejor de sí misma profesionalmente y de crecer y mejorar como artista a todos los niveles. Actualmente ha retomado su papel de Donna en la gira del musical Mamma mia! con la que va a recorrer los escenarios de toda España con un ritmo vertiginoso.
¿Qué representa la música en tu vida?
Muchas cosas a nivel profesional, pero también a nivel personal. Yo creo que nací con un don para la música y me hace bien en mi vida, va más allá del trabajo. Gracias a ella he podido expresar todo lo que he querido. Soy una persona muy tímida y a través del canto me he podido hacer a mí misma como persona. Si hubiera tenido que conseguirlo a través de la palabra hablada me hubiera costado muchísimo.
¿Te viene desde pequeña esa ansia por cantar y visualizar tu vida dedicada al canto?
Sí, yo me recuerdo cantando con tres años. Es uno de mis primeros recuerdos de infancia.
¿Qué supuso un festival tan multitudinario como Eurovisión para tu carrera musical?
No supuso gran cosa, solo un pequeño paso para configurar mi carrera. Sí que es cierto que un evento como este, cuando lo ganas, tienes una repercusión muy grande y, si no, no la tienes. Yo quedé en sexto lugar y 25 años después la gente me sigue preguntando por ello, pero a nivel profesional no me ha aportado más que eso.
¿Quiénes son tus referentes a nivel musical?
Sí, tengo muchísimos, sobre todo, del mundo del jazz y de la música brasileña. Soy una gran amante del jazz de los 80 hasta el 2000. No solo de cantantes, sino también de instrumentistas como Gary Burton, Keith Karrett o Chick Corea. También los grandes compositores e intérpretes brasileños me han marcado mucho.
¿También cantautores catalanes?
Sí, pero más a nivel sentimental, cultural y lingüístico. Vocalmente fue el jazz. El primer disco que cayó en mis manos fue el de Sarah Vaughan. Y también me marcó Ella Fitzgerald. Ellas fueron mis dos grandes cantantes de cabecera y luego ya fui descubriendo a muchos más.
¿Qué te aporta la actuación, sobre todo, cuando la combinas con la música como haces en los teatros?
Es ya el sumun, porque yo me siento actriz: trabajo con la voz y con el cuerpo y transmito texto con palabras habladas y cantadas. Y cuando un intérprete tiene la oportunidad de aunar ambos textos unidos a una coreografía, eso ya es lo más. Donde mejor me encuentro es haciendo un musical, porque puedo desplegar mi instrumento en todas sus posibilidades.
A colación de ello, después de siete años de éxitos con Mamma mia!, finalizáis el espectáculo y volvéis cuatro años más tarde. ¿Cómo ha sido retomarlo ahora?
El año pasado se hizo un estudio de mercado y se vio que el musical podía seguir triunfando si hacía una gira y así ha sido. Ha sido fantástico, como si la vida te diera la capacidad de repente de rebobinar y repetir algo que ya has hecho e intentar mejorarlo.
Difícil poder mejorarlo, en mi opinión.
Yo estoy sorprendida. Tras los primeros ensayos he visto que hoy tenemos la mejor dirección que nos han hecho. De hecho, los directores consideran que tras años llevando otras obras han madurado mucho como profesionales y han hecho que el espectáculo también lo haga. Los personajes están más vivos, son más cercanos, no tan caricaturizados. Y la gente que lo ha visto más veces nos lo dice.
¿Cómo fue la experiencia de Operación Triunfo como directora de la academia?
OT fue algo insólito que pocas veces te sucede en la vida. Ser testigo privilegiado de un fenómeno social en el ámbito de la televisión es un privilegio. Una experiencia que te hace crecer, porque no es fácil estar en primera línea de batalla y en boca de todos. Aun así, solo le veo cosas positivas y cuanto más tiempo pasa más afortunada me siento de haber formado parte de ello.
¿Cómo estás viendo el reencuentro de la primera edición en el documental que actualmente se emite en La 1 y en el que has participado?
Ha sido muy emotivo verles de nuevo, a los 16 juntos, además, muy bien por dentro y por fuera. Yo no me dejé llevar todo lo que me hubiera gustado porque estaba sujeta a un guion, pero aun así fue muy bonito conversar con ellos.
¿Tienes más proyectos profesionales de cara a los próximos meses?
Es imposible, porque con Mamma mia! hacemos ocho funciones semanales. Además, dirijo mi centro de canto y son muchas horas de dedicación. Pero me da tiempo a preparar mi segundo libro y poco más a nivel artístico.
David Casas