Aquel día cuyo recuerdo nos duele
El 11-M de 2004 no me creía nada. Yo andaba trabajando en la sierra de Cádiz, la noticia me supo a azufre y me golpeó con tanta fuerza que deambulé como un perrillo sin norte durante varias horas. La radio vomitaba dolor y nadie encontraba una explicación a la locura. Hacía frío y las nubes aplastaban el campo.