La llamada soez a la conciencia
En Plácido, la espléndida y corrosiva película de Luis García Berlanga, unas cuantas señoras de la buena sociedad de una ciudad imaginaria y reconocible ideaban la campaña navideña "Siente a un pobre a su mesa", patrocinada por Cocinex, una delirante marca de ollas a presión. Las señoras pugnaban entre ellas por dar de cenar a un pobre, importando más las formas morales que la pechuga de pollo que le ponían en el plato, mientras al conductor del motocarro que llevaba la estrella de Belén en la cabalgata, un inconmensurable Cassen, vivía todo tipo de injusticias para poder pagar la letra de su medio de producción.