El vuelo del cuervo
Verano de 1944. Los aliados acaban de desembarcar en Normandía y París es un hervidero. Los alemanes están nerviosos y las órdenes desde Berlín no son nada halagüeñas. Si la ciudad no puede hacer frente al avance aliado deberá ser destruida. Pese a esa Espada de Damocles que pende sobre la vida de los parisinos, los habitantes de la capital francesa intentan seguir con su vida. Aunque esta pase por aprovechar la confusión de unos tiempos convulsos para desvalijar joyeros y carteras.