Jose A. Gómez, más conocido como Defreds, comenzó a escribir con 140 caracteres en Twitter sobre sentimientos, emociones y momentos, recreados en historias personales, que pronto calaron en el público. Así fue como “casi sin querer”, como el título de su primer relato, cambió de formato y publicó sus cuatro libros. Esta semana en 360 Grados Press hemos hablado con él para conocer su último trabajo ‘Historias de un náufrago hipocondríaco’, con el que da rienda suelta a la imaginación en situaciones especiales de la vida de cualquier persona.
En tus publicaciones te defines como tímido pero tienes un don para retratar situaciones con las que la gente se siente muy identificada, lo que ha hecho que se acerquen a ti y te conozcan. ¿Cómo estás viviendo este momento?
Yo creo que lo disfruto más porque en realidad ha sido algo inesperado, pues yo cuando empecé a escribir en Twitter lo hacía porque me lo pasaba bien contando las cosas que me pasaban. Los libros me pillaron por sorpresa completamente porque no contaba con ello. Ahora disfruto de cada palabra, cada detalle y cada momento que me regalan las personas que me siguen.
Empezaste en Twitter con 140 caracteres, ¿cómo fue la transición de este formato?
Comencé en esta red social porque me sentía cómodo en el relato breve. Aunque también colgaba algunos textos más largos mediante fotos y creaba micro historias, que no dista mucha de lo que hago ahora en mis libros.
¿Cómo surge tu pseudónimo Defreds?
Mucha gente me lo pregunta y es una historia anecdótica. La primera vez que nos pusieron Internet en casa estaba con mi hermano y nos queríamos crear un nick. Como no se nos ocurría nada, marcamos en el teclado y como están las letras tan juntas salió esa palabra y decidí utilizarla. Es más, yo siempre digo que si la hubiera buscado no me habría surgido ninguna. Tuvo que surgir así, por azar.
¿Qué te empujó a empezar a escribir?
No hubo un detonante claro. Decidí escribir las cosas que me sucedían y compartirlas en mi canal social con los amigos que en aquel momento me seguían. Empezó a gustar y después fue un efecto en cadena.
En tus escritos haces referencia a personas pero imagino que también habrá elementos que partan de la ficción, ¿qué hay de realidad en estos “personajes”?
El 98 % son cosas reales de algún momento de mi vida o de historias que me han contado allegados o familiares. Puede haber alguna excepción como relatos que denuncian el bullyng infantil o algo especial, pero normalmente son mínimas.
Todos los artistas tienen sus musos y musas, ¿quiénes dirías que son los tuyos?
Yo creo que la vida, en general. Ahora estoy enamorado, a punto de ser papi, por tanto, los textos que escribo suelen ser más orientados a mi pareja porque las vivencias son las que te dan historias y momentos.
Entonces, no descartarás escribir un libro sobre tus experiencias paternales, ¿no?
En este último libro con el que estoy de promoción ahora, Historias de un hipocondríaco, ya hay algunos fragmentos en clave de papá, de sensaciones que me transmite mi hija aún dentro de la barriga. No me pongo barreras para escribir sobre nada, así que tampoco descartaría más adelante un libro dedicado a ella.
¿Alguna vez te has sentido bloqueado a la hora de escribir? ¿A qué lugares te gusta ir para encontrar la inspiración?
Mi ciudad es de mar, por lo que es un emplazamiento perfecto para retirarse a pensar, pasear y encontrar ideas. Ahora mismo, por ejemplo, estoy en sequía poque han sido unos meses intensos de mucho trabajo en los que he sacado dos libros casi seguidos y ahora necesito una transición de tranquilidad para disfrutar de la paternidad.
Si tuvieras que elegir uno de tus textos, ¿por cuál te decantarías?
Elegir es complicado. Me gusta el de la contraportada de este último libro pero cada uno tiene su instante, al igual que sus textos, mejores o peores, y la esencia es cómo estuvo escrito en su momento. Me llama más el segundo libro que el primero, pero el otro también me ha dado muchas cosas, entonces no voy a renegar de él.
¿Cuáles son los monstruos de Defreds?
Me preocupa lo que a todo el mundo, los momentos de soledad, la muerte y las situaciones sociales. Pero también te digo que lo que es el amor, por mucho que la gente trate de huir de ese sentimiento, se enamora de forma inevitable.
Alguien tan romántico como tú, ¿cómo definiría este sentimiento?
El amor es incontrolable. A mí me hace mucha gracia la gente que dice yo este año no me quiero enamorar o en esta época de mi vida no quiero tener nada con alguien, pero como es inevitable como tenga que llegar, estás perdido. Luego cada uno lo vive de una manera, a su gusto.
¿Dirías que el amor, tal y como lo concebimos, se ha visto afectado por este modelo de sociedad tan efímero y cambiante?
El amor tiene procesos y hay que adaptarse a ellos. Yo sí creo en amores eternos, aunque dependen de muchos factores. Lo que sí percibo es que falta arriesgar más, porque hay muchas personas que a la primera dificultad tiran la toalla.
En 1.775 calles invitas al lector a conocer la ciudad de Vigo, ¿en qué lugares has encontrado un mayor número de emociones?
Vigo tiene muchos rincones. No te voy a decir ninguna porque si escojo alguna seguro que luego me acuerdo de otra. No es una ciudad recta ni perfecta, pero tiene muchos encantos y muy buena gente. Así que invito a todo el mundo a conocerla, se lo pasará muy bien y disfrutará de nuestro clima intermedio, que no hace mucho frío ni calor.
Me he dado cuenta que en tus libros haces múltiples referencias musicales, ¿qué papel tiene la música en tu vida?
Me encanta. Me gusta mucho la música en castellano. Escucho casi todos los géneros y he escrito muchas veces con canciones de fondo, de modo que es normal que de alguna manera afloren esas notas musicales en mis libros.
Si tuvieras que escoger la BSO de tu vida, ¿cuál dirías que sería?
¡Qué complicado! No te voy a decir una canción pero sí una banda que para mí es importante, Hombres G. Porque cuando era pequeño descubrí que a mi madre le había gustado mucho ese grupo y escuché una vez decir a David Summers, el cantante, que sus canciones eran como películas que empiezan y acaban aunque son cortas pero transmiten un argumento. Desde entonces, percibo mis textos como canciones breves de este conjunto musical, que tienen un inicio y un final.
¿Es más fácil escribir cuando te han roto el corazón o cuando estás enamorado?
Cuando te han roto el corazón porque cuando estás feliz no tienes tiempo para escribir.
¿Qué ciudades te gustaría visitar con la firma de tus libros?
Me gustaría ir a todas las provincias algún día, además de salir de la península, ir a México, Latino América, etc. Tampoco descarto que mis libros se traduzcan a otros idiomas como el italiano el gallego o el portugués.
¿En qué proyecto estás embarcado ahora mismo?
De momento estoy parado, porque ahora viene un proyecto muy intenso, otro libro con editorial nueva que va a llegar a países latinos, que estará en muchos sitios y que me va a llevar mucho tiempo. Sin olvidar, por supuesto, mi proyecto personal, que es lo más importante, y es ver nacer y crecer a mi hija, una vivencia que me va a tener bastante absorbido lo que queda de año. Así que más allá de cuatro firmas que haga, la prioridad será mi niña.
@ingabarda
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