Un domingo en la playa

Adivinanza: ¿Qué es un domingo de playa sin ensaladilla rusa, filetes empanados, palas, bañadores de repuesto y una buena cervecita fría? Pues un domingo en la playa de Marina Beach, en Chennai.

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Cuando supe que iba a vivir aquí, lo primero que hice fue buscar Chennai en Google. ¡Y no os podéis imaginar mi alegría cuando leí que tenía la segunda playa más larga del mundo! Me imaginaba a mí misma tostándome bajo el sol tropical de la India, refrescándome cada 10 minutos en el mar de la bahía de Bengala… ¡El paraíso!


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Nada más lejos de la realidad. Es cierto que MarinaBeach, la playa de Chennai, se extiende a lo largo de más de 13 kilómetros, y queen algunos tramos hay que caminar casi 1 para llegar al agua… pero niensaladilla, ni toallas, ni, por supuesto, cervecita bien fría (vender alcoholes ilegal). Ir a la playa en Chennai es un concepto totalmente diferente al quetenemos nosotros. En primer lugar, y debido a que la antigua Madrás es unaciudad muy tradicional y conservadora, no se permite a las mujeres ir ni enbikini ni en bañador; alguna valiente se mete hasta la rodilla vestida con su saree, y eso es lo más cerca que puedesestar de un chapuzón. Por otra parte el agua está bastante revuelta y tienemucha resaca. Por supuesto, nada de gente tomando el sol, y esto se explica condos razones: la primera es que cuanto más clara sea tu piel, mejor posiciónsocial tienes (igual que en España hace 60 años), y la segunda es que hacetanto calor que los lugareños van a la playa al caer la tarde, cuando refresca.


Es en ese momento cuando pasear por la arenade Marina Beach es como caminar por la Gran Vía de Madrid el día antes de Reyes: unamisión imposible. Parece que los 8 millones de habitantes se ponen de acuerdopara pasar la tarde en esta playa. Y yo con ellos, como no.


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El paseo marítimo y la arena se llenan depuestos ambulantes donde puedes encontrar de todo, desde comida hastabisutería, pasando por flores y estampitas de dioses hinduistas. Aprovechanhasta los pasos subterráneos para vender sus productos. Se ven grupos de chicoscogidos de la mano (algo muy común en la India, demuestran así su amistad), familias alcompleto paseando entre los puestos, niños correteando… e incluso, si te alejasunos cuantos kilómetros de la multitud, pescadores faenando con sus redes;todos y cada uno de ellos, dispuestos a posar para la cámara de cualquierturista.


Y un domingo en la playa de Marina Beach nopuede finalizar sin la visita al jardín conmemorativo de MGR Samadhi, un actorreconvertido en político, al más puro estilo de Hollywood, que fue primerministro de Tamil Nadu desde 1977 hasta 1987 y al que los lugareños adoran comoun dios. Su tumba es uno de los monumentos más visitados por los habitantes deeste estado y, asombrosamente, está mucho mejor cuidada que los museos de laciudad. Ahora entiendo a dónde  van losfondos que no destinan a la conservación del GovernmentMuseum.


Hoy hay 31 grados en Chennai: estoy deseando que llegue el domingo que viene para ponermemi saree y meter los pies en el aguaen Marina Beach.


¡Namasté!     

Eva Sariego

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