En un verano con los decibelios en crisis Manolo García traslada su ‘Saldremos a la lluvia’ a donde no pudo llevarla en 2008
CARLOS JUAN, Cádiz. El principio laboral que Manolo García explicaba unas horas antes de saltar al escenario del Teatro Municipal de Sanlúcar de Barrameda es la exigencia de sorprenderse él mismo con un trabajo para tener alguna posibilidad de activar sensaciones en su público. Para los no iniciados en su música no hay concierto al que no acuda alguno- la sorpresa surgió cuando hasta en dos ocasiones invitó a los asistentes que se habían situado a la izquierda del escenario a pedir a la organización la devolución del dinero de la entrada por la mala visibilidad de la zona. “No ha sido culpa de nadie pero entiendo que vosotros no habéis podido ver nada del concierto” dijo sobre el escenario el de Poblenou entre repaso y repaso de sus mejores páginas musicales.
Para los incondicionales el regalo de la noche fue la brillantez técnica y el derroche de energía con el que se conjuraron la banda y Manolo, un pacto con un ritmo endiablado, para que no se duerman los sentidos, que incluyó dedicatoria: “a los agricultores, que hacen lo que se ha hecho toda la vida y cada vez tienen más trabas… Y a los pescadores” añadió un sudoroso García recordando que a un tiro de piedra de allí estaba la desembocadura del río Guadalquivir en los dominios de Hércules y de los habitantes de la Atlántida. Mar antiguo, este Atlántico que nos refresca en noche de luna llena. “Está pidiendo a gritos el primer rexona”, se malicia un periodista de los contornos, a nadie le importa, el karaoke funciona a todo volumen alimentado por las canciones de Saldremos a la lluvia y por otros temas de su etapa en solitario.
Hay fondo de armario, el repertorio cambia respecto a la gira del verano anterior. Con esta quiere llegar a ciudades medias y “zonas de sombra” con los mismos compañeros de viaje que le dieron el éxito durante la primera parte. ¿Dónde estabas cuando tanto te necesité? habrá pensado el incondicional de Manolo García más inspirado mientras ojea una y otra vez las fechas, el calendario, para conocer si tendrá a mano o no el segundo tomo de la prosa cantada de este artista que también pinta y que responde al correo (postal, que aún existe). Manolo es de los que si no te envía el dinero de la entrada de sus conciertos te envía una acuarela pintada y firmada por él. Y sí no haced la prueba.
Marga Ferrer