Conciliar la vida familiar y las vacaciones con un plan lúdico y pedagógico para los hijos es el reto de los padres en verano. La mayoría de los expertos apuesta por desterrar los deberes.
Pensar en vacaciones es imaginarse en una playa, respirando el aire fresco de la montaña o visitando una nueva ciudad. Sin embargo, hay gente que cambia sus días de descanso por ayudar a aquella que más lo necesita. Las llamadas vacaciones solidarias atraen a un público cada vez más creciente, que acude a países como India, Kenia o Guatemala a colaborar en aquellas tareas que más se necesitan. En 360 Grados Press hemos conocido la experiencia del chef Pablo Ministro, que ha estado en el Sáhara, y de ONGs que se dedican a este turismo ético y responsable.