Dana Cervantes explica a 360gradospress los motivos de su retirada y repasa los mejores momentos de su carrera
ÓSCAR DELGADO, Málaga. Quince años en la máxima competición. Campeona de España absoluta con tan sólo 16 años y la primera española en superar la barrera de los cuatro metros, con 18 años. Ha tomado la decisión de retirarse porque la motivación para competir se le ha agotado. Quiere que se le recuerde como una “tía con suerte” y prepara una nueva vida opositando para ser bombera, su actual meta tras una trayectoria repleta de alegrías, sinsabores, éxitos y decepciones. Dana Cervantes ha anunciado su retirada esta semana y 360gradospress ha conversado relajadamente con ella para acceder a la cara más íntima de la atleta malagueña.
¿Cómo es que has decidido retirarte ahora?
Es una decisión tomada hace unos días, pero estoy bien, estoy contenta y satisfecha de haber tomado la decisión ahora. Me retiro de la competición de una manera relajada, habiéndolo reflexionado. Seguiré entrenando pero me mantendré apartada de la competición.
¿Cuándo se da cuenta una atleta de que hay que decir basta?
Llega un momento en el que una se da cuenta de que sí, de que a lo mejor le gusta entrenar pero quizás cambian los niveles motivacionales con los que afrontas la competición. Cambian las prioridades y una se siente cansada. Después de 15 años estoy cansada de todo lo que exige la competición: horarios, rutinas, viajes, tensiones
¿Ha pesado la responsabilidad de concentrar tantas miradas desde una edad tan temprana como a la que comenzaste a sobresalir en categoría absoluta?
Siendo sincera, yo no he percibido esa responsabilidad. El modo de vida y mi carrera profesional han ido viniendo de una forma casual. Las cosas han ido yendo, he ido mejorando marcas, he ido realizando mínimas, se han ido haciendo récords, se ha ido a un campeonato y a otro
Pero no he percibido esa responsabilidad, más allá de que con 16 años fuera campeona de España, algo que realmente tampoco percibí en ese momento como si desde ese momento tuviera que ganar todo. Fue más bien el inicio de una ilusión.
Con sólo 18 años, fue la primera española en franquear la barrera de los cuatro metros, ¿cómo vivió aquel momento?
Guardo recuerdos fantásticos. Fue un momento más que histórico, aunque la historia se queda siempre en la estadística. Pero sí lo recuerdo como un salto de calidad en mi carrera. Pasar por encima de los cuatro metros era una barrera psicológica que en este país no se había sobrepasado y parecía que iba a tardar bastante tiempo en hacerse. Y, desde el momento en que yo la superé, parece como si hubiera facilitado las cosas al resto porque después enseguida lo consiguieron Mar Sánchez y Naroa Aguirre.
Has nombrado a Mar Sánchez y a Naroa Aguirre, ¿consideras sana o perjudicial la competencia entre pertiguistas de un mismo país?
La considero sanísima, de hecho debería haber más. La competitividad no es mala, al revés. Lo que hace es subir el nivel de un país. Y en España, cuando hemos estado varias atletas peleando ahí arriba en marcas de 4.30 es cuando se ha subido realmente el nivel. Si es así, inconscientemente te relajas, te encuentras sola. La mejor muestra de ello la encontramos en Alemania o en Rusia, donde allí hay doce mujeres por encima de 4.40 y tienen que pegarse entre ellas para poder ir algún campeonato. Es la única manera de que un país tenga calidad.
Entonces, ¿ha mantenido una buena relación con otras atletas con las que ha coincidido en la disciplina, como Mar Sánchez o Naroa Aguirre?
En mi carta de despedida he querido agradecer a todas las atletas que han compartido pasillo conmigo y, en especial, a cuatro, con las que más me he peleado y he tenido duelos en campeonatos de España. Por orden cronológico han sido: Silvia Delgado, Naiara Larrea, Mar Sánchez y Naroa Aguirre. Todas me han marcado porque me han hecho mejor atleta y deportista. Las pugnas que hemos protagonizado por ganar en la pista me han servido porque han sacado lo mejor de mí como atleta. Son unas fantásticas personas y nos hemos llevado fantásticamente bien. La
¿Qué crees que come la recordwoman mundial de la disciplina, Isinbayeva, para superar los cinco metros como si nada?
Seguramente comerá normal, pero Isinbayeva es estratosférica, una auténtica extraterrestre. Sólo tengo palabras de admiración. Es una de esas personas que son cracks, que parecen que están tocadas por un don. Tiene unas cualidades físicas impresionantes, ha sido gimnasta, tiene una técnica muy buena y un coco fantástico. Si mezclamos todas estas virtudes, obtenemos como resultado a Isinbayeva.
Ahora con 30 años, y habiendo consumido gran parte del tiempo en el que otras personas de su edad se divierten, ¿cómo afronta esta nueva etapa de su vida?
Como deportista me siento una privilegiada precisamente porque no siento que haya sacrificado años de mi vida. He vivido plenamente con mis amigos, he hecho lo que he querido. Lógicamente, sí es cierto que hay que respetar unos horarios y un calendario; no dispones del mismo tiempo del que disponen otras personas, pero me siento plena. He disfrutado mucho de mis amigos. Me encanta tomar un café con ellos, echar una partida al Trivial, hacer una quedada en una casa o tomar una cervecita en una terraza. Siempre lo he podido hacer y es uno de los aspectos de los que más orgullosa me siento.
¿Y ahora qué vas a hacer?
Te va a sonar extraño porque le ha sonado extraño a mucha gente: estoy opositando para bombera. Estoy muy contenta y motivada para conseguir este nuevo objetivo en mi vida. En el mundo del deporte siempre me he fijado metas, ahora haré lo mismo con mi vida.
¿Cuál piensas que es el verdadero deporte rey: el atletismo o el fútbol?
Podría ser una buena pregunta para el Trivial (risas). Indudablemente el deporte mayoritario y con más aficionados es el fútbol. Algo de lo que nunca he sido ni seré detractora. Quizás sí hago una crítica a que muchas veces los medios de comunicación contribuyen a que los deportes que se llaman minoritarios parezcan más minoritarios. Pero a mí me gusta el fútbol, como me gustan todos los deportes. Al menos cuando llegan los JJOO el deporte rey es el atletismo, que es cuando todo el mundo empieza a conocer las marcas de uno y de otro.
Precisamente, los futbolistas conservan el balón de sus mejores partidos, ¿guardarás tú la pértiga de tus éxitos?
Espero, porque no tendría otra. Porque la pértiga no es como los balones, tiene un poco más de tema detrás. Una pértiga cuesta más de 1.000 euros y con te puede durar casi toda una carrera. Por supuesto, las conservo en la Ciudad Deportiva de Carranque, en las pistas de atletismo, es difícil guardarlas en casa. Pero no te creas, he pensado quedarme con alguna y utilizarla, por ejemplo, para poner cortinas (risas).
Si volviera a nacer, ¿cambiaría algo de lo que ha hecho hasta esta entrevista?
Absolutamente nada. Volvería a vivir cada momento de mi vida como los he vivido, con los mismos fracasos, con los mismos triunfos, con las mismas penas y con las mismas alegrías. Miro hacia atrás y sólo puedo estar agradecida por todo lo que me ha pasado en estos últimos quince años como atleta. Soy una tía con suerte, ni por asomo hubiera pensado vivir una época con tantas experiencias, conociendo tantos lugares y a tanta gente que han quedado como amigos. Sólo puedo dar las gracias.
¿Cómo le gustaría que recordáramos a Dana Cervantes?
Como una tía con suerte, que estuvo ahí quince años haciendo lo que le gustaba y que no ha parado de sonreír.
Centímetro a centímetro
Un libro. El médico, de Noah Gordon.
Una película. Hay muchas, me gusta el cine.
Un sueño. Ser feliz.
Una manía. Mi ombligo es intocable, ni de broma.
Una frase. “Considerar permanente lo que es transitorio, es como la ilusión de un loco.” – Kalou Rinpotché –
Marga Ferrer