Tras los grandes monopolios del azúcar y del tabaco del siglo XIX y el intenso comercio con las comunidades chinas que España mantuvo en aquella época creando un medio de transporte, el galeón de Manila, considerado hoy la prehistoria de la globalización económica, la presencia de capital español en la antigua colonia es hoy modesta. Mapfre, Sigma Dos, Indra o Repsol arropadas por Zara o Mango son 'los 'últimos de Filipinas' aunque, al mismo tiempo, quieren ser los primeros, los que abren camino a los demás.
Según el dato aportado por el secretario de estado de Comercio Alfredo Bonet durante la celebración del Foro de Inversiones y Cooperación Empresarial España-Filipinas la balanza económica entre los dos países se encuentra equilibrada. En 2010 España exportó a este país mercancias por valor de 176 millones de euros. No es una porción significativa del mercado exterior de España y, sin embargo, es un 29 por ciento más que el volumen movido en 2009. En la web del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, con datos menos actualizados se muestra que una parte significativa de lo que Filipinas nos compra es bebidas, líquidos alcohólicos, vinagres, materias plásticas y manufacturas. El sector agroalimentario consigue proyectarse del papel de las estadísticas a aquello que nos rodea, basta entrar en un supermercado y abrir los ojos en las secciones correspondientes. Algunos españoles han encontrado oportunidades laborales en el sector de la distribución.
El Instituto de Comercio Exterior (ICEX) ha llegado a la conclusión que Filipinas es un pais de oportunidades empresariales. El archipiélago asiático se incorporó los últimos días del mes de marzo a la lista reducida de cuatro o cinco países en los que la diplomacia de España lleva de la mano a los empresarios que previamente han presentado planes de negocio ante instituciones como el ICEX. A Filipinas le avala un crecimiento del producto interior bruto del 7,3 % en 2010, una buena situación geográfica, con vecinos poderosos y cercanos como China, Singapur, Australia y, ahora venido a menos, Japón y una mano de obra barata, anglohablante y caracterizada más por el pragmatismo de cada situación personal que por la conflictividad social.
La estabilidad política y la búsqueda constante de inversiones extranjeras, a través de los llamados programas PPP o de colaboración público privada tienen su parte más indeseable en la arraigada corrupción a todos los niveles que en ocasiones “encarece” los proyectos. Otro problema es la cultura laboral y empresarial, que no es latina como muchos aún piensan en España, sino americana.
Durante este foro hemos sido testigos de declaraciones con una sinceridad que la abundancia de medios de comunicación consigue mitigar cuando los mismos actos se celebran en España. El secretario de Estado de Comercio Exterior Alfredo Bonet expresó en su discurso y luego a respuestas de los periodistas que el Gobierno de España en esta misión no invierte directamente en la economía filipina, tan sólo actúa como promotor de encuentros cara a cara y de forma multilateral en algunos casos entre empresarios españoles con ideas de negocio y homólogos filipinos seleccionados por las autoridades locales. Si de esas reuniones sale algún tipo de entendimiento, excelente. Y si no quedará en el aire una frase tan latina como ‘pues estamos encantados de habernos conocido en este hotel’ ya que las negociaciones a puerta cerrada se realizan en un lujoso hotel de Makati, centro financiero por excelencia de Manila.
Se trata de puro networking al más alto nivel. Y los protagonistas son celosos respecto a sus intenciones aunque amables con 360gradospress. La ficha de participantes nos hace ilusionarnos con la posibilidad de que también aqui podamos llamar a Telepizza o lucir trajes de Adolfo Domínguez. La realidad suele mostrar a medio plazo otras formas de asociación más o menos intensas aplicables sobre todo al sector de la ingeniería, las telecomunicaciones o los bienes de capital que son mayoría en esta expedición. En total 29 empresas o 28 y una organización empresarial ya que Cantabria ha aportado dos representantes de Ceoe-Cepyme.
En todo caso es mucha la tarea por hacer. Por ejemplo, la venta de tecnología naval o incluso de construcciones es inexistente pese a los cualificados centros de producción de capital público que tiene España. Ahora mismo la cooperación militar se limita al envio de alumnos a algunos centros de formación. Poco, demasiado poco a juicio de la fuente que ilustra con este ejemplo a este medio.
Más ayuda para el desarrollo, si la crisis lo permite
El recién incorporado embajador de España en Filipinas, el jerezano Jorge Domecq afirmó en el transcurso del Foro que España seguirá priorizando la ayuda oficial al desarrollo en el periodo 2011-2014 en función de la marcha de la economía española.
Durante los tres últimos años hasta Filipinas han llegado 86 millones de euros invertidos en proyectos de salud, educación, igualdad de género, mejora de instalaciones, lucha contra el cambio climático y ayuda humanitaria. Una cifra que ha convertido a España en el primer donante de la Unión Europea
En este momento se está negociando con la Autoridad Nacional de Economía y Desarrollo de Filipinas (NEDA) las áreas de actuación para los próximos cuatro años entre las que estará la mejora de las prácticas de los gobiernos locales y regionales, la educación, la reforma del sistema sanitario, los proyectos de eco turismo y el proceso de paz en la isla de Mindanao.
Carlos Juan, Manila