El CMV hace balance y retratos del año a sus socios
Redacción, Valencia. Las cenas de Navidad de empresa son un clásico de estas fechas, tanto como las conversaciones que en ellas se reproducen. Casi siempre se termina hablando de clientes, de la competencia, del compañero que no ha asistido y de otras cuestiones rutinarias del día a día en el trabajo. Sin embargo, hay banquetes navideños más masoquistas, los que, además de abordar los aspectos referidos, añaden la profesionalización de conductas del consumidor, estrategias para posicionar productos en los mercados y otras herramientas de venta ingeniosa.
Los socios del Club de Marketing de Valencia (CMV) celebraron la semana pasada en el Ateneo Mercantil de la capital del Turia su particular cena de Navidad entre estrategias de nuevo cuño, balances de éxito y del fracaso de las medidas implementadas entre los clientes de las empresas pertenecientes al mismo y la puesta en escena de una nueva forma de entender las fotografías de las reuniones de trabajo: instantáneas en movimiento con las que quitar hierro a los asuntos más peliagudos y poner una guinda a una noche festiva.
Oscar Delgado